Fenerbahçe, CSKA y Olympiacos: tres huesos para el Madrid

El Real Madrid afronta por tercera vez consecutiva el reto de proclamarse campeón de Europa. Esta vez es en casa, pero no por eso el objetivo es más factible. La historia se ha encargado de demostrar que ser el anfitrión en una Final Four no es ningún seguro de éxito. La última vez que un equipo triunfó en casa fue en 2007, cuando Panathinaikos logró coronarse en Atenas.

Pero más allá del factor cancha, el Madrid se encuentra con tres obstáculos en su camino hacia su noveno entorchado continental: Fenerbahçe, Olympiacos y CSKA de Moscú. Los tres conjuntos son del máximo nivel europeo, con grandes plantillas, excelsas en algún caso. Los de Laso no llegan como favoritos, ese papel quizá recaiga en el CSKA, aunque no podría calificarse de gran sorpresa la victoria de cualquiera de los cuatro equipos

Fenerbahçe: la estrella está en el banquillo

El primer rival del Real Madrid será el Fenerbahçe. Los turcos son un plantel compensado donde sobresale el recientemente nombrado MVP de la competición, Nemanja Bjelica, que ahora juega más cerca del aro y es un jugador mucho más completo que cuando militaba en el Baskonia. El escolta Andrew Goudelock es la principal amenaza desde el perímetro y el máximo anotador. El estadounidense es un hombre de rachas. Esta temporada anotó 10 triples de 13 intentos ante el Bayern Múnich y ajustició a Olympiacos en el Pireo con 24 puntos (6 de 7 en triples). El alero Jan Vesely y el joven Bogdanovic son otros de los baluartes del equipo. Pero decir Fenerbahçe es decir Obradovic. El técnico más laureado de Europa (8 Euroligas con cuatro conjuntos diferentes) quiere convertir al cuadro de Estambul en el primero que lleva el trofeo a Turquía.

El Madrid tiene motivos para temer a su rival en semifinales, los turcos han salido indemnes de pistas tan complicadas como las de Olympiacos y CSKA, y en el playoff de cuartos pasaron por encima del Maccabi barriéndolo en tres partidos.

CSKA de Moscú: los eternos favoritos

Si el Madrid supera el primer escollo, se las tendrá que ver el domingo con CSKA u Olympiacos. El equipo moscovita es un plantel de relumbrón que mejoró lo inmejorable cuando incorporó a Andrei Kirilenko, que llegó en febrero procedente de la NBA. Sin embargo, el CSKA tiene un pasado reciente repleto de batacazos cuando todo apuntaba a que la copa acabaría en sus vitrinas. Su rival en semifinales, Olympiacos, fue su verdugo en 2012 y 2013.

Kirilenko, que afirmó que esta puede ser su último año en activo, es solo la guinda de un plantel repleto de talento. El francés Nando De Colo ha regresado a Europa en busca de los minutos que no tuvo en la NBA y su rendimiento está siendo más que notable. Teodosic mantiene el alto nivel que acostumbra. Sony Weems aporta versatilidad y anotación en el perímetro. Kaun y Hynes ponen la dureza dentro de la zona. La plantilla es tan amplia que jugadores como Aaron Jackson son complementarios y otros como Victor Khryapa, antaño en la agenda de equipos de la NBA, tienen un papel absolutamente marginal.

Al frente del equipo se encuentra el griego Dimitris Itoudis, un joven técnico forjado bajo el manto de Obradovic, del que fue asistente durante 13 años en Panathinaikos. Itoudis, todo un estudioso del baloncesto, debuta como entrenador jefe pero su magnífica temporada y su gestión de un plantel repleto de estrellas han disipado cualquier duda sobre su preparación. El equipo se ha mostrado más suelto en ataque que en años anteriores con Messina y solo han perdido tres partidos en toda la competición. En las últimas 13 temporadas, CSKA se ha metido 12 veces en la Final Four, aunque solo han alzado la copa en dos ocasiones (2006 y 2008), demasiado poco para el dinero invertido.

Olympiacos: el ejército de Spanoulis

El Olympiacos es, quizá, el equipo más débil si se mira la plantilla y el récord de victorias-derrotas en su camino a Madrid. Pero eso no preocupa lo más mínimo a los griegos, que ya ganaron la Euroliga de 2012 y 2013 con parecidas credenciales. La temporada del conjunto del Pireo se complicó cuando su estrella y faro, Vassilis Spanoulis, se lesionó y se perdió el final del Top-16. Eso les llevó a perder algunos partidos y afrontar la eliminatoria de cuartos ante el Barcelona con el factor cancha en contra. Tras una primera derrota en el Palau con Spanoulis ausente, el retorno de su líder les dio alas y se llevaron los tres encuentros siguientes, coronados con ese triple de Printezis.

El entrenador, Giannis Sfairopoulos, ha cincelado un equipo rocoso e incómodo para el rival que presenta la mejor defensa del campeonato. En ataque casi todo pasa por las manos de Spanoulis, sobre todo en los minutos calientes. Printezis, un cuatro que lanza de lejos como un alero, es el principal apoyo ofensivo. El resto del equipo es una compilación de soldados donde ninguno destaca demasiado del resto. Uno de estos peones es Tremmell Darden, el alero estadounidense que jugó las dos campañas anteriores en el Real Madrid.