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Liga de Portugal

El Benfica gana su 34º título de liga

El Oporto de Lopetegui no pasa del empate en la penúltima jornada del campeonato nacional

Los jugadores del Benfica se abrazan después de uno de los goles contra el Penafiel.
Los jugadores del Benfica se abrazan después de uno de los goles contra el Penafiel.MIGUEL A. LOPES (EFE)

El Benfica consigue por segundo año consecutivo el título de la liga portuguesa, un hecho que no acontecía desde hacía treinta años. El triunfo se ha adelantado una semana porque su máximo rival, el Oporto, de Julen Lopetegui, no consiguió pasar del empate ante el Belenenses.

Descartado pronto el Sporting de Lisboa (segundo la pasada temporada), la liga ha sido una lucha entre los dos eternos rivales, el Benfica -oficialmente el club con más peñas en el mundo- y el Porto, que tras unas décadas prodigiosas, va a cerrar dos temporadas seguidas sin título alguno.

La llegada del español Lopetegui al banquillo del Porto supuso una revolución en el fútbol de la ciudad y del país. Lopetegui llegaba con el fútbol de posesión, que no se estila en Portugal, y un fútbol ofensivo, al que tampoco estaban habituados los aficionados de Oporto tras los éxitos de Mourinho y Vilas Boas.

Lopetegui no llegó solo. Su presidente le trajo una docena de jugadores la mayoría de ellos españoles o de la liga española. El vasco ha tenido el éxito de la Champions, donde consiguió la clasificación, primero, y después solo fue eliminado por el Bayern en cuartos, pero en los tres campeonatos locales ha fracasado, incluso con malos modales. Ayer no le felicitó al Benfica y menos a su entrenador, Jorge Jesús, con quien mantuvo un rifirrafe tras el partido que protagonizaron hace 15 días.

Durante todo el año, Lopetegui se ha mostrado demasiado quejoso con los árbitros, incluso ayer en el empate contra el Belenenses se quejó de penaltis no pitados. Tras nueve meses de competición es difícil hablar de injusticias, pero Lopetegui se ha ahorrado elogiar al rival.

Lo cierto es que el rival, el Benfica, ha sido superior; un equipo más sólido que el Porto, demasiado irregular. El protagonista del éxito del Benfica se llama Jorge Jesús, un entrenador muy suyo, de la vieja guardia, con un librito muy personal y seguro, donde prima la táctica y el movimiento grupal sobre todas las cosas. No permite frivolidades ni desobediencias, lo que le ha costado el puesto al brasileño Talisca, una perla aún sin pulir.

Frente al equipo coriáceo del Benfica, el Porto tuvo días de fútbol preciosista y otros que no. La oleada de españoles le ha funcionado a medias, muy bien sobre todos el ex del Madrid Casimiro y un fracaso absoluto el ex atlético Adrián, el fichaje más caro del fútbol portugués. Entre medio Tello, que despuntó en la parte final de la temporada y, a ratos Óliver, aunque sin duda ha crecido como jugador.

Lopetegui llegó para formar un equipo nuevo, pero eso no es una excusa, sino lo habitual en el fútbol portugués. Jorge Jesús inició la Liga sin seis de sus jugadores campeones. Esta es una liga-cantera o puente, donde los que sobresalen van a volar a otros sitios (Danilo ya está en el Madrid y Jackson Martínez también se lo van a disputar los grandes); la labor de los entrenadores es formar un nuevo equipo cada año. En agosto, de nuevo se verán las caras, les guste o no a Lopetegui -ha anunciado que quiere cumplir contrato- y a Jorge Jesús -aunque escucha cantos de sirena para ir a otro fútbol-; y en esta ocasión Lopetegui deberá conseguir algún título.

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