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El Barcelona tiene una defensa de campeonato

El cuadro azulgrana está a punto de cerrar el ejercicio con sólo 19 goles en contra, cifra histórica solo superada en 1965, cuando las temporadas tenían ocho jornadas menos

Jordi Quixano
Bravo detiene un disparo del Atlético.
Bravo detiene un disparo del Atlético.Cesar Cebolla (Alfaqui Fotografia / Cordon Press)

Luis Enrique llegó al Barça con dos coletillas que adornaban su currículo como técnico. Una era que se llevaba mal con Totti y la otra es que sus equipos apenas sabían defender [con el Roma encajó 54 goles, igual que con el Celta]. Pasado los meses, ningún axioma se ajusta a la realidad: el 10 del Roma, con el que sí tuvo algún rifirrafe después corregido, se pasó a verle este año con su familia en una visita que hicieron a la ciudad; y el Barça, a falta de una jornada en la que se mide con el Deportivo, es el equipo menos goleado de la Liga con diferencia. Tan sólo ha recibido 19 tantos —con 23 encuentros dejando la portería a cero y 32 si sumamos todas las competiciones—, cifra que resiste pocas comparaciones.

Pinto tiraba a la zaga hacia atrás y Bravo y Ter Stegen hacen lo opuesto

“Si se mira la línea de la defensa, en el fondo son los mismos del equipo que ganó la última Champions. Sólo cambia Alba por Abidal”, cuenta un jugador del vestuario. “Se generó un gran debate por los centrales, pero Piqué y Mascherano siguen saliendo de partida. Aunque es verdad que Bartra y Mathieu han rendido muy bien cuando les ha tocado jugar”, apunta otro futbolista del Barcelona. Ocurre, en cualquier caso, que los laterales han cuajado una gran temporada —Alves se ha puesto en forma al final del curso y Alba no ha padecido las lesiones que le lastraron en el ejercicio anterior— del mismo modo que Piqué ha recobrado su mejor versión y Mascherano está a gusto con las carreras hacia atrás. Un aspecto nada trivial.

Bravo y Ter Stegen, a la carta

Aunque al principio de la temporada Luis Enrique defendió con persistencia que cualquier portero podía competir en cualquier torneo, al final Bravo ha sido el guardameta de la Liga —con el premio Zamora ya en el zurrón— y Ter Stegen se ha desempeñado de maravilla en los torneos eliminatorios. “Han logrado hacer olvidar a Valdés, que es lo que nos propusimos en pretemporada”, explicaban desde el área deportiva azulgrana, ya destituida. Se presupone, en cualquier caso, que Masip puede jugar el último partido de la Liga ante el Deportivo para estrenarse en este curso.

Al final de la temporada anterior, el área deportiva decidió prescindir de Pinto, por más que le enfurruñara a su amigo Messi. Entendían que su época se había pasado y que no era un portero de garantías como se demostró en el tramo final del curso, lesionado gravemente Valdés. No es que se le contaran demasiadas pifias, sino que no transmitía seguridad y la defensa se encerraba atrás como algo natural. “Con Ter Stegen y Bravo pasa lo contrario porque juegan adelantados, dominan el fútbol con los pies y son muy valientes en los balones que se quedan a espaldas de la defensa”, cuentan desde el club. “Pero en este equipo defienden todos”, expone Luis Enrique. “Desde Messi, que siempre escoge bien el momento de la presión, hasta los porterazos que tenemos”, abunda Piqué. Los números lo aclaran.

“Lo nuestro era otro fútbol”

Sólo el Madrid de la temporada 1964-65 encajó menos goles que este Barça. Fueron 18, aunque en ocho jornadas menos porque la Liga tenía 16 equipos. “Salíamos muy pocas veces a defendernos”, recuerda el delantero Amancio; “porque éramos superiores a muchos equipos”. Y añade: “Pero no creo que nos podamos comparar al Barça porque era otro fútbol, otros campos, otro material, otra medicina deportiva…”. También el Deportivo dejó la portería de Liaño en 18 goles en 1993-94, pero acabó segundo. Así que el otro precedente equiparable al Barça es el Valencia de 1970-71, que recibió 19. “Teníamos una defensa muy compacta, fuerte, que sobresalía en el juego aéreo y que contaba con ayudas de los medios”, cuenta el centrocampista Pepe Claramunt; “pero no presionábamos como el Barcelona, sino que esperábamos más atrás”. Aunque el central Jesús Martínez matiza: “Ese año llegó Di Stéfano al banquillo e hicimos la novedad de tirar el fuera de juego porque jugábamos en línea. No teníamos un libre, sino que si el delantero rival se iba para la derecha lo cogía yo, y si tiraba para la izquierda se encargaba Aníbal. Nos hicieron muchos unos contra uno al portero, pero Abelardo estuvo sensacional”.

Todos triunfaron como el Barça que, a falta de un encuentro, ha firmado un registro de otra época. Y, de paso, le ha quitado una coletilla a Luis Enrique.

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