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Póquer para vigorizar la NBA

LeBron James, en unos Cavaliers sin anillos, único hilo conductor de los últimos tiempos en unas finales con ganadores remotos: Rockets (1995), Warriors (1975) y Hawks (1958)

Robert Álvarez
LeBron James, tras un Cavaliers-Bulls.
LeBron James, tras un Cavaliers-Bulls.David Richard (USA Today Sports)

En pleno debate sobre la pervivencia de la dinastía de los Spurs, con el radar gravitando sobre los mensajes cruzados con los que Gregg Popovich, Tim Duncan y Manu Ginóbili se conjuran para alargar otro año su epopeya, suben al escenario de la NBA las cuatro escuadras que, suceda lo que suceda, marcarán un punto de inflexión. Golden State Warriors y Houston Rockets han empezado la final del Oeste (110-106 para los de Oakland); la próxima madrugada será el turno de la del Este, con el primer duelo entre Atlanta Hawks y Cleveland Cavaliers. Los últimos anillos de estos equipos son añejos, inexistentes en el caso de los Cavaliers.

Los clásicos han presidido las dos últimas décadas: desde los Bulls a los Spurs pasando por los Pistons, los Lakers, los Celtics o la irrupción de Miami Heat, que se subió al carro en 2006 con Shaquille O’Neal y Wade y que, después, ya con LeBron James y Bosh junto a Wade, ganaron dos de las cuatro finales que disputaron entre 2011 y 2014. La única y sorprendente excepción al dominio de esos clásicos la protagonizaron los Dallas Mavericks de Nowitzki en 2011, tras superar en los playoffs a los Portland Trail Blazers, los Lakers, Oklahoma y Miami.

Stephen Curry
Stephen CurryNelson Chenault (USA Today Sports)

LeBron James es el único referente ganador en las finales de Conferencia. Pero después de su gloriosa etapa en Miami, saldada con esos dos anillos en cuatro finales, regresó a Cleveland. Su reto, ser profeta en su tierra. El Rey, el jugador nacido en Akron (Ohio) hace 30 años, decidió dar un nuevo giro a su carrera el pasado verano. Volvió a casa, al equipo que le eligió en el primer puesto del draft de 2003 y en el que disputó sus siete primeras temporadas. Con él, no logró ganar la única final a la que llegó, en 2007 ante los Spurs. LeBron, ahora, asume el reto reforzado por su buen hacer en el duelo ante los Bulls, con una canasta en el último segundo del cuarto partido que sirvió para empatar la serie a dos y marcó un punto de inflexión.

Su desafío será mayor, si cabe, frente a unos Hawks que han conseguido desvanecer las críticas basadas en sus siete últimos años de constantes decepciones en los playoffs. “Por algún motivo han sido los mejores de nuestra Conferencia durante toda la temporada, porque han sido altamente competitivos”, afirma LeBron. No en vano, el quinteto inicial de los Hawks, en enero, fue premiado al completo con el galardón al mejor jugador del mes, un hecho insólito. Poco después, hicieron casi pleno en el All Star, donde estuvo su entrenador, Mike Budenholzer, y Teague, Korver, Millsap y Horford. De sus titulares, solo faltó DeMarre Carroll.

Se antoja fundamental para los Cavaliers, con las bajas ya sabidas de Love y Varejao, que su base Kyrie Irving esté ya restablecido de la lesión que le hizo jugar mermado ante los Bulls. Los Hawks solo han ganado un anillo, en 1958, cuando estaban radicados en Saint Louis, y no disputan una final de Conferencia, de División entonces, desde 1970.

James Harden.
James Harden.David J. Phillip

La final del Oeste opone a los dos jugadores que rivalizaron por el MVP de la temporada. Stephen Curry ganó el trofeo, reforzado por su sociedad con Klay Thompson y la trayectoria de su equipo, Golden State, los mejores de la temporada regular con 67 victorias. A su rival, James Harden, no le falta autoconfianza. En agosto, se proclamó a sí mismo el jugador más completo de la NBA. Su equipo, los Rockets, llegan lanzados, tras haber ganado tres partidos seguidos y haber remontado un 1-3 ante los Clippers.

Golden State tiene tres anillos, pero el último lo ganó en 1975. De los cuatro finalistas de Conferencia, el precedente más reciente es el de los Rockets, que encadenaron los títulos en 1994 y 1995, con Hakeem Olajuwon y Clyde Drexler, y Rudy Tomjanovich como entrenador.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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