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‘Biscotto’ en Granada

El Atlético asegura la tercera plaza con el empate y los locales conservan la categoría en un partido que solo regsitró un remate entre los tres palos y mucho pase atrás y horizontal

Ladislao J. Moñino
Saul pelea el balón con Ruben Perez
Saul pelea el balón con Ruben PerezJorge Guerrero (AFP)

Los intereses en juego en una última jornada de Liga pueden desfigurar a un equipo. Al Atlético, por ejemplo, al que es complicado verle dar tantos pases atrás u horizontal como dio en Los Cármenes. Al Granada, que fue un volcán en los tres últimos partidos, la consciencia de lo que sucedía en otros estadios y que le servían las tablas le amansó. A los dos equipos les valía el empate para alcanzar sus objetivos, así que hubo poco partido y mucha fiesta en el graderío. Las estadísticas reforzaron esa sensación de biscotto,que dicen los italianos. El primer disparo ente los tres palos llegó a la hora de juego. Lo hizo Koke, que le pegó al balón con poca fe y menos intención. Las secuencias de pases al pie y de tuyas mía fueron en aumento en la medida que el tiempo pasaba. Iturra combinaba con sus laterales, y Gabi o Tiago con sus centrales, sin avanzar un metro. Al Granada, el simulacro le valió para salvarse gracias a tres victorias seguidas y a este empate en los cuatro partidos dirigidos por Sandoval, una heroicidad.

Granada, 0-Atlético, 0

Granada: Roberto; Nyom, Babin, Mainz, Juan Carlos; Iturra, Rubén Pérez, Robert Ibáñez (Candeias, m. 68), Piti (Fran Rico, m. 37), Rochina (Riki, m. 87); y El Arabi.No utilizados: Oier; Isaac, Foulquier y Cala.

Atlético: 0blak; Juanfran, Miranda, Godín Siqueira (Gámez, m. 90); Tiago; Raúl García, Gabi, Koke, Saúl (Raúl Jiménez, m. 83); y Griezmann. No utilizados: Moyá; Giménez, Ansaldi, Mario Suárez y Cani.

Árbitro: González González. Sin amonestaciones.

Unos 20.000 espectadores en Los Cármenes.

 El ritmo del partido lo pautó el marcador de Almería, sobre todo al Granada, que pisaba el acelerador de la intensidad según la grada de Los Cármenes transmitía lo que sucedía en el estadio de los Juegos Mediterráneos. Que marcaba, Thievy, subía las revoluciones el Granada; que empataba, Otamendi, se frenaba; que Bruno Soriano volvía a poner adelante al Almería, adelantaba líneas y si Feghouli igualaba de nuevo, tornaba al juego horizontal.

Simeone y Sandoval se saludan al inicio del partido
Simeone y Sandoval se saludan al inicio del partidoMIGUEL ANGEL MOLINA (EFE)

El Atlético fue más lineal. Jugó a asegurar los pases en el medio, sin mucha intención de dislocarse atrás. Lo más llamativo que hizo en los primeros 45 minutos fue un gran desmarque de Griezmann. El remate, se cambió el balón de pierna sin querer, acompañó el despropósito ofensivo de su equipo.

El empate con el que se llegó al descanso en Almería y que se mantuvo casi hasta el final desembocó en ese segundo tiempo tan plano de uno y otro. El gol de Alcácer lo acentuó todavía más. Ninguno quiso hacerse daño. Los dos cumplieron con sus objetivos.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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