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Pablo Laso: “Ni nos rendimos antes ni nos conformamos ahora”

Tras ganar la novena Copa de Europa del Madrid su próximo reto consiste en rematar con el campeonato liguero una triple corona que el club blanco no logra desde 1974

Pablo Laso, entrenador del Real MadridVídeo: carlos rosillo / el país
Faustino Sáez

Desmontó prejuicios, superó recelos, cautivó a los románticos, disuadió a los resultadistas, enalteció el camino y alcanzó la anhelada meta de la Copa de Europa. Hace una semana, Pablo Laso (Vitoria, 1967) devolvió al Real Madrid a la cima continental tras abrazar la Novena al tercer intento, después de una conmovedora trayectoria de excelencia competitiva y normalidad en la gestión. Por tercera temporada consecutiva ha sido elegido el mejor entrenador de la Liga, ha jugado 12 de las 15 finales posibles, ha ganado ocho títulos en cuatro años y su próximo reto consiste en rematar con el campeonato liguero una triple corona que el club blanco no logra desde 1974.

Pregunta. ¿Ser campeón de Europa otorga un aura especial?

Respuesta. No. Malo si me cambiara. Tengo mucha gente detrás que me dice que no cambie y ya me lo decían antes. A lo mejor a los demás les cambia la consideración hacia mí, pero eso es algo que no controlo. Me gustaría caer bien a todo el mundo, pero no vivo para complacer a la gente.

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P. ¿Recordaba alguna de las ocho Copas de Europa anteriores del club?

R. Me acuerdo perfectamente de la de Zaragoza de hace 20 años. Jugaba entonces en el Baskonia y ganamos a aquel Madrid en la Copa del Rey. Luego muchos de ellos fueron compañeros porque llegué al equipo al año siguiente. También recuerdo la anterior, la de 1980 en Berlín contra el Maccabi. Estaba Lolo [Sáinz] de entrenador y Josean Querejeta de jugador. Era otro baloncesto, se jugaba con cinco titulares y un par de reservas para dar algún pequeño relevo. Tenía 13 años, pero es que crecí en una familia de baloncesto y desde crío empecé a ir a los torneos de Navidad. Tengo presente la historia del Real Madrid desde muy pequeño. Nunca tuve ídolos pero me fijaba en Corbalán, en Szczerbiak, en Vicente Gil...

Tengo muy presente la historia del Madrid desde bien pequeño”

P. Hábleme de sus dos llegadas al Madrid, en 1995 como jugador y hace cuatro años como técnico.

R. Me fichó Ferrándiz. Me crucé con él en aquella Copa del 95, terminaba contrato con el Baskonia aquella temporada y solo me dijo una cosa: ‘tú sabes que estás hecho para jugar en el Madrid’. Fue un gran halago. Después, como entrenador... recuerdo la expectación de mi presentación, recuerdo que me tropecé nada más entrar, recuerdo aquella manifestación a las puertas del Bernabéu protestando por mi fichaje... parecía que iba a ser yo el que se cargara esto.

P. ¿Le dolió aquello?

R. Al contrario. Si había manifestaciones para pedir lo mejor para el Madrid de baloncesto era porque estábamos vivos y porque esto le importaba a la afición. Acepté un reto y una responsabilidad muy grandes y lo hice porque me creía capacitado. Que hayan pasado cuatro años de aquello es señal de que habremos hecho muchas cosas bien.

P. ¿Le gustaría saber venderse mejor?

R. Huyo de eso porque soy entrenador de baloncesto, no comercial. Tengo un vecino que es asesor de imagen y el otro día me decía que alguien le había comentado que yo parecía un señor mayor y que siempre parecía enfadado. Él le contestó: ‘eso es mentira, yo le veo todos los días y es un chaval muy majo’. Le desmontó las dos ideas. Mi madre también me dice cuando estoy con ella en Vitoria que me ve fenomenal, pero que en la tele salgo fatal. No controlo la imagen que doy. Muchos resaltan que mi mayor virtud es la normalidad y no quiero cambiar. En esta Final Four he ganado a Zeljko Obradovic, un maestro al que admiro personal y profesionalmente, ¿eso ahora me hace ser mejor que él?, ¡qué va! Zeljko, que es el más laureado de Europa, ha metido las mismas canastas como entrenador en una Final Four que David Blatt, que Messina, o que Pablo Laso: ninguna.

Recuerdo mi fichaje. Parecía que iba a ser yo el que se cargara esto”

P. ¿Qué ha aprendido en estos cuatro años?

R. Se aprende diariamente, de baloncesto y de actitudes de jugadores. Unos te desencantan, otros que te maravillan. Es una convivencia que te hace crecer a nivel técnico y táctico, en experiencia y adaptación. Es obligatorio aprender cada día y los jugadores son los que más te enseñan.

P. ¿Qué faltó en Londres y Milán?, ¿cómo ha sido la evolución hasta lograr la Novena?

R. En Londres, el Olympiacos era un equipo más maduro, nos ganó el campeón de Europa en plena madurez. En Milán, estuvimos cerquísima. Llegamos con problemas, pero se nos escapó en la prórroga. Y en Madrid, a la tercera, éramos más equipo. Hemos crecido en el tiempo y llegó nuestro momento. La fuerza de este grupo ha sido saber levantarse. Ni nos hemos rendido con las derrotas ni nos conformamos ahora con las victorias.

Laso, en la Final Four
Laso, en la Final Fourclaudio álvarez

P. ¿El papel de Nocioni y Felipe demuestra que se necesitaba experiencia y carácter?

R. Sí. No es casualidad que en la misma posición hayamos tenido a un jugador en el quinteto ideal de la Euroliga y al MVP de la Final Four. Lo que han hecho los dos ha sido espectacular. Son un ejemplo de lo que somos como equipo. Las incorporaciones nos han aportado mucho coraje.

P. Este año se ha hablado menos del estilo del equipo. ¿Tenían que ser más resabiados?

R. Probablemente sí porque veníamos de las derrotas. Si la trayectoria hubiera sido al revés todo el mundo nos reprocharía haber perdido el estilo. Quizá hay jugadores menos vistosos pero también resuelven partidos. Lo importante es que la gente reconoce a este equipo. Lo que se vive en el Palacio y la forma en la que nos valoran en el resto de pabellones de España y Europa es mi mayor motivo de orgullo: ser un equipo reconocible y reconocido. Las estrellas sin el grupo no son nada y mis 13 jugadores son estrellas. Ningún equipo del mundo gana siempre, pero nosotros hemos conseguido competir siempre. Ahora la aspiración es mantener la ambición y el deseo. Habrá que gestionar este título. A veces es una liberación y otras piensas que ya lo has hecho todo en la temporada.

Muchos dicen que mi mayor virtud es la normalidad y no quiero cambiar”

P. ¿La Copa de Europa es la culminación de la obra?

R. No sé si por ganar un partido alcanzas la culminación. Valorar trayectorias y temporadas por un partido es jodido. Ganar una Euroliga es algo grande, pero la obra no se valora por el último golpe de cincel. La obra empieza por los cimientos. Mi objetivo desde el primer día fue dar valor al Real Madrid de baloncesto por encima de los títulos. Los hemos ganado todos, pero mi obra no está completa.

P. ¿Necesitaba el refrendo de un título así para acabar con las dudas?

R. Con 16 años debuté en la ACB y supe desde muy pronto que en el deporte profesional nada es fácil. Nunca he necesitado más respaldo del que he tenido. Mi problema hubiera sido dudar, pero nunca he dudado de mí. Me siento valorado cuando la gente con la que trabajo da el cien por cien para conseguir los retos que se nos presentan. Ni me he quitado un peso de encima ni necesito que un título me refrende. Aquí siempre hay necesidad de títulos por muchos que ganes. No pienso en si me queda un día en el cargo o mil. Nuestro futuro es el día a día. El pasado te hace madurar pero no te arregla el futuro. Mi familia entiende mi trabajo y sabe que ningun entrenador es eterno.

Ganar la Copa de Europa no es la culminación. Mi obra no está acabada”

P. ¿En qué punto está el ciclo de este equipo? ¿Existen los ciclos?

R. Todo es un ciclo pero, cuando estas dentro de él, no lo sabes delimitar. Hay ciclos como el de Ferguson o como el de Felipe Reyes de 15 años en la casa o los que duran un año. Hay ciclos de jugadores que han crecido contigo y lo único que les preocupa es su proyección y otros de los que sienten el proyecto a muerte. La vida esta llena de ciclos y es muy difícil aceptar y acertar cuándo debes apartarte. Mi mayor error como deportista fue abandonar el Madrid en 1998. Había una situación kafkiana y me piré. Al poco tiempo destituyeron al entrenador [Miguel Ángel Martín] y ahí podía haber seguido yo. Pero me calenté y me fui al Cáceres en lugar de tener paciencia.

P. ¿La evolución pasa por incorporar ya a jóvenes como Dani Díez, Hernangómez o Doncic?

R. Dani y Willy son los dos mejores jugadores jóvenes de la Liga, el equipo júnior ha ganado la Euroliga… Hay futuro, pero en el Real Madrid no juega cualquiera. Todo tiene su tiempo. No es fácil incorporarse a un equipo campeón de Europa como me pasó a mí.Tenemos la suerte de tener donde elegir para los puestos que queramos mejorar o afianzar, pero habrá pocos cambios.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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