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Corrupción en la FIFA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El favor que viene del norte

Muchos celebran hoy que el FBI haya provocado la caída de una dirigencia corrupta en la Conmebol y la Concacaf

Logo de la FIFA, en la sede de la institución en Zúrich.
Logo de la FIFA, en la sede de la institución en Zúrich.MICHAEL BUHOLZER (AFP)

Entre los 14 imputados por el FBI en el Fifagate hay tres argentinos que nadie ha logrado aún detener. Hasta a Nicolás Leoz, anciano expresidente de la Conmebol, un móvil policial lo siguió a su arresto domiciliario cuando abandonó en ambulancia la clínica de su propiedad en la que se había autointernado apenas estalló el escándalo.

Pero a los argentinos no les interesan las gambetas de los ejecutivos de TV Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis. A sólo una semana del inicio de la Copa América, interesan mucho más las gambetas que podrá hacer Leo Messi en Chile. En Brasil interesan las de Neymar. Y en Uruguay las de Luis Suárez, aunque el Pistolero sigue suspendido porque, como dicen Los Gordos de la FIFA, “nadie puede morder, excepto nosotros” (https://www.youtube.com/watch?v=QznzQhedDFk).

El Fifagate no hizo más que precipitar el recambio generacional en la Conmebol. La Vieja Guardia de las cuatro décadas de la era Havelange-Blatter hoy está encarcelada, hospitalizada o muerta. El escándalo afecta en cambio al negocio de la TV. Algunas cadenas hicieron malabares esta semana para no mencionar a sus ejecutivos prófugos.

La investigación incluye la polémica

Henry Kissinger, que asistió a varios Mundiales, dijo alguna vez que, en términos de geopolítica, era bueno que Estados Unidos, viejo dominador en otros mercados, no pudiera competir con fuerza contra el fútbol de los latinoamericanos. Eso, avisaba Kissinger, haría más odioso al Tío Sam dentro de la región.

Pero muchos celebran hoy que el FBI haya provocado la caída de una dirigencia corrupta en la Conmebol y la Concacaf. No importa siquiera el debate entre especialistas de Estados Unidos que se preguntan si una ley que ya es inusual puede interpretarse también de modo inusual. Hoy en el fútbol, mañana vaya uno a saber quién sabe dónde.

En Latinoamérica hay motivos para desconfiar cuando el favor viene del Norte. La investigación del policía del policía universal puede incluir motivos de geopolítica. Ayer se supo que incluye la doble y polémica votación de las sedes mundialistas de Qatar 2018 y Rusia 2022. Y que llega inclusive al Mundial de Sudáfrica 2010.

Nada dice del Mundial anterior de 2006, que ganó Alemania apenas por un voto a Sudáfrica, gracias a que un anciano dirigente neocelandés ya fallecido desapareció de la sala antes de que comenzara la tercera y acaso decisiva rueda de votación. Se asustó, dijo, porque una revista satírica alemana lo tentó con “salchichas, jamón y un hermoso reloj cucú”. El periodista Andrew Jennings dice en su libro Omertá que, además del susto, la huida habría incluido 250.000 dólares.

Estados Unidos ya lideró más de una década atrás la limpieza dentro del Comité Olímpico Internacional (COI). Fueron echados más de una decena de miembros del Tercer Mundo. La cruzada ética terminó siendo étnica.

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