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LIGA BBVA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Pérez o cómo equivocarse de enemigo

Ancelotti pagó por el fracaso madridista y el presidente del Real Madrid le echó la culpa al que tenía más cerca

J. Ernesto Ayala-Dip
Florentino Pérez, en una rueda de prensa en el Bernabéu.
Florentino Pérez, en una rueda de prensa en el Bernabéu. Reuters

La liga que viene no contaremos con Ancelotti ni con sus prudentes y educadas ruedas de prensa. Florentino Pérez lo ha despedido porque este año el equipo del que se ha adueñado no ganó ningún título. Según este empresario de la construcción, su club no ganó nada porque Ancelotti no estuvo a la altura de las exigencias triunfales del equipo que apuntala con sus millones. El exquisito entrenador italiano fue culpable del fracaso madridista. Florentino Pérez le echó la culpa al que tenía más cerca. Y de paso, probablemente, al único que podía hacer que el Real Madrid el próximo curso liguero volviera a competir con abiertas posibilidades de ganar algo.

No creo que Pérez sea tan necio como para no ver que este año a su equipo le ha tocado en suerte competir con el mejor Barça de los últimos años

Supongo que ahora que el Barça obtuvo el triplete (Liga, Copa del rey y Champions), a Florentino Pérez se le habrán aclarado algo sus ideas futbolísticas (y a lo mejor también empresariales, dado cómo maneja a la entidad blanca). Aunque ahora es un poco tarde para rectificar. A un entrenador se le puede echar, euro más euro menos. Al que no se puede echar es al rival que te ha hecho perder tanto. Sinceramente, no creo que el presidente madridista sea tan necio como para no ver que este año a su equipo le ha tocado en suerte competir con el mejor Barça de los últimos años. Si Florentino Pérez está convencido que Cristiano Ronaldo es un gran delantero, estaré siempre de acuerdo con él, pero tendrá que estar también de acuerdo con todos los especialistas del futbol mundial que Messi es el mejor jugador de la historia. Y que sea así, tiene bastante que ver con que el Real Madrid este año no obtuviera nada.

Si en lugar de expulsar del banquillo al entrenador que le hizo ganar el año pasado una Champions y la Copa del Rey (al Barça), el mandatario blanco hubiera reconocido la valía futbolística de su eterno rival al finalizar la liga, ahora Ancelotti estaría preparando al Madrid ganador de algo importante el curso futbolístico próximo.

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