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Las Palmas elimina al Valladolid y jugará el partido por el ascenso

Los de Paco Herrera jugarán por segundo año consecutivo la final de la eliminatoria tras eliminar al conjunto castellano-leonés, que nunca se rindió y volvió a acabar con nueve

Rafael Pineda
Roger controla el balón ante David Simón.
Roger controla el balón ante David Simón. Ángel Medina G. (EFE)

Fueron cinco minutos. Fueron deliciosos. Los que jugó Valerón para certificar con su calidad, temple y clase la clasificación de Las Palmas para la final del ascenso. El talento de Valerón aupó a su equipo, que incluso falló un penalti en el último minuto ante un Valladolid que acabó con nueve jugadores, como en el duelo de ida. El equipo castellano se defendió bien, pero nunca tuvo opciones reales de pasar a la final. Eso sí, tuvo opciones hasta el final porque Las Palmas se hartó de fallar goles y porque estas eliminatorias están condenadas a la emoción.

Con el cero a cero en el marcador y dos expulsados, con el defensa Rueda de portero, el Valldolid tuvo todavía una falta en la última jugada del partido que estuvo cerca de ser un gol que hubiera sido glorioso para sus intereses. Fue mejor Las Palmas, que llega a la final por el ascenso por segundo año consecutivo tras defender el 1-1 de la ida. Le faltó el gol, pero tuvo a Valerón, pletórico en cinco minutos de ensueño. Casi con total seguridad le espera a los canarios el Girona.

LAS PALMAS, 0-VALLADOLID, 0

Las Palmas: Raúl; David Simón, David García, Aythami, Ángel; Hernán (Vicente Gómez, m. 65), Roque Mesa (Asdrúbal, m. 66), Javi Castellano, Culio; Jonathan Viera (Valerón, m. 85) y Araujo. No utilizados: Casto; Marcelo Silva, Dani Castellano y Nauzet.

Valladolid: Javi Varas; Chus Herrero (Omar, m. 74), Samuel, Rueda, Peña (Pereira, m. 63); Leao, Sastre; Hernán Pérez, Óscar, Mójica; y Roger (De Melo, m. 80). No utilizados: Raúl Fernández; Álvaro Rubio, Jeffren y Alfaro.

Árbitro: Arias López. Expulsó a Hernán Pérez por doble amonestación (m. 73) y a Javi Varas con roja directa (m. 89). Amonestó a Mojica, Samuel, Sastre, Roque Mesa, Hernán Pérez, Varas y Omar.

Estadio de Gran Canaria. 17.312 espectadores.

Fue mejor en todo Las Palmas, protagonista absoluto del partido. Con el convencimiento de que no hay mejor defensa que un buen ataque, el equipo de Herrera sometió al Valladolid a un auténtico tormento. Lo superó por las bandas y por dentro. Especialmente por la derecha, donde estuvo muy activo el interesante David Simón. Al equipo castellano lo sostuvieron dos factores. El primero, un soberbio Javi Varas. El meta andaluz no ha llegado a ser el porterazo que llegó a apuntar en el Sevilla, pero sigue ofreciendo buenas sensaciones. Su doble parada en el minuto 19 a disparos de Culio y Araujo fueron impresionantes. También su estirada en el minuto 42 a nuevo disparo de Araujo.

El segundo factor que propició que el Valladolid siguiera vivo era la falta de puntería de los futbolistas canarios, ávidos de fútbol, de buen toque, sin gol a pesar de los intentos de su buen delantero, Araujo. Sentadas las bases del partido, el Valladolid no tuvo fútbol ni llegada. Por ahora, Hernán Pérez era una sombra del futbolista que lo hizo tan bien en la ida.

El cero a cero al descanso, no obstante, lo dejaba todo en el aire. El Valladolid salió mejor en la segunda mitad. Tuvo la virtud de dar un paso adelante, aunque no llegó con demasiada claridad. Hubo un par de acercamientos en donde Hernán Pérez y Roger tuvieron sus opciones. La expulsión de Hernán Pérez abrió el camino de la clasificación para los locales. Araujo encontró huecos, pero nunca el gol, bien tapado por un gran Varas. El Valladolid se volcó en busca del gol milagroso y no lo encontró. Peleó hasta el final, incluso después de que Varas fuera expulsado y se quedara con nueve jugadores. Aguantó Las Palmas, mejor que un Valladolid que nunca se rindió.

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