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Venezuela, de cenicienta a bestia negra

Venezuela gana por primera vez a Colombia (1-0) en la Copa América mostrando una sólida defensa

Ronald Vargas lucha con el colombiano Edwin Valencia.
Ronald Vargas lucha con el colombiano Edwin Valencia.RODRIGO ARANGUA (AFP)

Venezuela llegaba como la víctima propicia para la Colombia cuartofinalista de Brasil 2014, pero se ha llevado el triunfo mostrando lo mejor de su cultura futbolística. Una sólida defensa, herencia del proceso anterior conducido por César Farías, y una pegada contundente frente al arco rival. La cenicienta vinotinto –el mote tradicional que le endilgaron en Sudamérica a los representativos de este país- se ha convertido en la bestia negra de los colombianos en el último tiempo. En los últimos cinco partidos oficiales Venezuela ha ganado en tres ocasiones y ha empatado una vez. Colombia no le gana desde 2007.

El fútbol de este país beisbolero por antonomasia comienza a mostrar rasgos distintivos. Así lo planteó el entrenador Noel Sanvicente, Chita, como lo apodan los venezolanos, al apelar a la memoria futbolística del pasado ciclo. Un equipo armado a partir de un cuarteto defensivo muy firme y con hombres de buen pie del mediocampo hacia arriba. A estos conceptos Sanvicente ha agregado la audacia y el atrevimiento que no tenía la Venezuela de Farías. Porque el equipo en el primer tiempo se paró casi en la mitad de la cancha y supo impedir que James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado recibieran la pelota con claridad. Radamel Falcao y Carlos Bacca deambularon por el frente del ataque colombiano sin opciones.

Era un riesgo jugar con centrales lentos –Oswaldo Vizcarrondo (Nantes, Francia) y Andrés Túñez (Buriram United, Tailandia) – con tanto terreno a las espaldas, pero Venezuela fue un equipo solidario las pocas veces que su defensa fue superada. Cada futbolista corrigió los yerros del compañero con movimientos muy sincronizados y cuando hizo falta meter pierna no tuvo miramientos. Esta Venezuela pega y no solo los aficionados colombianos lo notaron. Un tuit escrito por el expresidente de México Felipe Calderón encendió la polémica en las redes sociales. “Qué pena, qué juego tan sucio del equipo de Venezuela. Parece que los entrenó Maduro”.

El trino de Calderón rompió antes de tiempo la tregua tácita que establecen los venezolanos chavistas y opositores cada vez que juega su equipo de fútbol. Había tal esmero por garantizar esa pausa que en los días previos al duelo con Colombia se hizo viral un video en las redes sociales que invitaba a apoyar al equipo dejando de lado las diferencias políticas. Todo eso quedó en el olvido en medio del partido. El diario oficialista Correo del Orinoco lo calificó como un ataque y mostró en su versión web la airada respuesta del ministro de Educación, Héctor Rodríguez, al exgobernante. Rodríguez no solo lo denunció como un agente del imperio, el clásico latiguillo chavista, sino que impulsó una etiqueta en la que lo calificaba como narcotraficante. También respondió el excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski. “Chiste malo, Presidente. La Vinotinto es de todos los venezolanos y sentimos orgullo por ella”.

Las plazas públicas de los principales municipios de Caracas mostraron el partido en pantallas gigantes. La victoria ha sido una pequeña alegría para un país muy golpeado. Lo ha reconocido el seleccionador nacional Sanvicente en la rueda de prensa posterior al cotejo. El chavismo incluso revivió un viejo tuit de 2012 de su amado líder cuando Venezuela se impuso contra Colombia en un duelo por las eliminatorias al Mundial Brasil 2014 celebrado en Puerto Ordaz. “¡Tremenda Vinotinto! ¡Ese Salomón! ¡Arriba Venezuela! Salomón Rondón (Zenit, Rusia) marcó en aquella ocasión el gol y volvió a repetir este domingo.

Contra Perú, el próximo jueves, la Vinotinto espera seguir sumando más puntos para clasificarse a los cuartos de final. Sería su tercera clasificación consecutiva a las instancias decisivas de la Copa América.

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