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Neymar y el doble sombrero entusiasman a Brasil

Todos corren en la 'Canarinha', pero el único que entusiasma es el delantero del Barça

Neymar, rodeado de jugadores de Perú.
Neymar, rodeado de jugadores de Perú.N. Almeida (AFP)

En el Brasil de Carlos Dunga todos corren, pero solo uno entusiasma. Y además, desequilibra sistemáticamente los partidos. Han bastado 90 minutos de Neymar para deslumbrar al público, a la prensa especializada e incluso a su país, huérfano de cualquier otra señal que conecte este equipo en plena reconstrucción con el tradicional pais do futebol e do jogo bonito.A los 23 años, el delantero del Barcelona es el jugador más joven en anotar 44 goles con Brasil y solo tiene a cuatro futbolistas por delante en la clasificación de goleadores históricos de La Canarinha: Pelé, Ronaldo, Zico y Romario. Lleva ocho tantos en los siete últimos partidos con la selección. Pero más allá de estadísticas, Chile despertó ayer rendida al repertorio de Neymar en el triunfo de Brasil ante Perú. Según publica la prensa deportiva catalana, el astro brasileño será atado por los azulgrana hasta 2020, con una cláusula de rescisión equivalente a la de Leo Messi.

Seis disparos

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Fue la actuación más descollante del campeonato hasta ahora: un gol, una asistencia maravillosa, un doble sombrero que raras veces se ve en la máxima competición, seis disparos a puerta, un tiro imparable al larguero y una constante amenaza por la cercanía del área peruana. Veloz y creativo, fue un placer ver a Neymar jugar al fútbol en la fría noche de Temuco, donde las otras señales positivas de Brasil —el marcaje de Miranda a Paolo Guerrero, la movilidad de Willian y la solvencia de los laterales Alves y Filipe Luis, todo ello mucho menos vistoso que la actuación del 10— han quedado en segundo plano para la hastiada prensa brasileña.

Neymar fue el salvador. Además de todo ello, ejerce de capitán. Pese a sus ocasionales chiquilladas, su liderazgo en una selección emblemática a los 23 años es sorprendente. Es el jefe, el artista, el que mete los goles y el que habla con los árbitros. En Brasil no tiene a los socios privilegiados del Barcelona, pero nadie le hace sombra. Es definitivamente el máximo (¿único?) competidor de su amigo Messi para ser la gran estrella de esta Copa América.

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