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EL PALOMERO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Buenos, mejores, grandes

Como cada lunes y jueves, la actualidad, deportiva o no, pasada a través de la peculiar lupa de Juanma Iturriaga

LeBron saluda a Curry, en la final de la NBA.
LeBron saluda a Curry, en la final de la NBA.EZRA SHAW (AFP)

08/06 Lunes

Una de las imágenes que se me han quedado grabadas de mi infancia es la de Mohamed Alí proclamando a grito pelado que era el mejor. Lo hacía después de un combate, en el pesaje o siempre que hubiese un micro cerca. A mí me hacía mucha gracia, pues aunque estoy seguro de que Alí se creía elegido por los dioses, intuía divertidos tintes circenses en sus poses, sobresalientes dotes actorales puestas al servicio de la creación de un personaje que alternaba con naturalidad el rigor del entrenamiento con un hilarante histrionismo.

Pienso en el inicialmente conocido como Cassius Clay escuchando a Lebron James, que después de perder el quinto partido de la final de la NBA (a pesar de otra actuación superlativa) y preguntado por la confianza que tiene de poder darle la vuelta a la serie, ha soltado otra perla: “Confío porque soy el mejor jugador del mundo. Así de simple”. A diferencia de cuando veía a Alí, no consigue arrancarme ni una mueca de sonrisa y me hace preguntarme para cuándo el campeonato mundial de egos. Imagine el lector un Lebron-Cristiano o un Fernando Alonso-Jordan (acaba de afirmar a sus 52 años que ganaría 1x1 a cualquiera de los jugadores del equipo del que es propietario, los Hornets). Mejores peleas que el Mayweather-Pacquiao.

La moda de las pitadas se extiende. La final de Copa, Piqué, y ahora Jorge Lorenzo, que ni ganando en casa se libró de una buena. No sé, empiezo a pensar que si no te pitan, no eres nadie.

09/06 Martes

Fernando Alonso dice que su escudería McLaren debería pensar ya en el 2016. Vamos, que ha verbalizado lo que piensan el 99% de los aficionados, desengañados hace ya semanas de las continuas promesas de mejora que nunca han llegado. La escudería y también el piloto han sido como ese moroso que siempre que le preguntas cuando te va a pagar, te suelta que la semana que viene. Más sincero y realista parece el anuncio que hasta al menos el año que viene no tendremos nada que echarnos al bolsillo. Al menos hasta entonces no habrá más engaños.

Hoy he descubierto algo que no sabía. Resulta que existe la llamada Diputación de la Grandeza de España, que como su propio nombre indica, está formado por los Grandes de España. ¿Y qué es un Grande de España? Pues alguien al que en algún momento, un rey, por la razón que sea, le nombró Grande y cuyo título pasa de padres a hijos por la misma razón que se hereda la realeza. Porque sí. Como les ha ido a visitar Felipe y Letizia con motivo de su 200 aniversario, ahí tenemos las fotos de unos cuantos de ellos, que en total son unos 300. Todos juntitos, encantados de compartir su grandeza. Sólo he echado de menos alguna instantánea de los Lannister, Starks o Baratheon. Que seguro que andaban por allí, pues son de la misma época.

10/06 Miércoles

Hay muchas formas de jugar a baloncesto. Sin duda. Todas respetables. Ahora bien, unas llenan pabellones y otras los vacían. Unas atrapan al espectador y otras te hacen aficionado…a otros deportes. Esta madrugada se ha consumado el triunfo de los Warriors en la final de la NBA y creo que es una gran noticia para este deporte, pues recompensa una forma de jugar atractiva y generosa con el espectador. Mi decepción por la no coronación del Madrid la temporada pasada (no provocado por cuestiones de escudos sino por un estilo que me reconcilió con el baloncesto) se ve compensando en esta ocasión por el éxito de Curry, Kerr y su tropa. Sí, amigos resultadistas, se puede jugar así y ganar. Y encima te lo pasas mucho mejor. Como jugador y como espectador.

En Madrid se confirma lo que sospechábamos después de su apoyo a la opción Scariolo y la disponibilidad de Mirotic, sobre el que sigo pensando que si ha dado el paso es porque tiene la seguridad de ser convocado. Pero ese es otro asunto. El de hoy es que Pau Gasol estará en el Europeo. Pues qué bien. Su presencia es como una llamada de trompeta para el reagrupamiento de fuerzas. A ver quién es el guapo que ahora se borra (salvo Marc, que para algo es de la familia) si no hay una lesión por medio. La verdad es que la rueda de prensa de Pau ha sido todo una demostración de sensatez. El tiempo se acaba y el que mejor lo sabe es él. Por eso quiere aprovechar al máximo lo que le queda en el convento, volverse a reunir con sus amiguetes para pasar un buen verano y hacer lo que mas les gusta, competir. Además (siempre he pensado que era una poderosísima razón para no renunciar este año) se resiste a que el último recuerdo de esta increíble generación sea la dolorosísima derrota. Quieren cambiarlo por unos cuartos Juegos (podrían ser los quintos para Navarro, si no se nos descuajeringa antes) algo mucho más acorde con su trayectoria. Que así sea.

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