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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Siempre competitivas

El equipo ha cumplido los dos objetivos de este campeonato: lograr una plaza en el preolímpico y además alcanzar una medalla que mantiene una secuencia histórica

Las jugadoras, con la medalla de Bronce. Foto: FEB/ Vídeo: ATLASFoto: atlas

El bronce de España es la medalla de la regularidad competitiva. Un éxito. La semifinal ante Francia fue una final anticipada, un partido feo y tenso entre dos equipos que se respetaban mucho y que se decidió por pequeños detalles. Nosotras las ganamos en 2013 en su casa y esta vez cayó de su lado. Pero el equipo ha cumplido los dos objetivos que se marcó en este campeonato: lograr una plaza en el preolímpico y además alcanzar una medalla que permite mantener la secuencia histórica que arrancó en 2001. Con una baja tan importante como la de Sancho Lyttle, la selección ha sabido pelear siempre; solo perdieron uno de los diez partidos y ganaron en la segunda fase a Serbia, la campeona al final.

En un torneo tan largo y tan equilibrado siempre hay momentos mejores y peores, pero la actuación general ha sido excelente. La FIBA se debería replantear un calendario de 18 días de competición porque no hay cuerpo que aguante esa exigencia física y sobre todo mental. Más aún para un equipo como España, que juega con ese nivel de intensidad y presionando a toda cancha. Los únicos aspectos a mejorar son el tiro exterior [41 de 138, 29,7%] y los tiros libres [71,4%] que esta vez han estado por debajo de lo normal. Pero lo que se mantiene indeleble es la competitividad siempre. Esa es la imagen de marca de un equipo que ha gestionado a la perfección el relevo generacional sin bajarse del podio.

Desde 2001, solo ha habido un borrón, en 2011. En aquella ocasión, tuvimos el lastre de las lesiones que sufrimos Sancho Lyttle, Marta Xagay y yo, pero siempre que el grupo ha estado al completo ha rendido a la perfección. La constante colección de medallas y el hecho de estar en el podio en siete de los últimos ocho Europeos nos ha permitido asentarnos en la élite. Con el talento y carácter fuimos perdiendo el miedo a todos los rivales y nos fuimos ganando el respeto de equipos que antes eran inalcanzables. Paso a paso, comenzando de cero en cada torneo hemos ido derribando barreras y alcanzado medallas de todos los colores.

Ahora, paso a paso también hay que alcanzar los Juegos de Río para asaltar el reto olímpico. Primero, 2016 y al fondo del camino el Mundial de 2018.

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