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Hamilton se reafirma en Silverstone y Alonso logra su primer punto

El británico supera de nuevo a Rosberg y deja atrás a Vettel y a los Williams de Massa y Bottas. Carlos Sainz abandona la prueba

Oriol Puigdemont
Hamilton, en Silverstone
Hamilton, en SilverstoneGEOFF CADDICK (EFE)

Por un momento la mayoría de los aficionados que abarrotaron un circuito de Silverstone a reventar (140.000 asistentes) pensaron que podían haber asistido al punto de inflexión que este campeonato pide a gritos. Los dos Mercedes, el de Lewis Hamilton y el de Nico Rosberg, parecieron quedarse medio clavados en la parrilla cuando se dio la salida, sin que sus ocupantes pudieran impedir que los Williams de Felipe Massa y Valtteri Bottas les abrasaran y se colocaran al frente del pelotón.

Es incontestable que los monoplazas de la escudería de Grove han dado un paso adelante en términos de equilibrio. Pero ni el Williams está aún a la altura del Mercedes ni tampoco sus corredores al nivel de Hamilton, que en la mejor carrera hasta ahora se adjudicó su quinta victoria del curso y la tercera que logra delante de su gente. Nico Rosberg certificó el sexto doblete de la marca de la estrella de un total de nueve posibles y Sebastian Vettel completó el podio. Fernando Alonso sumó su primer punto de la temporada, Roberto Merhi terminó el 12º y Carlos Sainz sufrió un apagón en el volante de su Toro Rosso que le dejó en fuera de juego.

Al actual campeón se le complicó el trabajo para delicia de la hinchada, que por un día le vio obligado a arremangarse y a desempolvar esa versión tan cañera que le hizo famoso. Se vio de nuevo aquel tigre enjaulado que tan mal lo pasa y que hace lo imposible por adelantar: por la izquierda y por la derecha, ahora te meto el morro y ahora clavo los frenos, por más que finalmente recuperara el liderato en los talleres.

Alonso, en Silverstone
Alonso, en SilverstoneMark Thompson (Getty Images)

El piloto de Tewin Iba colocado el tercero pegado al trasero de Bottas cuando le reclamaron desde el garaje. Fue el primero en entrar (19º giro), circunstancia que le confirió una ventaja que terminó siendo definitiva: salió en cabeza y ya no dejó de comandar hasta cruzar la meta sin que nadie pudiera ni siquiera acercársele. Ni con el asfalto seco ni cuando se cerró el cielo y comenzó a descargar.

Hamilton lo hizo todo bien, tanto de manos como de cabeza, y si eso ocurre es muy difícil que alguien pueda ponerle en aprietos a día de hoy. Su monoplaza es un torpedo que lleva un año instalado en la pole y que en Spa, dentro de dos carreras, puede completar una vuelta entera al calendario de triunfos. Él ya encadena 16 grandes premios sin bajarse del cajón y se encuentra a tres de la mejor marca de la historia, los 19 que Michael Schumacher logró entre 2001 y 2002 con Ferrari. Un récord que está muy a su alcance dado el estado de gracia en el que se encuentra y que le permite cuadrar fines de semana tan redondos como este último, en el que además de la victoria y la pole se llevó también la vuelta rápida.

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