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Lecciones de perro viejo

Los últimos 20 kilómetros de la etapa de hoy son los de la Flecha Valona. Y el último es uno de los más largos para un ciclista

SEBASTIEN NOGIER (EFE)

A ver jóvenes… pensaréis que soy un viejo y que vengo aquí a daros lecciones, pero estáis equivocados, las lecciones os las dan vuestros propios rivales. Fijaos en los dos grandes ganadores de la etapa de ayer, el que se llevó la etapa y el que va hoy de amarillo. Aparecieron justo en el momento en el que tenían que aparecer para recoger la cosecha. Antes de eso, aparecieron lo justo para no perder el tren; lecciones de perro viejo.

De Greipel sabíamos que estaba ahí porque tiraba su equipo. Dejó todo el peso de lanzar el sprint al Etixx y permaneció bien soldado a la rueda de Cavendish, que todos sabíamos que era la buena. Y dibujó una sonrisa cuando vio que Renshaw le dejaba sólo en cabeza tan cerca y a la vez tan lejos.

Y que os voy a contar de Cancellara. Allí estaba con el cuchillo afilado por la remota opción de coger alguna de las bonificaciones –tan sólo los 3 primeros- ante corredores más rápidos que él. ¿Y que hizo?. Pues agotar su opción hasta el final y meterle el tubular a un Cavendish egoísta que se dejó llevar cuando los otros dos galgos le mojaron la oreja, sin acordarse de un Tony Martin al que tanto debe. Y esa ambición le regaló el amarillo. Anda que estarán contentos los Etixx que ya se veían con los dos premios gordos y no se llevaron ninguno…

Pero no estoy aquí para hablar de ayer, que eso ya es pasado, sino de lo de hoy. Aunque permitidme un último apunte: lo de ayer fue peor de lo esperado y lo siento mucho por vosotros; fue duro, lo sé, y esto acaba de empezar. Yo ya me lo imaginaba y no os quería meter el miedo en el cuerpo, pero fue peor de lo que yo pensaba debido a las tormentas. Os evité cierta dosis de tensión porque hay que dosificar el “stress”, que esto es muy largo; pero os merecéis mi enhorabuena sólo por haber sobrevivido.

Bien, ni hoy tenemos la Flecha Valona ni mañana la Roubaix. Esto es el Tour y hoy es la tercera etapa y mañana la cuarta, y sabéis que son 21. Pero los últimos 20 kms sí que son los mismos de la Flecha, y no hace falta que os cuente que el último kilómetro es uno de los más largos que os encontraréis en vuestra carrera deportiva. A los que tenéis que disputar, tan sólo un consejo: paciencia y no os precipitéis. Los metros no pasan en el Muro de Huy, y os acordaréis de la madre del que puso las pancartas porque parece que nunca llega la siguiente. Sobre todo a partir de la de 500 metros, donde pensaréis que no falta nada pero aún os quedará un mundo.

Y antes de eso os tocará evitar las caídas, pues el embudo después de las rotondas cuando dejéis el canal va a ser de los históricos. A 31 kms de meta pasaréis el sprint intermedio y la carrera se lanzará ya sin tregua. El terreno de los últimos 20 kms es un sube y baja continuo, con dos cotas puntuables y alguna más que no puntúa. Estrecho, duro y sin el más mínimo descanso.

Purito y Valverde saben bien lo que es ganar ahí arriba, los de la general estarán todos ahí limando, y ojo con la guerra por el maillot amarillo porque Dumoulin se encuentra ante la oportunidad de su vida, pero Cancellara es un hueso duro de roer (con esto se que no os descubro nada nuevo, lo sabéis mejor que yo).

Ánimo jóvenes, vamos a por ellos y sobretodo llegadme enteros, que empiezo a ver párpados caídos y hoy hay que tenerlos bien abiertos.

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