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Djokovic sale del lío ante Anderson

El serbio remonta dos sets adversos frente al sudafricano (6-7, 6-7, 6-1, 6-4 y 7-5 después de tres horas y 47 minutos, y dos días de juego) para citarse en los cuartos con el croata Cilic

Alejandro Ciriza
Djokovic, al finalizar el partido ante Anderson.
Djokovic, al finalizar el partido ante Anderson.Clive Brunskill (Getty)

Entre las masas de aire que recorren Londres de un extremo a otro este martes, Novak Djokovic logró un billete para los cuartos de final de Wimbledon. Lo hizo al vencer por 6-7, 6-7, 6-1, 6-4 y 7-5, después de un doble episodio frente al gigantón Kevin Anderson que se estiró hasta las tres horas y 47 minutos de partido. El serbio, defensor del título obtenido el año pasado en el All England Club, se medirá mañana al croata Marin Cilic, verdugo (6-4, 4-6, 6-3 y 7-5) de Denis Kudla.

Después de que el duelo tuviera que ser interrumpido ayer (de mutuo acuerdo) por la escasez de luz, hoy se reanudó a mediodía. Pese al cambio de jornada, los parámetros fueron exactamente los mismos. Anderson, un sudafricano que ronda los dos metros (1,97) y ocupa el 14º escalón del ránking, mantuvo su esquema de pegada. 83% de puntos retenidos con su saque y 71 winners, además de 49 subidas a la red (29 con acierto).

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Mientras, Nole no entró al trapo. Él buscó los intercambios y el juego más pausado, a la espera de que su rival cediera por sí solo. Acusaba el serbio la fatiga del día anterior, los dos sets en contra que tuvo que remontar y que a estas alturas del torneo pueden suponer una rémora muy seria en las jornadas venideras. Nole equilibró el duelo ayer y lo finiquitó hoy, con templanza y buen hacer, pero en su rostro ya no se adivina esa sensación de superioridad que desprendía hasta que el suizo Stanislas Wawrinka le puso los pies sobre la tierra hace poco más de un mes, en París.

El episodio de hoy, creían muchos, podía ser otra trampa mortal. De ahí el rostro de su técnico, Boris Becker, compungido en la grada. Al final, no fue así. Djokovic tuvo el tenis y el temple necesario para desconectar al sudafricano, que cuando tuvo que dar un paso adelante se le encogió el brazo y perdió demasiado fuelle. Al final cometió 41 errores no forzados, por los 19 del rey del circuito, y solo aprovechó una de las ocho (12%) opciones de ruptura de las que dispuso.

Ha sido, sin duda, uno de mis partidos más difíciles en Wimbledon"

“Tiene un servicio extraordinario. Ha sido, sin duda, uno de los partidos más difíciles que he jugado en Wimbledon en toda mi carrera. Traté de defenderme y aprovechar mis posibilidades. Estuvo dos sets abajo… Esto me da mucha confianza para el próximo partido”, zanjó Nole, que después de firmar la victoria resopló como un búfalo. No era para menos, se había metido en un buen lío.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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