Muguruza, ante el ‘cuchillo’ Radwanska en semifinales

"¡Si, yes, ja, oui, 是的 SEMIFINAL!!!!". Después de vencer (7-5 y 6-3) a Timea Bacsinszky y atusarse para atender a los periodistas en la sala de prensa principal del All England Tennis Club, marco acorde al estatus que ha alcanzado en el torneo (antes comparecía en las reducidas salas anexas), Garbiñe Muguruza estaba radiante. Lo transmitió primero allí, en el backstage, y más tarde a través de Twitter, donde se expresa con frecuencia y donde cuenta ya con 55.200 followers. Junto al mensaje, una instantánea de su celebración, brincando sobre la hierba de la pista 1 de Wimbledon.

Este jueves, día histórico para el tenis español, luchará por la gran final del major británico en la central, en uno de esos grandes escenarios en los que ella se siente más cómoda. Una pista en la que en los primeros siete días tan solo se disputaron nueve partidos del cuadro femenino, por 15 del masculino.  "En realidad, no va a ser mi primer partido allí", precisó la hispano-venezolana, que hace dos años ya pudo masticar el silencio que preside La Catedral en un duelo frente a la británica Anne Keothavong. "Fue de chorra. Me tocaba jugar en la pista 27, pero no sé qué paso y nos trasladaron allí. Es impresionante", admitió Garbiñe, hija de José Antonio y Scarlet.

Después de hacerle un guiño a la historia, de convertirse en la primera española que llega tan lejos en el torneo desde que lo lograse Arantxa Sánchez Vicario, en 1997, Muguruza quiere más. Es, por naturaleza, una chica incoformista. Tiene una oportunidad de oro, pero antes se avecina un cuchillo que domina el juego sobre la hierba a base de cortados y liftados: la polaca Agnieszka Radwanska, 13 del mundo y 26 años, cinco más que ella. La jugadora que ha firmado los mejores golpes (Shot of the Year) en los dos últimos años.

En sus cuatro duelos previos, la polaca venció en dos y Garbiñe se llevó los dos últimos, este año

"Es una estupenda jugadora y aun más en hierba. Aquí ya ha jugado la final [en 2012, contra Serena Williams] y eso lo dice todo", señaló Garbiñe, que enfrente se encontrará a una rival con un patrón de juego similar al de Bacsinszky, pero uno o dos puntos por encima de esta. "Creo que está al 50%", precisó la polaca, que en su día se encaramó al número 2 del ránking (julio de 2012) y que ha levantado 14 títulos de la WTA; "Ella está jugando un gran tenis ahora, de eso no hay duda. Nunca nos hemos enfrentado sobre césped, así que va a ser un desafío", dijo la tenista de Cracovia, mujer de carácter; el suficiente, al menos, como para prescindir este años de la asistencia de Martina Navratilova, nueve veces campeona en Londres.

En sus cuatro enfrentamientos previos (ninguno sobre hierba), Radwanska se ha impuesto a Muguruza en dos (Miami, en 2012, y en el Abierto de Australia, en 2014), mientras que la hispano-venezolana se ha adjudicado los dos últimos (en Sydney y Dubái, ambos este año). "La experiencia es muy importante, sobre todo en un Grand Slam. A veces, cuando estás ahí por primera vez no tienes nada que perder", afirmó la polaca, diestra, de mucha movilidad gracias a su 1,73. En su currículo figuran, además, las semifinales de Melbourne (2014) y los cuartos de París (2013).

Williams ha ganado a la rusa en los 16 últimos pulsos, todos desde 2004

Al margen del Muguruza-Radwanska, por el otro lado del cuadro, un duelo estelar: Serena Williams contra Maria Sharapova, las divas del circuito. La estadounidense derribó la resistencia de Victoria Azarenka (3-6, 6-2, 6-3) con 17 aces, algunos de ellos de hasta 190 km/h. La rusa, mientras, se deshizo de CoCo Vandeweghe (6-3, 6-7 y 6-2). "Sé que llevo 10 años ganándole [en concreto, los 16 últimos partidos entre ambas, todos desde 2004], pero también sé que ella viene jugando muy bien y ahora no tiene nada que perder", advirtió Serena.

VÍDEO: Radwanska, los dos mejores golpes en 2013 y 2014.