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Homenaje a Casillas con reprimenda

Florentino Pérez convoca al capitán blanco a un acto de despedida para advertir en público que el jugador se va del Real Madrid porque esa es su voluntad y que la relación entre ambos es “espectacular”

Diego Torres
Casillas se despide de los aficionados del Bernabéu junto a los 19 títulos que conquistó en sus 19 temporadas en el primer equipo del Real Madrid
Casillas se despide de los aficionados del Bernabéu junto a los 19 títulos que conquistó en sus 19 temporadas en el primer equipo del Real Madridalejandro ruesga

Iker Casillas ya se había despedido del Madrid, el domingo por la tarde, cuando los dirigentes del club se pusieron en contacto con su representante para convencerle de que el jugador debía acudir al Bernabéu en la mañana de ayer, a otro acto, esta vez presidido por Florentino Pérez. La ceremonia, celebrada en el palco de honor después del mediodía, tuvo menos de homenaje que de reprimenda pública. Casillas se sentó junto a los directivos mientras el presidente del club leía un discurso de pie en el atril de un escenario prefabricado, para explicar que Casillas se marchaba porque quería y que su presencia se debía a la publicación, la víspera, de “informaciones confusas”. Fuentes de la directiva aseguran que el mandatario se refería a la entrevista concedida por los padres del portero al diario ‘El Mundo’ en donde acusaron a Florentino Pérez de haber “montado una campaña de desprestigio” contra su hijo desde 2010.

“¡Florentino dimisión!”

Durante años, hasta que se compró su propio apartamento, Casillas guardaba la medalla que lo acreditaba como campeón de la Champions de 2000 en el cajón de su mesa de noche, mezclada con una confusa variedad de objetos personales sin demasiada importancia. El portero del Madrid nunca fue un hombre ceremonioso. Nunca manifestó la debilidad que los más vanidosos de su oficio sienten por los ritos esotéricos, los símbolos, las copas y las vajillas. Así es que ayer, cuando Florentino Pérez, el presidente del club, le persuadió de acudir al Bernabéu con el pretexto del homenaje, el futbolista se vio arrastrado sin desearlo a la foto protocolaria con las copas que ganó para el club. Tres Champions, dos Intercontinentales, dos Copas del Rey y cinco Ligas compusieron el relicario en el círculo central del rectángulo verde.

Gracias a la exhibición de títulos todos pudimos comprobar que el trofeo de la Champions de 2000 es ligeramente más pequeño que el del 2002 y que el del 2014. Por lo demás, el muchacho, de 34 años, se mostró serenamente emocionado. Como buen castellano viejo, no incurre fácilmente en la grosería de la felicidad.

Florentino Pérez lo acompañó en el primer acto de la ceremonia pero no se asomó a la gradería. A la hierba bajó solo el futbolista. Allí posó para las cámaras y saludó al millar de personas que se amontonaron en las tribunas, avisadas por la noticia de su presencia, esa misma mañana. Los hinchas dedicaron tanta energía a saludar al héroe como a rendir cuentas al presidente en coros multitudinarios y espontáneos: “¡Que salga Florentino!”, gritaban. “¡Florentino dimisión! ¡Florentino dimisión!”.

“Como todos sabemos Iker Casillas se despidió ayer”, dijo Florentino Pérez, en el arranque de su alocución, “y quería estar yo hoy aquí para hablar de esta despedida que tiene una enorme trascendencia para este club. Le he pedido además a nuestro gran protagonista, a Iker, a nuestro gran capitán, que estuviese hoy aquí conmigo porque se han publicado en algunos sitios informaciones confusas que quizás es necesario aclarar porque no se corresponden con la realidad”.

El presidente se pronunció durante unos minutos con aire sombrío. “Iker nos deja porque ese ha sido su deseo”, dijo. “Un deseo que nos trasladó y que nosotros solo podemos aceptar porque se ha ganado ese derecho. Nadie del Real Madrid le ha pedido que dejase el club. Iker lo consideró hace unos días cuando recibió una oferta del Oporto que nos trasladó de manera inmediata y nos pidió además que la tomásemos en consideración y facilitásemos el arreglo”.

“Iker quería una despedida extremadamente sencilla y austera”, admitió el presidente. “Y en contra de lo que nosotros deseábamos lo aceptamos porque él era, más que nadie, el dueño de este tiempo del adiós que lógicamente ha vivido con mucha intensidad emocional (…). A mí como presidente me hubiera gustado que se retirara en el Real Madrid y así se lo he trasladado en cuantas ocasiones he tenido de hablar con él”.

Acabado el discurso, Casillas subió al estrado junto a su ya exjefe, sin ocultar la extrañeza. “Bueno, está claro que…”, hizo un silencio. “¡Esta ya es la definitiva!, ¿he? Muchas gracias por tus palabras, presidente, muchas gracias por estar hoy aquí, una vez más. Agradecer a los medios, a la junta, a los aficionados que estén aquí en el Bernabéu en donde curiosamente es la primera vez que vengo como jugador del Oporto. Es raro. Pero estoy convencido de que en el futuro habrá momentos que compartiremos con los madridistas”.

La junta directiva se puso en pie para aplaudirle estruendosamente mientras se abrazaba fugazmente al presidente. Las cámaras resonaron y Florentino Pérez se le acercó al oído y le ordenó: “Ya te puedes sentar”.

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Sentado Casillas cual espectador, serio como en una misa de exequias, Florentino Pérez abrió un turno de preguntas y respondió, principalmente, a cuestiones que versaban sobre su aparente indiferencia a la hora de defender al jugador cuando desde las tribunas más amarillistas de la prensa y desde la hinchada se practicó el insulto sistemático. “Yo”, replicó, “he salido siempre en defensa de Iker Casillas”. Luego lamentó que la prensa mundial le criticara por haber llevado la salida del ídolo de un modo tan tortuoso. “Algunos aprovechan cualquier circunstancia para criticarme. Pero a eso ya estoy acostumbrado. Hoy estoy para dar explicaciones a la gente”.

Interrogado por el abrupto cambio de planes del domingo al lunes, Florentino Pérez se explayó como pudo: “Pues mire usted, no ha pasado nada. Yo iba a salir igual sin Iker. Pero le he pedido que venga para que la gente no crea que ha habido algo anormal. Siempre he tenido una relación con él espectacular. Le tengo un gran cariño aunque algunos han querido por ahí decir que mi relación no ha sido tan buena. Por tanto no ha cambiado nada. Lo que ocurre es que a raíz de una serie de temas que se han hablado y no se corresponden con la realidad le he pedido a Iker que si podía acompañarme y me dijo inmediatamente que sí. Ha suspendido su viaje a Portugal y yo se lo agradezco eternamente para que no haya ningún tipo de confusión”.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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