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Trinidad y México empatan en un partido vibrante

Los caribeños consiguen un gol de último minuto y retienen el primer lugar del Grupo C

Luis Pablo Beauregard
La Pantera Jones celebra su gol ante una afición decepcionada.
La Pantera Jones celebra su gol ante una afición decepcionada.NICHOLAS KAMM (AFP)

México ha terminado la fase de grupos de la Copa Oro dejando un mal sabor de boca. Había llegado a disputar el torneo sobrado de confianza, con la intención de quitar a Estados Unidos un título que considera suyo. En el camino las cosas se complicaron tremendamente para el combinado dirigido por Miguel El piojo Herrera, que esta noche liga dos empates por primera vez en la historia de los verdes en la competición. El Tricolor ha pasado a cuartos, pero lo ha hecho a la sombra de la afanosa Trinidad y Tobago, que se quedó con el primer lugar después de haber equilibrado el marcador en un encuentro trepidante.

Miguel Herrera trató de ajustar los errores que cometió en el empate a ceros con Guatemala. Dio descanso a Oribe Peralta, un delantero que anotó tres goles en el primer encuentro frente a Cuba, pero que perdió el norte frente a los centroamericanos. En su lugar envió a la cancha a Giovani Dos Santos, que había sido reclamado por la afición durante todo el torneo para que comenzara de titular. El estadio Bank of America de Charlotte (Carolina del Norte) lo vio arrancar en la punta junto a su hermano Jonathan y Carlos Vela. La mala suerte, sin embargo, lo apartó del campo con una lesión hacia el final del primer tiempo. No hubo gran presentación para Gio, que hoy fichó por el LA Galaxy de la liga de Estados Unidos.

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Paul Aguilar adelantó a los mexicanos con un remate cruzado tras un largo centro peinado por Carlos Vela. Ese era el inicio de un partido vibrante, por momentos desquiciado, con más destellos de coraje que gran fútbol. Veinte minutos más tarde, Vela culminó una veloz jugada con un quiebre frente a Yohance Marshall. El atacante de la Real Sociedad anotaba el segundo sin saber que Marshall se convertiría, más adelante, en un héroe de último minuto.

Los mexicanos trataron de ampliar la ventaja. Vela y Peralta, que había relevado a Dos Santos, dejaron ir sendas oportunidades claras. El equipo siguió funcionando hasta que Trinidad puso a prueba la defensa mexicana. Los caribeños evidenciaron entonces las graves carencias de la última línea, que apenas había visto acción tras medirse a las débiles delanteras de Cuba y Guatemala.

Bastaron tres minutos para que los trinitarios empataran el encuentro. Su gran figura, Kenwyne Jones, tomó un balón en medio campo y lo condujo hasta el área con la fuerza de una locomotora para dejárselo a Keron Cummings, su pareja en la delantera, que anotó ante Guillermo Ochoa. La pantera, como llaman a Jones, remató poco tiempo después con la derecha un centro y logró el 2-2.

Cummings volvería a aparecer para hacer pedazos el área mexicana y remontar el partido. Un potente zurdazo se coló en el poste izquierdo después de que Jones, otra vez, le dejara el balón con el pecho. Fue uno de los mejores goles que ha visto la Copa Oro en la ronda de grupos.

Andrés Guardado, que había sido uno de los mejores sobre el campo, pagó a Trinidad con la misma moneda. Un fuerte disparo desde afuera del área entró con violencia dejando al portero Marvin Phillip sin oportunidad. El festejo mexicano se desbordó, pero aún habría más.

El Tricolor apretaba con ambición de ganar y conseguir el primer lugar del grupo. Héctor Herrera lanzó un centro desesperado cuando el reloj mordía el minuto noventa. Lo único que encontró, sobre el área chica, fue la pierna de La pantera, que empujó el balón en su meta en un inconcebible despeje. El delantero trinitario ponía las cosas 4-3 para México.

El marcador se equilibró por tercera ocasión en un tiro de esquina agónico, cuando los minutos de reposición estaban por agotarse. Joevin Jones lanzó un córner bajo el asedio de la basura que lanzaban los aficionados mexicanos, que presionaban al árbitro para pitar el fin del partido. La curva sobre el aire del balón encontró la frente de Yohance Marshall, que remató con firmeza. Marshall terminó tirado en el césped, cobijado por los cuerpos de sus compañeros. El defensa redondeaba la actuación de un equipo que ha sido la sorpresa en lo que va de Copa Oro, y que se medirá a Panamá en cuartos. Frente a ellos capitulaba México, que hará lo propio frente a Costa Rica en la próxima ronda, y quienes algunos siguen llamando el gigante de Concacaf.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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