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Pedro hasta la Supercopa

El Barça atenderá la voluntad del jugador, que se quiere ir al Manchester United, y negociará su venta tras el título europeo

Pedro, durante el partido ante LA Galaxy.
Pedro, durante el partido ante LA Galaxy.Doug Benc (AP)

No hay nadie en el Barcelona que hable mal de él o que tenga algún reproche hacia su persona. Pedro Rodríguez (Abades, Tenerife; 27 años) se ha ganado el cariño a pulso, futbolista que nunca sacó pecho cuando fue capital en el equipo —se le recuerdan goles en casi todas las finales de la era Guardiola— y tampoco puso una mala cara cuando perdió minutos sobre el césped, primero con Alexis Sánchez (Arsenal) y sobre todo con Neymar y Luis Suárez, que copan la delantera junto a Messi. Tan encomiable actitud ha demostrado en el Barça durante estas ocho temporadas que Xavi, que hizo las maletas este verano hacia Qatar, lo tiene claro. “Deulofeu me preguntó hace dos veranos qué debía hacer para quedarse en el equipo”, relata; “le dije que se fijara y aprendiera de Pedro”. Ocurre, sin embargo, que el 7 se ha cansado de estar en el banquillo, consciente también de que en el próximo verano se juega la Eurocopa y no quiere perder su silla, por más que Del Bosque lo tenga en su agenda sí o sí. También lo quiere el Manchester United, una golosina magnética que se le atraganta al Barcelona.

Goleador de grandes citas

MARTA TRILLO

Los goles de Pedro Rodríguez han sido decisivos en partidos importantes para el Barcelona. En la temporada 2009-2010, el canario marcó en seis competiciones oficiales —único en la historia en conseguirlo—: dio el gol de la victoria en la ida de la Supercopa de España frente al Athletic en San Mamés (2-1) y el tanto decisivo en la final de la Supercopa de Europa contra el Shakhtar Donetsk (1-0). En la segunda jornada de la Champions, marcó el segundo tanto ante el Dinamo de Kiev (2-0); y en la sexta jornada de la Liga, dio el triunfo a los azulgranas frente al Almería (1-0). Por último, en la final del Mundial de Clubes marcó el gol del empate en el minuto 89 frente a Estudiantes, dando paso a una prórroga donde el Barça se haría con su sexto título (2-1).

En la temporada 2010-2011, el tinerfeño fue el autor del gol del empate ante el Madrid que certificaba el pase a la final de Champions de Wembley, donde también marcó. El canterano volvía a abrir el marcador en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey 2011-2012 contra el conjunto blanco (2-2), y batió por dos veces a Gorka Iraizoz en la final contra el Athletic (3-1). En 2013, dio el pase a la semifinal europea ante el PSG (1-1).

El primero en posicionarse públicamente fue el técnico Luis Enrique. “El que se quiera ir será porque pagan su cláusula, si no será difícil. Ya he hablado con Pedro y le he dicho lo que pienso. La decisión es suya”, expuso el entrenador, que aseguró contar con el extremo. Ocurre, en cualquier caso, que los minutos que le dio durante la temporada anterior fueron escasos, sobre todo en importancia: en la Liga jugó 35 encuentros, pero sólo 14 de titular y ocho completos; y en la Champions, desde octavos de final, disputó 75 minutos. Por eso, Pedro le pidió a Luis Enrique que le liberara, porque sabía que saldría perdiendo con la competencia. “Te necesitamos”, respondió el técnico. Aunque su compañero Busquets le defendió: “Me gustaría que Pedro se quedara y que estuviera aquí muchos años, pero entiendo que tenga dudas. Él quiere jugar, pero estamos en un equipo donde están los mejores y es muy difícil”. También se posicionó el presidente Josep Maria Bartomeu: “Si alguien se va es porque lo pide el jugador. Nosotros no queremos que se vaya nadie. ¿Si deberá pagar la cláusula? Pienso lo mismo que el técnico”. Pero tanto él como Luis Enrique y el club saben que le deben una al canario y, por más que ante los micros se remitan a su cláusula de rescisión (150 millones), aceptarán negociar por 25.

“Hasta ahora la intención del Manchester United era interesarse por el jugador y aguardar, no teníamos prisa”, cuenta un empleado del club inglés, sabedor de cómo gestiona la cartera Ed Woodward, vicepresidente ejecutivo del Mufc. Pero en cuanto se venda a Di María —en negociaciones con el PSG—, el Manchester y el agente del futbolista se reunirán directamente con Bartomeu.

La prisa del Manchester

Quiere el United acelerar el proceso del fichaje porque la Premier comienza el 8 de agosto. Pero el Barcelona, en ese sentido, parece menos flexible porque se le ha metido en el entrecejo igualar al equipo de Guardiola, que ganó los seis títulos posibles en su primera temporada y media. “El equipo está hecho, está planteado para tener la plantilla como la tenemos hasta ahora y no prevemos ninguna salida. Pedro nos hace falta y este año podemos ganar seis copas. Luis Enrique quiere a Pedro, todos le queremos”, señaló Bartomeu esta semana desde Estados Unidos, donde el Barça está haciendo la gira de pretemporada. Es por eso por lo que el club tiene claro que no lo venderá hasta que se celebre la Supercopa Europea, el 11 de agosto en Tbilisi (Georgia) ante el Sevilla, que ya le ganó en 2006 (3-0). Entre otras cosas, porque Neymar se reincorpora el 28 de julio y Messi lo hará el 3 de agosto, apenas una semana antes de la celebración del título.

Hoy, precisamente, el Barça se medirá con el Manchester de Van Gaal. Y jugará Pedro, futbolista que recibió su primera ovación el día que se estrenó como azulgrana en el Camp Nou y que Guardiola lo resumió en una frase: “Pedrito se lo merece todo”. Andoni Zubizarreta, exdirector deportivo, le dio la razón con otra sentencia en el verano pasado: “No hay dinero para fichar a un Pedrito”. Sobre todo porque costó 300.000 euros y unos cuantos sacos de balones al San Isidro, club del que llegó en 2006. Aunque después de la Supercopa, habrá que buscarlo.

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