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El Barça y el Chelsea no entienden de pretemporada

El equipo de Mourinho vence por penaltis tras empatar a dos en un partido vibrante. Douglas se lesiona y será baja dos meses.

Suarez y Zouma, en un lance del partido
Suarez y Zouma, en un lance del partido Patrick Smith (AFP)

Hubo muy poco de pretemporada en el FedEx Field de Landover. El Barcelona y el Chelsea protagonizaron la noche del martes a la afueras de Washington un intenso partido, que fue fiel a la tradición de los encuentros entre los culés y los equipos de José Mourinho: ante un público entregado, contó con jugadas polémicas y pelotas disputadas; el Barça tuvo el control del juego, mientras el Chelsea tiró de rápidos contragolpes que pusieron en aprietos a la zaga catalana. Tras empatar a dos en el tiempo regular, los ingleses se impusieron en la tanda de penaltis.

Los cerca de 80.000 asistentes que llenaron el estadio de los Redskins de la liga de fútbol americano disfrutaron de un partido vibrante, en el primer reencuentro entre el Barça y Mourinho desde que el técnico portugués abandonó el Real Madrid en 2013. Tanto Luis Enrique como Mourinho no se lo tomaron como un amistoso: se pasaron de pie buena parte del partido de la International Champions Club, dando instrucciones constantes.

La alineación del Chelsea fue una declaración de intenciones. A cinco días de disputar la Community Shield contra el Arsenal, el entrenador portugués alineó a su once de gala, salvo las ausencias de Terry y Willian. El asturiano, en cambio, reservó a titulares habituales, como Piqué, Alba e Iniesta. Y respecto al partido del sábado contra el Manchester United, solo repitieron en el once Ter Stegen, Adriano, Busquets y Suárez.

El Barça desplegó su habitual juego de toque, con posesiones largas, pero evidenció que está lejos de su estado de forma óptimo

El lateral Douglas se retiró lesionado al poco de iniciarse el partido por una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha. Según los médicos del Barcelona, será baja durante los dos próximos meses.

En su tercer partido de pretemporada, tras la victoria ante el LA Galaxy (2-1) y la derrota ante el United (3-1), el Barça desplegó su habitual juego de toque, con posesiones largas, pero evidenció que está lejos de su estado de forma óptimo. En la primera parte, Busquets, escoltado por el canterano Gumbau y Rakitic, trataba de filtrar pases, ante una defensa bien colocada de los Blues, para las incursiones de Munir, Sandro y Suárez. Los extremos se mostraban muy activos, y encontraban huecos, pero les faltaba acierto ante el gol, igual que un voluntarista Suárez.

Chelsea FC, 2 - FC Barcelona, 2

Chelsea: Courtois; Ivanovic, Zouma, Cahill (Chalobah min. 87), Azpilicueta, (Terry min. 59); Fàbregas (Mikel min. 59) , Óscar (Ramires m. 45), Hazard (Falcao min. 67), Matic; Diego Costa (Remy min. 59) y Kenedy (Willian m. 45) .

Barcelona: Ter Stegen (Masip min. 59); Douglas (Sergi Roberto, m. 16), Bartra, Mathieu (Pique min. 59), Adriano (Jordi Alba min. 59); Rakitic (Rafinha min. 59), Busquets, Gumbau (Iniesta min. 59); Munir (Halilovic min. 73), Luis Suárez (Pedro min. 59) y Sandro.

Goles: 1-0. M. 10: Hazard; 1-1. M. 51: Luis Suárez; 1-2 M. 66: Sandro; 2-2. M. 87: Cahill. En la tanda de penaltis, Chelsea 4, Barcelona 2.

Árbitro: Allen Chapman. Mostró la cartulina amarilla a Mathieu (min. 43) y a Jordi Alba (min. 74)

FedEx Field – Landover, Maryland.

El Chelsea tardó poco en generar peligro. Ter Stegen salvó un cabezazo de Zouma en el minuto dos. En la jugada siguiente, hubo un posible penalti a Suárez tras una buena escapada de Munir, que protestó parte del público. Y en el 10, llegó el primer gol: el belga Hazard, que inquietó durante todo el partido a los defensas barcelonistas, se escapó de tres al borde del área y colocó el balón ajustado a la izquierda del arco.

En el 25, Hazard la tuvo de nuevo con un disparo de falta que escupió el larguero. Y a los pocos minutos, una escapada de Diego Costa a pase de Cesc Fàbregas -en su primer partido contra el Barça desde su salida hace un año- rozó el poste largo. Pero el control seguía siendo de los culés.

Ante gritos de "Barça, Barça" de un público festivo -dividido entre ambos equipos-, Suárez, Sandro y Rakitic protagonizaron ocasiones peligrosas, pero no lograron atinar a gol.

El descanso le vino bien al triple campeón de la temporada pasada. En el minuto 51, tras sentar con un quiebro al defensa Cahil, Suárez picó el balón por encima de un desprevenido Cortouis. El empate hizo justicia con el uruguayo. Tras la entrada al campo, en un cambio masivo de jugadores, de Piqué, Iniesta y Pedro, el Barça ganó en templanza. Con las líneas más juntas, el peligro parecía inminente. Y en el 66, Sandro se sacó de la chistera un golazo: en una esquina del área sorteó a un defensa y colocó un disparo con rosca al fondo de la red de Courtois.

Tras filtrear con el empate, el Chelsea lo logró a cinco minutos del final: Cahill remató de cabeza en una mala salida del portero Masip. Iniesta rozó el gol en el último minuto y luego llegó la lotería de los penaltis. Los fallos de Piqué y el canterano Halilovic dieron la victoria al Chelsea. El próximo partido del Barcelona será el domingo contra la Fiorentina en Florencia.

Pasión futbolera y música festiva

EL PAÍS (LANDOVER)

"Venimos de Ohio sólo para ver el partido", comentaba Scott Reinhart,
aficionado del Chelsea, dos horas antes del partido en los pasillos
del FedEx Field, a las afueras de Washington. "Compramos las entradas
media hora después de que salieran a la venta. Es un regalo de
cumpleaños para mi hijo", decía Reinhart, que vive a unos 500 kilómetros
de Washington.

No era un caso aislado. "Me llamo Marcelo, soy argentino, aficionado del
Barcelona y he conducido cinco horas desde Nueva Jersey para ver por
primera vez a mi equipo", explicaba entusiasmado junto a su mujer.

La pasión por el fútbol se apoderó del FedEx Field la noche del
martes. Cuando no rodaba el balón sobre el césped entre gritos y
cánticos de las aficiones, música festiva atronaba en los altavoces del
estadio, convirtiendo el lugar en un concierto temporal. Aunque la
elección musical para la entrada de los equipos al terreno de juego
parecía la de los combates en el Coliseo romano.

El ambiente fue animándose con el paso de los minutos. Tras un
comienzo silencioso en la grada, la gente se creció tras el gol del Chelsea en el minuto 10. Unos gritaban "¡Barça!", a lo que los otros
respondían con otro rotundo "¡Chelsea!". Al medio tiempo, el
estadio estaba a rebosar y en la grada se respiraba emoción. Con los
penaltis llegó el clímax de la noche. La música sonó hasta segundos
antes de que Iniesta tirara el primero.

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