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El Manchester United, rico entre ricos, tiene en vilo a media Europa

El equipo de Van Gaal, que tras la venta de Di María apunta a nuevas inversiones, inquieta a todos los grandes del continente

Schweinsteiger protege el balón en el partido del United ante San José Earthquakes
Schweinsteiger protege el balón en el partido del United ante San José EarthquakesJOHN G. MABANGLO (EFE)

Hace 22 años que el Manchester United festejó el primer título de la Premier League, la competición que había acogido a los clubs ingleses tras independizarse de su federación y reinventar el fútbol en el país donde nació. Aquel triunfo premió a un grupo de leyenda que escribió el prólogo de un tiempo inolvidable en Old Trafford, donde no sólo llevaban 26 años sin cantar victoria en la competición doméstica sino que languidecía un equipo incapaz de honrar su propio mito. Aquel éxito seis años después de la llegada de sir Alex Ferguson al banquillo tuvo continuidad porque el simpar manager escocés supo manejar la renovación del equipo y aprovechar las opciones que le dio su creciente potencial económico. El United se convirtió en el paradigma de la globalidad de la competición con vocación más planetaria, se adaptó como nadie a una nueva escena que le señaló como una entidad que suscitaba pasiones y atraía divisas en cualquier confín del planeta.

El colectivo que rompió aquella maldición de un cuarto de siglo sin ganar la liga con Cantona, Schmeichel, Mark Hughes, Denis Irwin, Bruce o Pallister como emblemas se renovó con los Fergie babes con Scholes y Beckham al frente. Cuando este último se mudó a Madrid en el verano de 2003 comenzó la única racha durante el último cuarto de siglo en la que el equipo estuvo tres años sin ganar la Premier League. Remontó el vuelo con un grupo al que nunca faltó el eterno Ryan Giggs y en el que emergió el liderazgo de Wayne Rooney, reclutado a base de talonario desde el Everton, y sin duda el de Cristiano Ronaldo.

Falta un delantero 300 millones después

“Necesitamos velocidad y creatividad”, incide Louis Van Gaal cuando efectúa un repaso público de los objetivos de su equipo. Un vistazo al extenso elenco de futbolistas con los que trabaja apunta a que también precisa un delantero que marque diferencias. Un año y 300 millones de euros después el United busca un central de jerarquía y semeja huérfano de un goleador tras el fracaso de Falcao, ahora en el Chelsea. “Cristiano Ronaldo es el tipo de jugador que necesitamos”, lanzó el preparador holandés hace unas semanas en una entrevista emitida por la BBC.

Su primera idea pasa por reubicar a Wayne Rooney de nuevo en la punta del ataque de un 4-3-3, tras unas campañas en las que estuvo dedicado a labores más industriosas. La segunda tendría que ver con la opción de alinear un falso nueve, alternativa a la que se adaptaría no sólo Pedro sino piezas con las que ya cuenta como Mata, Januzaj o Fellaini. Chicharito y el joven James Wilson completan una nómina de atacantes que se antoja escasa tras la salida de Robin van Persie, traspasado al Fenerbahçe por 5 millones de euros. Parece evidente que antes de que cierre el mercado el Manchester United todavía tiene tiempo y motivos suficientes para seguir rompiéndolo.

Ahora, tras ganar las dos últimas ligas el Manchester City y el Chelsea, podría igualar aquella marca negativa y una suerte de urgencia asola Old Trafford: debe volver a ganar y el movimiento de dinero para lograrlo es el mayor de la historia del fútbol. El Manchester United se gastó el verano pasado unos 200 millones de euros en incorporaciones y un año después se estima que pueda llegar también a ese tope. Europa está en vilo ante sus movimientos. Real Madrid, Barcelona, Bayern y Paris Saint Germain se han visto involucrados en un parchís en el que Louis Van Gaal quiere contar de veinte en veinte.

La fuerza del Manchester se sostiene en una musculatura tallado a base de ingresos fuera del alcance incluso de sus competidores. En la gira americana que realizó el equipo durante la pasada semana lució por última vez la casaca roja de la firma Nike. Desde el 1 de agosto le viste Adidas, que se ha comprometido a abonarle 940 millones de euros durante las próximas diez temporadas, algo más del doble de lo que le paga al Real Madrid o al Chelsea (unos 38 millones anuales) y más del triple que al Bayern, que no llega a los 30, cifras en las que se mueve el Barcelona, emblema de la marca americana. Con todo, la facturación por su camiseta no acaba ahí para el United, que recibe 70 millones de euros más por su vinculación con Chevrolet (los dos grandes de la liga española reciben la mitad de sus patrocinadores de origen árabe) y mantiene, entre otros, un lucrativo patrocinio con la compañía aseguradora Aon, que además le ha financiado su reciente gira por Estados Unidos.

Van Gaal, entrenador del Manchester United
Van Gaal, entrenador del Manchester UnitedOtto Greule Jr (GETTY)

El río de oro obliga al triunfo. Quizás por eso David Moyes no disfrutó de la paciencia que jalonó los primeros años de su paisano Ferguson hace un cuarto de siglo en un club que también necesitaba ganar, pero que no movía tanto capital. La impaciencia se refleja en la confección de la plantilla a día de hoy, donde solo una docena de futbolistas sobreviven del grupo que hace poco más de dos años levantó la última Premier para el club, que en toda esta epopeya (13 campeonatos de los 23 últimos disputados) ha superado al Liverpool para convertirse en el equipo más laureado de Inglaterra. Es en esa tesitura en la que Loius Van Gaal trata de construir un equipo, con la reconocida incomodidad de una posible marcha de David de Gea, pero la capacidad de poder persuadir a Sergio Ramos o Pepe con una oferta que obligue al Real Madrid a plantearse una buena inversión para retener sobre todo al central sevillano; con la ductilidad precisa para romper plusmarcas y gastarse unos 80 millones por Di María y venderlo al verano siguiente por 63 al PSG en una operación a punto de cerrarse (el jugador llegó ayer a Doha para pasar la revición médica con su nuevo club de propiedad catarí) y que sería la llave de la llegada del barcelonista Pedro a Old Trafford.

En el centro de todos los rumores, los que apuntan incluso a una mareante oferta por Gareth Bale, los grandes del continente miran este verano a los movimientos del Manchester United, que en las últimas horas ha dado salida a su lateral derecho Rafael al Olympique de Lyon a cambio de tres millones de euros mientras enfoca a su debut liguero el próximo sábado al mediodía, justo el día que Van Gaal cumplirá 64 años, en Old Trafford contra el Tottenham. Resta el recuerdo del inicio del pasado campeonato cuando en los diez primeros partidos el equipo ni siquiera sumó la mitad de puntos en juego.

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