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El Barça redecora sus peñas

El club pretende que el movimiento peñista deje de ser algo “folclórico” y se convierta en un servicio moderno, solidario y social

Bartomeu y Fernández flanquean a los nuevos jugadores del primer equipo en el Congreso de Peñas.
Bartomeu y Fernández flanquean a los nuevos jugadores del primer equipo en el Congreso de Peñas.MIGUEL RUIZ (FC BARCELONA)

La herencia de Joan Laporta al movimiento peñista del Barcelona remite al censo y poco más, pero permitió a la directiva de Sandro Rosell tener datos fiables. En base a ellos, se estableció una línea de trabajo: llevar el movimiento peñista a la realidad social del club en el siglo XXI. El miércoles, antes del Gamper, se celebró el XXVI Congreso Mundial de Peñas, donde el presidente Bartomeu pidió otra vez unión al barcelonismo ante unos 1.000 peñistas, brazo armado del nuñismo, despreciados por el laportismo, usados por Rosell y que Bartomeu parece querer redecorar. A día de hoy, 16.121 socios están ligados a alguna de las 1.267 peñas que el club tiene agregadas: 455 está en Cataluña; en España hay 725; y 87 en el resto del mundo. En total, el censo habla de 152.004 aficionados vinculados al mundo peñista, de los que 82.703 viven en Cataluña.

“Queremos influir en la toma de decisiones del club porque es nuestro, pero también consolidar el compromiso social, ser algo más que un lobby”, dice Antoni Guil

En la última campaña electoral apenas se habló un par de veces sobre las peñas. La primera referencia fue la queja de los precandidatos, que enviaron papeletas a la coordinadora de peñas y no recibieron respuesta. Lo denunció Jordi Farré, líder del colectivo Gent Normal, que no pasó el corte. Envió 5.000 papeletas y le respondieron con un aval. Se sumaron a la queja todos, el primero Laporta, siendo Freixa el más crítico al desprestigiar la estructura de la coordinadora, organizada en 30 demarcaciones territoriales. Bartomeu, sin embargo, se desmarcó. La segunda referencia fue al final, cuando todos los candidatos se subieron al carro de un plan impulsado por el directivo Pau Vilanova, y firmaron el proyecto Siglo XXI.

Directivo responsable del área de peñas, Vilanova promovió un protocolo que se aprobó en abril bajo mandato de Bartomeu, que básicamente está pensado para dinamizar los centros asociativos. O, dicho en plata, para que pierdan “la caspa” y pasen a ser lugares de actividad social vinculados al territorio y a difundir los valores que pretende transmitir el barcelonismo. Vilanova abandera el futuro de las peñas y la esencia de su idea habla de reforzar el movimiento para intensificar sinergias en el tejido asociativo.

El uso de las redes sociales

“Somos 4,4 millones de seguidores en Facebook”, recuerda Antoni Guil, presidente de la coordinadora y de la Peña de Montmeló, que insiste en la necesidad de que los núcleos de seguidores del Barça busquen nuevos modelos de actuación —“ya no vale con una cena anual, se trata de fomentar la presencia social”—, se mejore la autogestión con una mercadotecnia acorde con los tiempos, y se genere un nuevo marco de interrelación. Guil, también alcalde de Montmeló, advierte: “Ya no somos cuatro carcamales reunidos los días de partido ante el televisor cuando el Barça juega fuera o bajando a la ciudad en autocar si hay partido en el Camp Nou. Ahora, queremos seguir el día a día. Desde el equipo de balonmano a la celebración de la Diada, desde la calçotada popular a actividades comunes para servir al pueblo”. Y añade: “Queremos influir en la toma de decisiones del club porque es nuestro, pero también consolidar el compromiso social, ser algo más que un lobby”.

En ese sentido, Pau Vilanova recoge el testigo de la idea de los Barça Kids, una actividad que trataba de dar apoyo a barrios conflictivos para usar el deporte en beneficio de la inserción social. Así, lanza la voluntad del club de que las peñas se conviertan en activistas de la entidad. “Deben difundir el mensaje de valores que pretendemos hacer llegar a la sociedad. Y eso pasa no sólo por cuestiones deportivas, como participar en campeonatos aquellas peñas que ya tengan creados equipos, sino también en colaborar en actos sociales solidarios”. Por lo que se están potenciando peñas que aglutinen a personas con discapacidades físicas o psíquicas para conseguir que, a través del Barça, se procure una mejor calidad de vida a personas que encuentran muchas trabas. “Hemos creado el consejo de solidaridad que trabaja aunando esfuerzos con la federación de peñas y con la Fundación del Barça”, dice Vilanova. La primera gran acción es la activa participación en el proyecto Todos contra la pobreza promovido por la Fundación Rosa Oriol, al que las peñas han dado apoyo activo y que lidera Sor Lucía Caram.

“El perfil asociativo de las peñas ha cambiado”, admite Guil antes de recordar que el 22% de los socios de peñas son mujeres y que el 28% del total remite a la franja de edad comprendida entre los 41 y los 55 años. “No somos cuatro yayos”, insiste, convencido de que las peñas tienen futuro siempre y cuando el club sepa canalizar su potencial. En eso anda el Barça y Vilanova.

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