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OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Lochte, Mireia y Grabich

FRED VERGNOUX
Ryan Lochte, duante la final de los 200m libre
Ryan Lochte, duante la final de los 200m libreHANNIBAL HANSCHKE (REUTERS)

Si Michael Phelps no hubiera existido, estaríamos diciendo que Ryan Lochte es el mejor nadador de todos los tiempos. En la final de 200 estilos lo hizo muy bien. Controlando todos los parciales. Con un gran dominio. Thiago Pereira, un especialista en braza, hizo su parcial en 33,37 segundos. Lochte los hizo en 33,34s. Esto es relevante. Luego, en el final, me dio la impresión de que a Lochte le quedó energía y tiene un margen de mejora. El hecho de que haya puesto en práctica un nuevo nado subacuático de espaldas revela un punto de confianza. Esto es una demostración de su vigencia como nadador. Está de vuelta. Puede que sea uno de los más viejos en estos Mundiales pero a los 31 años sigue siendo el mejor nadador masculino inscrito en Kazán.

La japonesa Natsumi Hoshi ganó la final de 200 mariposa con 2 minutos 5,56 segundos. Esta es la prueba más querida por Mireia y duele pensar que su mejor tiempo es de 2m 4,78s porque le habría valido el oro con un segundo de margen. Es un poco frustrante, pero pensando en Río debemos considerar que si tenemos a Mireia y a Judit Ignacio a tope, en los 200 mariposa de los Juegos tendremos posibilidades de medalla.

Prefiero este escenario a ver a las chinas en 2,2 minutos. Hoshi me mandó recuerdos para Mireia y me dijo que esperaba encontrarse con ella en Río, como hicieron en la final de Londres. Ella en los Juegos hizo una carrera muy parecida; fue acelerando, como aquí, para mantener el ritmo: 28s largos, 32s, 32s y 32s. En Londres nadó los últimos 25 más rápido que Mireia pero llegó un poquito tarde. Si hay diez metros más podía pasar a Mireia. La última piscina de Hoshi es muy buena. Luego tenemos a la alemana Hentke, que en Kazán falló y acabó mal. Y por último, lo de siempre: dos chinas. Y una de ellas, Zhang Yufei, a la que este miércoles vi por primera vez en mi vida. Ha hecho 2,6 minutos en la final y es la número cuatro del 200 mariposa en China.

Katinka Hosszu planificó nadar los 200 mariposa y no llegó a la final. Tiene 26 años y me da la sensación de que en estos Mundiales puede alcanzar la conclusión de que no debe tirarse en todas las pruebas. Porque es la segunda vez que se tira y es la segunda vez que no consigue entrar en la final en unos grandes campeonatos. Así es que creo que para los Juegos ella se centrará en los 200 y los 400 estilos y en pruebas como los 200 espalda.

Respecto a Federico Grabich, el bronce argentino en los 100 libre, demuestra que en este deporte si tienes una piscina de 50 metros, un gimnasio y los nadadores dispuestos, en cualquier país del mundo se pueden conseguir resultados. Él entrenó con nosotros en Sabadell en 2013 y tiene una cualidad que lo distingue y es su fineza para saber coger el agua. Es un feeliing. Su gran problema era cómo acabar bien los 100 metros. Le solía faltar energía en los últimos 25. Pero desde que entrena para el 200 libre está acabando mejor el 100. El trabajo que ha hecho con su entrenadora en Argentina es muy bueno y le ha ayudado. Debería insistir en preparar el 200.

Fred Vergnoux es el entrenador de Mireia Belmonte. Forma parte del equipo español desplazado a Kazán.

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