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Esta Liga no parece la Liga

Por ahora, Barça y Madrid no son los que más gastan en fichajes, sino el Atlético Desde hace siete años no había dos técnicos españoles en los grandes El vacío que dejan Xavi y Casillas es una incógnita Por primera vez puede haber cinco clubes en Champions

José Sámano
Xavi intenta superar a Casillas, en un Barça-Madrid de 2010.
Xavi intenta superar a Casillas, en un Barça-Madrid de 2010.Alejandro García (EFE)

Hay que remontarse a los 174 días que entre diciembre de 2008 y junio de 2009 coincidieron Juande Ramos y Pep Guardiola en los banquillos de Real Madrid y Barcelona para encontrar el último precedente con dos españoles en las pizarras de los gigantes. Ambos, Rafa Benítez y Luis Enrique, tienen similitudes: hicieron prácticas en la Ciudad Deportiva y en La Masia y desde los filiales compartieron experiencias con Del Bosque y el propio Guardiola, dos adelantados. En esta Liga tan atípica, el míster es español, con solo cuatro extranjeros como jefes de la caseta (Simeone, Berizzo, Nuno y Moyes), los tres primeros con vínculos con el torneo como jugadores.

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Benítez y Luis Enrique al frente del clásico reto en la historia de la Liga. Una vez más Barça y Madrid copan el podio de aspirantes del torneo que arranca el viernes. No es un fenómeno nuevo, ni mucho menos, con 32 títulos los blancos por 23 los azulgrana, el 65% del total. Un dato igual de elocuente: en los últimos 30 años han cedido el testigo solo en cinco ocasiones, dos al Valencia, dos al Atlético y una al Deportivo. Un bipartidismo abrumador. Y todo apunta a la misma tendencia, salvo que lo remedie el Atlético, que arranca con un aroma más ofensivo. O el pujante Sevilla, que en el mejor ciclo de su vida se ha reforzado en todos los puestos. Todos al asalto de Messi, que solo ha dejado escapar cuatro Ligas de las once que ha jugado. Con él, Luis Suárez y Cristiano optan al premio de mejor de jugador para la UEFA. Señal del prestigio de esta Liga, proveedora de los últimos campeones europeos, Barça y Sevilla.

Contenido de forma sorprendente Florentino Pérez y con el Barça condenado hasta enero sin dar carrete a los fichajes, la pasarela estival no ha tenido excesivo encanto por ahora. Poca fanfarria, pero una inversión muy parecida. Sorprendente, pero pese a los ahogos financieros de la mayoría, sin los casi cien del Bale o Suárez de turno, de los 480 millones gastados en el verano de 2014 —la cifra más alta desde 2007— se ha pasado a 450 cuando aún faltan dos semanas para el cierre del mercado. Con todo, esta vez pesan más las ausencias que los nuevos. Será extraño un campeonato sin Iker Casillas y Xavi, que han sumado 1.015 partidos de Liga, hilos conductores de la mejor España. Sin ellos, en un fútbol cada vez más mercantilizado y menos fidelizado, Iniesta (14), Gurpegui (14), Messi (12) y Sergio Ramos (11) son quienes más temporadas seguidas llevan en el mismo club.

Real Madrid y Barcelona han ganado el 65% de títulos, 32 los blancos por 23 los azulgrana

A la espera de De Gea y Kovacic, la renovación de Sergio Ramos ha sido el gran fichaje madridista. Por primera vez en los doce años de presidencia de Florentino Pérez, hasta la fecha el Real Madrid no ha encendido las luces de neón. Danilo fue anunciado antes de concluir la pasada temporada, lo mismo que el joven y prometedor Asensio. A ellos se añaden cuatro emigrantes de vuelta, Kiko Casilla, Cheryshev, Lucas Vázquez y Casemiro. Con el mismo bloque, Benítez tiene un reto considerable, lograr mayor solidez defensiva sin perder la chispa de la BBC. Un equilibrio que le dio muchos quebraderos de cabeza a su predecesor, Carlo Ancelotti. Enhebrar a Cristiano, Bale y Benzema en un sistema más ordenado y simétrico es el objetivo del nuevo técnico madrileño, cuyo equipo ya ha dejado entrever cierto empaque durante la pretemporada. Las líneas con pegamento, los laterales contenidos y los tres atacantes cerrando espacios. Bale, que con su renovada imagen —del peinado con cartabón al moño y barba despellejada— parece reclamar más focos, también quiere otro protagonismo en el césped. Benítez parece estar por la labor y ha centrado su posición, por ahora un diez postizo. El galés se distingue en carrera, lanzado con su explosiva zancada. En el eje, de espaldas a portería en muchas situaciones y con dificultades para el toque rápido y el pase filtrado, no le resultará sencillo. Habrá que ver cómo lo lleva Cristiano, cada vez más depredador de área como nueve. Con Keylor Navas como primer titular, otra vez la duda recaerá sobre James e Isco. Salvo renuncia a Benzema, el colombiano o el malagueño tendrán que pasar a la reserva.

Un Barça limitado

Arda Turan, en su presentación como azulgrana.
Arda Turan, en su presentación como azulgrana.Vicens Gimenez

Frente al mismo Madrid, pero reseteado por Benítez, el Barça del triplete mantiene el mismo espinazo, tanto por su corriente ganadora del último curso como por la sanción de la FIFA. Ha dejado muchas dudas defensivas durante la pretemporada y habrá que ver cómo se conduce sin Xavi, tanto en las intimidades del vestuario como en la cancha. Iniesta y Messi, ahora primeros capitanes, nunca fueron expansivos. Con la pelota en juego, Xavi aún tuvo miga en muchos partidos que necesitaron de su temple. Hasta la llegada de Arda en enero, Rafinha puede ser el más adecuado para cumplir con ese papel. Con un equipo titular muy definido, Luis Enrique, que hizo muchas rotaciones en el primer trecho de la última campaña, tendrá que manejar un banquillo no solo sin Xavi, sino casi seguro sin Pedro. Arda y Vidal no estarán a tiro hasta 2016 y, por lo visto en San Mamés, los suplentes son una condena para Luis Enrique, como ya comprobó en Anoeta en enero. Difícil papeleta.

Mientras estudia Benítez, se vuelve austero Florentino Pérez y Luis Enrique se enreda con los reclutas secundarios, el Atlético ha dado el golpe de la pretemporada. Nadie se gastó más. Traspasó mucho y fichó de todo, la enésima mudanza del Cholo. Esta vez, con matices. Arda avanzó que con el argentino se suda más de lo humano y, consecuencia o no, Simeone parece haber entendido el dardo. Al revés que el Madrid, la asignatura del Atlético, que ha doblado su gasto respecto a los dos portaaviones, es la mejora ofensiva. Griezmann, Vietto, Jackson, Fernando Torres, Correa, Carrasco, Oliver... Si alguien tiene opciones de meter la cuña en el duopolio es el Atlético, cuya probeta tiene enjundia: mantener la esencia de los boinas verdes en la retaguardia al tiempo que ser más lúcido en ataque. Simeone desafía a Tim, el técnico brasileño que se liaba con el cobertor: “En el fútbol si te tapas los pies te destapas la cabeza, y viceversa”.

A rebufo del Atlético aparecen Sevilla y Valencia. Ambos se han reforzado de lo lindo, uno al abrigo de Monchi y otro al criterio de Jorge Mendes, el superagante de los superagentes. Pero los dos tendrán una traba considerable, la Liga de Campeones, en caso de que el Valencia logre la clasificación y, por una vez, cinco clubes se afilien al gran torneo europeo. La Champions, como bien saben recientemente Athletic y Real Sociedad, es un peaje considerable. El Valencia, que se activó la pasada temporada, ahora no tendrá descansos semanales como entonces. Si saben regular en la Copa de Europa, ambos están en condiciones de poner tachuelas a los grandes, sea como aspirantes directos o como subalternos quisquillosos en los duelos cara a cara. Y en otro peldaño, Athletic y Villarreal, que suelen competir bien, que tienen colmillo para enredar a cualquiera. El conjunto vasco vuelve a tener vivero, su único sustento, lo que certifica el hecho de que el Bilbao Athletic de Ziganda sea el único filial en Segunda. Por su parte, el equipo castellonense se ha maquillado con jóvenes como Castillejo y Samuel, y campeadores de retorno como Soldado.

Samu Castillejo, en un partido de pretemporada.
Samu Castillejo, en un partido de pretemporada.David Rogers (Getty)

De barullo en barullo

En otro escalón emergen aquellos que cada curso deben renacer, casos del Celta, el Rayo, el Espanyol, el Málaga... Venden cuanto antes, ponen el radar con imaginación y cruzan los dedos. Es otra Liga, la del ingenio. Otros se destiñen en el limbo, como Real Sociedad y Getafe, que han perdido gracia a chorros. El resto debe encomendarse a cualquier embrujo. El repescado Eibar, Granada, Deportivo y Levante tendrán que batallar con las angustias del descenso, una losa colosal. En estos tiempos de apretones, entre la Primera y la Segunda hay en juego la mera supervivencia. Con ellos, tres históricos de vuelta, Betis, Sporting y Las Palmas, un campeón de Liga y dos subcampeones, por puntos el 10º, el 16º y el 19º, respectivamente, en la clasificación histórica. Los tres han sido europeos.

Esta es la Liga menos parecida a la Liga. Al menos al amanecer. Lo que no cambia son los barullos: un calendario retorcido como agravio para la España de la Eurocopa del próximo verano, la necesidad de un GPS televisivo para seguir la pantalla, los poderes directivos enfrentados, supuestos amaños pendientes de juicio... El único remedio: la pelota.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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