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El Athletic pierde la bendición

Los rojiblancos desperdician dos goles de ventaja ante el Zilina y pierden un partido indescifrable

GORKA PÉREZ
Kike Sola pugna con Miroslav Kacer.
Kike Sola pugna con Miroslav Kacer.JAKUB GAVLAK (EFE)

Había dudas sobre si la celebración del título de Supercopa afectaría a un Athletic poco acostumbrado a fiestas de tanta enjundia. Y la respuesta fue triple: sí, no, y todo lo contrario. A la primera de las respuestas acompaña el resultado, sobretodo teniendo en cuenta que el Athletic se adelantó dos veces en el marcador y desperdicio toda la ventaja en los último minutos de partido. A la segunda, sin embargo, responde la alineación de un equipo en el que solo aparecieron tres jugadores de los que asomaron por el once del Camp Nou, por lo que no se puede establecer que los héroes fueran esta vez villanos. Y a la última, para rematar la cábala, responde el flojo nivel de un Zilina, que no demostró armas suficientes para ganar la guerra, y que por el contrario dio la vuelta a una batalla que tenía perdida.

El Zilina corrió y corrió hasta que se dio cuenta de que sin algo que perseguir de nada sirve perder la cabeza. Le duró la gasolina quince minutos, en los que creó algún pequeño fuego en el Athletic, que, sin embargo, supo darle la vuelta al impetu de su rival como hacen los buenos judocas. Metió la primera que tuvo gracias a un gran pase interior de Ibai que Sabin Merino envió a la red tras colocar el balón pegadito al poste. El gol sirvió para demostrar que las velocidades de juego dependen únicamente de si la pelota decide acompañarlas y que despacio se piensa mejor.

Zilina, 3 - Athletic, 2

Zilina: Volesak; Mabouka (Williamm, m. 56), Vavro, Skriniar, Letic; Kacer, Pecovsky, Benes (Skvarka, m. 87); Paur, Jelic, Cmelík (Mihálik, m. 72). No utilizados: Giang, Kralik, Hucko, Mazan.
Athletic: Herrerín; Bóveda, Gurpegi, Laporte, Lekue; Elustondo, Mikel Rico (Beñat, m. 69), Aketxe; Sabin Merino (Williams, m. 74. De Marcos, m.85), Ibai Gómez, Kike Sola. No utilzados: Iraizoz, Yerai, De Marcos, Aduriz, Viguera.
Goles: 0-1. M. 15. Sabin Merino. 0-2. M. 32. Kike Sola. 1-2. M. 65. Paur. 2-2. M. 76. William. 3-2. M. 94. William.
Árbitro: Ovidiu Alin Hategan. Amonestó a Cmelík
Estadio: MSK Zilina Stadion. Unos 9.000 espectadores.

Advirtió Valverde en la previa que el Zilina sería un equipo que atacase desde el primer minuto. No mintió el técnico rojiblanco, que aprovechó semejante osadía para plantear una alineación que supo rebajar las revoluciones de su rival. Con solo tres jugadores que disputaron la vuelta de la Supercopa ante el Barcelona (Bóveda, Laporte y Gurpegui), un equipo sin demasiadas clases particulares consiguió aguantar el chaparrón inicial y hacerse con el control del balón.

Por momentos resultó encomiable el espíritu del Zilina, un equipo con una media de edad notablemente superior a la del Athletic, alrededor de los 23 años, y que asumió el partido como quien agarra el micrófono en el karaoke para cantar Nino Bravo con una ronquera importante. De ahí que el segundo gol de los rojiblancos viniera gracias a una cesión de Pecovsky a Kike Sola, al que solo separaban 30 centímetros del portero, y que aprovechó para superarlo por bajo con un remate con la pierna izquierda.

A partir del segundo tanto el ritmo del partido sufrió un bajón. Por más que las piernas de los jugadores eslovacos demostraran el poderío de la juventud emergente, ni uno solo de sus jugadores acertó a sacar de su posición a ninguno de sus marcadores. Sin embargo, en una jugada de barullo en el área la pelota llegó hasta Paur y su disparo rebotó en Lekue y engañó a Herrerín. Sólo en ese momento pareció marearse el Athletic que cayó redondo con el segundo tanto de los eslovacos. William, el único futbolista al que ningún jugador del Athletic supo marcar, se quedó solo ante Herrerín al que engañó con una maniobra tan brasileña como la propia samba para firmar el empate. Pero el carioca no se quedó ahí y en el último minuto del partido envió el balón a la red, ni él tendrá claro cómo lo hizo, para locura de un estadio que acabó aclamando a sus jugadores.

Total, que no hay una sola respuesta a si las fiestas pasan factura al Athletic. Para eso hará falta que se dispute el partido de vuelta. Aunque por el momento va ganando el sí.

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Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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