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Jorge Prado, campeón a los 14

Afincado en Bélgica, el de Lugo es el ganador más joven de Europeo de motocross

Nadia Tronchoni
Retrato de Jorge Prado con su KTM.
Retrato de Jorge Prado con su KTM.ALBERTO LESSMANN (RED BULL CONTENT PULL)

Cristina García es abogada, pero ahora trabaja en una heladería. Jesús Prado trabajaba en una empresa de construcción en Lugo, hoy lo hace en una fábrica a tiempo parcial en la que monta filtros de motos. Desde hace tres años viven con sus hijos, Jorge y Cecilia, en una casita en Lommel (Bélgica), a sólo 3 kilómetros de la frontera con Holanda. “Aquí le llaman ciudad, pero es un pueblo, aunque tiene de todo: piscina, campo de fútbol y un circuito de tierra en el que me entreno muchas veces”, explica el niño, cuyo gran talento explica la migración familiar.

Jorge Prado (14 años) es piloto de motocross. Y el fichaje más joven del equipo KTM, que —como también hizo Red Bull— le ofreció un contrato en 2011, cuando se convirtió en el campeón de Europa y del Mundo de 65cc más joven de la historia. Tenía 10 años. El acuerdo, por cinco años, ya ha sido actualizado. La fábrica austriaca le ha renovado hasta el 2020, antes incluso de este domingo ganase el Europeo de 125cc. Todo un alivio para padre e hijo, que sienten que todo cobra sentido.

Es como Messi jugando a fútbol o Márquez llevando una MotoGP” Ruben Tureluren, mecánico de KTM

Hasta que KTM apareció, la temporada salía a razón de algo menos de 20.000 euros, unos 12.000 sólo en viajes. Suerte que siempre contaron con el apoyo de los patrocinadores, como Metrakit o el laboratorio farmacéutico Nopel; suerte que están rodeados de buenos amigos, como esos que subvencionaron la moto con la que Jorge ganó en 2011. “Sin ellos no estaríamos aquí”, recuerda el progenitor.

Lommel, al norte de Bélgica, fue su destino por razones estrictamente deportivas. Es la catedral del motocross: “En un radio de 20 kilómetros tenemos más de una decena de circuitos”, apunta Jesús. Hay trazados diferentes y con tierra más o menos dura, un escenario perfecto para practicar y mejorar la técnica. La ciudad, su ciudad ahora, es, además, un punto estratégico en Europa para viajar a todas las citas del campeonato.

En Lugo no tenían ni pistas para entrenar, ni competencia real. “Preferiríamos vivir en España, pero estamos aquí por un objetivo. Y, de momento, nos ha compensado”, afirma el padre, el primer aficionado de la familia Prado García al motocross, el primero al que se le ocurrió montar al pequeño Jorge (con apenas tres años) en una moto de trial, disciplina que hoy practica de vez en cuando, como parte de su entrenamiento —“Le aporta equilibrio, tacto con el gas, y disfruta mucho con ello”, señala—, el primero que entendió que el niño tenía algo especial: “Yo practicaba motocross e intentaba hacer una serie de cosas; nunca fui capaz. Sin embargo, a él le salían de forma natural. Sencillamente, se le da bien. Y le gusta más de lo que yo veo que les gusta a otros niños”.

“Hay chicos a los que les tienes que explicar las cosas una, dos y tres veces. Jorge lo ve y ya sabe hacerlo”, reconoce Stefan Everts, director deportivo del equipo KTM Red Bull y ex piloto, en un reportaje reciente de Informe Robinson. “Es como Messi jugando a fútbol o Márquez llevando una MotoGP”, indica Ruben Tureluren, mecánico del equipo.

Preferiríamos vivir en España, pero estamos aquí por un objetivo. Y, de momento, nos ha compensado” Jesús Prado, padre de Jorge

Jorge se entrena cada día: con la moto lo hace tres o cuatro veces por semana, realiza entrenamiento físico un par de días a la semana y también bicicleta. Trabaja con un entrenador desde hace tres años que lo trata como al niño que es. “No quiere que llegue quemado a los 18”, explica Jesús. Aunque este último año, en el que el chico ha dado el salto de categoría y ha cambiado la moto de 85cc por la de 125cc, les ha exigido más. “He tenido que trabajar mucho. La moto es más grande, pesa más, las mangas son más largas y los circuitos más bacheados. Es difícil mantener la velocidad al final”, concede Jorge.

Pero lo ha hecho. Tanto que este domingo, 30 de agosto, puede ganar el título. En el año de su estreno. Será en Assen, adonde llega como líder, con apenas un punto de ventaja sobre su compañero de equipo, Josiah Natzke, que tiene 16 años, como la mayoría de rivales de Jorge, que tienen 16 y 17. “Habrá que tomárselo con calma y no cometer errores. Me presiono mucho”, dice él.

Ha cuajado una temporada casi perfecta, a la que sólo le falta la guinda. En casa, insisten, lo único que le piden es que se esfuerce. “Nunca hemos hablado de resultados. Tampoco el equipo, que valora su trayectoria ascendente e incluso le renovó antes de que acabara la temporada”, abunda Jesús, aliviado porque su niño no tenga que estar demostrando cada día por qué supeditaron la vida de toda una familia a sus éxitos futuros.

“Ya lo pasó mal el año pasado, cuando se rompió la tibia porque otro piloto se le cayó encima y perdió la final del Europeo de 85cc. Se vino abajo”, recuerda el padre. No quiere que el chaval cargue con un peso que no le corresponde. “Vinimos porque quisimos”, insiste.

Aunque el chico es bien consciente de los sacrificios: “Mis padres me piden que no le dé vueltas, pero no puedo evitarlo cuando veo que mi madre vuelve cansada de trabajar. Sé que si nos hubiéramos quedado en España tendría otro trabajo. Y, quizá, no volvería tan cansada a casa”.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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