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España cojea por las alas

La baja de Abrines acentúa el problema de la selección con el juego exterior a pesar del gran estado de forma de Rudy

Alejandro Prado
Rudy y Llull, en un entrenamiento.
Rudy y Llull, en un entrenamiento.Sergio Barrenechea (EFE)

Cuando Francia eliminó a España el año pasado, no solo echó a la selección de su Mundial, también dejó al descubierto algunas de las costuras del equipo. Los galos se atrincheraron en la zona y dejaron que los españoles lanzasen de fuera. El resultado: un estrepitoso 2 de 22 en triples que condenó a un conjunto con un juego interior imponente (estaban los hermanos Gasol, Ibaka y Felipe Reyes), pero sin la misma potencia en las alas.

Este año la situación es menos halagüeña si cabe. A las conocidas ausencias de Navarro y Calderón, fiables tiradores, hay que sumar la baja de última hora de Álex Abrines, el hombre destinado a aportar minutos de calidad en el puesto de alero. Sin el barcelonista aumentan las dudas a menos de dos semanas del comienzo del Eurobasket. “Mi idea era que Álex iba a tener un rol importante, pero no ha sido una noticia inesperada. Me la venía venir. Rudy lo hace perfectamente de alero y también tenemos a San Emeterio y Claver que pueden echar una mano”, señaló Scariolo tras el partido del sábado ante Macedonia, el mejor con diferencia de los cinco jugados hasta ahora en la fase de preparación.

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Fernando San Emeterio y Víctor Claver son los únicos aleros puros del combinado, pero la idea de Scariolo parece que es sobreexplotar a Rudy en ese puesto. Pese a ser un escolta y tener un físico liviano, el jugador del Real Madrid está más que habituado a moverse en el puesto de tres y tener que vérselas con oponentes muy superiores en peso y estatura, sobre todo en la selección. La incógnita es quién ocupará su sitio cuando el mallorquín no esté en la cancha. San Emeterio, aunque ha recuperado el nivel de hace unos años, salvo sorpresa, tendrá un papel secundario y Claver no ha dado el paso adelante tan largamente esperado.

Durante los amistosos el seleccionador está repartiendo los minutos, pero en el campeonato la rotación menguará bastante. “Tenemos nueve jugadores que puedan aportar y el resto deben estar preparados para hacerlo cuando se les necesite”, explicó Scariolo, que no contempla de momento la posibilidad de hacer jugar a Mirotic de alero.

Precisamente el jugador de origen montenegrino puede ser el factor diferencial con respecto a años anteriores. Por fin cuenta España con ese ala-pívot capaz de lanzar de fuera, algo vital para que la defensa no se cierre en torno a Pau Gasol. Scariolo se decidió por el jugador de los Bulls en detrimento de Serge Ibaka, aunque este no estaba en plenitud física, consciente de que un jugador de sus características puede ser fundamental para el equipo. Ante Macedonia se vio al mejor Mirotic de la gira. “Personalmente, estoy disfrutando mucho. En los primeros partidos tenía ansia por jugar bien. Pero ya estoy más relajado”, declaró tras el partido.

Gira irregular 

La gira de preparación —criticada por la poca entidad de los rivales— está dejando luces y sombras. La selección se mantiene invicta, pero se han visto algunas carencias, tanto en ataque como en defensa. El mal trago ante la modesta Venezuela pasó después de que Scariolo tirase de la base de jugadores del Real Madrid (Llull, Sergio Rodríguez, Rudy y Felipe Reyes) más Pau Gasol para remontar en los minutos finales. El gran estado de forma de Rudy es una de las grandes noticias de esta fase, al igual que el rendimiento del capitán blanco, que sigue viviendo su enésima juventud.

Si la escasez en las alas genera cierta incertidumbre, todo lo contrario sucede con el juego interior. Felipe complementa a la perfección a la pareja Mirotic-Gasol y la irrupción de Willy Hernangómez evitará que Pau se sobrecargue de minutos. Además, Scariolo eligió a Aguilar, otro hombre grande, como sustituto de Abrines. La batuta la llevarán la dupla de bases del Madrid, Llull y Sergio Rodríguez, dejando al joven Guillem Vives el papel de aprendiz para ganar experiencia en estas lides.

La medida de España la dará el campeonato, pero no habrá la oportunidad de rodarse durante la competición porque el fuego es real desde el primer día. De los cinco rivales, solo uno es una perita en dulce, Islandia, los otros son huesos muy duros: Serbia, subcampeona del mundo; Turquía, que presenta un plantel muy completo; Italia, que ha reunido a sus tres jugadores NBA, y Alemania, que contará con el eterno Nowitzki. Pasan los cuatro primeros a octavos, pero hay que procurar situarse lo más arriba posible en el grupo para evitar a Francia, el auténtico ogro de este Eurobasket, Los galos cuentan con Tony Parker para liderar a los Batum, Diaw, De Colo o Gobert. Un equipazo que ha arrebatado a España la etiqueta de favorita que acostumbraba a lucir los últimos años.

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Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

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