_
_
_
_
_
PARA LEER

La leyenda de Zatopek

Dan ganas de seguir acompañando a Emil leyendo este libro en sus primeras carreras por Zlin

Pedro Zuazua

Durante aquella jornada de los Juegos Interaliados de Berlín de 1946, el estadio se había partido de risa al ver a aquel checoslovaco desfilando solo, precedido por el americano que portaba el cartel con el nombre del país participante. Al americano no le hacía ninguna gracia aquello. Y el checoslovaco, algo ofendido, está a punto de llegar tarde a la salida de los 5.000 metros. Minutos después, el estadio brama de emoción ante aquel tipo que dobla a sus rivales.

No se sabe muy bien si Correr (Anagrama), de Jean Echenoz, es una novela basada en la vida de Emil Zátopek o si la vida del corredor era ya de por sí una novela, pero el resultado es una especie de carrera literaria que no tiene nada que ver con las carreras de la vida real. No fatiga. Más bien al contrario, dan ganas de seguir acompañando a Emil, a través de aquellas primeras carreras por Zlin en las que no tenía ningún interés.

Emil corría. Y sonreía. Como cuando en 1952, en los Juegos de Helsinki, ganó el oro en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros, además de la maratón. Y, en medio del esfuerzo, tenía tiempo para mirar a la cámara y bromear. Dicen los expertos que su forma de correr era poco ortodoxa. Su palmarés dice que en el deporte la ortodoxia parece ser secundaria.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pedro Zuazua
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, máster en Periodismo por la UAM-EL PAÍS y en Recursos Humanos por el IE. En EL PAÍS, pasó por Deportes, Madrid y EL PAÍS SEMANAL. En la actualidad, es director de comunicación del periódico. Fue consejero del Real Oviedo. Es autor del libro En mi casa no entra un gato.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_