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Europa sin brillo para el Athletic

Los vascos superan con lo justo al Zilina, que pudo eliminarlos en la última jugada Estarán en el sorteo de la Liga Europa

Herrerín intenta despejar un balón de puños.
Herrerín intenta despejar un balón de puños.Luis Tejido (EFE)

La estival trayectoria del Athletic por la Europa más modesta acabó en éxito y con el premio de una nueva participación en la fase de grupos de la Europa League. Sin brillo y con lo justo ante un modesto que en los dos partidos hizo virtud de la constancia y llevó cerca del límite al orgulloso campeón de la Supercopa, que tuvo que remangarse y hasta pagar una cierta cuota de sufrimiento para cantar victoria. Se sabía superior el Athletic y quizás en esa creencia no acabó de engrasar todas las marchas que se le suponen, cumplió con el deber de marcar el gol que le ponía en ventaja en la eliminatoria y a partir de ahí jugó con el balón en los pies y el reloj en la mano. A veces demasiado y pudo pagarlo en la última jugada del partido.

Empezaron con mesura los chicos de Valverde, como dejándose hacer, sin la habitual codicia de los partidos que deben remontarse en San Mamés. El ambiente era relajado y enfrente estaba un rival bien intencionado, cándido y poco contundente. Pero el Zilina es aseado y hasta comenzó atrevido con el balón, con Iago Herrerín en una inesperada mirilla. Se sucedieron un par de sustitos, la agría sensación para el Athletic de que no acababa de hacerse con el control, pero pronto brotaron los espacios. Padeció el Zilina en cada desmarque de ruptura de los rojiblancos, en cada balón a la espalda de su defensa o porque no acabó de juntarse sin la pelota y San Mamés en ocasiones se le convirtió en una infinita pradera. Comenzó entonces el goteo de oportunidades sin necesidad de que acabase de activarse el inevitable Aritz Aduriz. Llegaron desde la segunda línea como el gol de Gorka Elustondo, un zapatazo desde la frontal, bajo el compás de Beñat, que estuvo llegador y sobre todo se mostró como lo ha hecho en los últimas semanas extremadamente fino con el esférico y esforzado sin él.

Athletic, 1 - Zilina, 0

Athletic: Herrerín; De Marcos, Laporte, Gurpegi, Lekue; Elustondo, Beñat; Susaeta (Mikel Rico, m. 84), Eraso (Aketxe, m. 72), Borja Viguera (Sabin Merino, m. 56); y Aduriz. No utilizados: Iraizoz, Bóveda, Mikel Rico, Ibai Gómez y Kike Sola.
MSK Zilina: Volešák; Mabouka (Mihalík, m. 80), Vavro, Škriniar, Mazáň; Paur, Káčer, Pečovský, Bénes, Jelić (Čmelík, m. 66); y William. No utilizados: Le Giang, Špalek, Škvarka, Letić y Králik.
Árbitro: Strombergson (Suecia). Amonestó a Beñat, Eraso y Aketxe.
Goles: 1-0. m. 23. Elustondo.
San Mamés. Unos 30.000 espectadores

Aceleró el Athletic para dejar atrás a Zilina, pero no dio la sensación de pisar a fondo. O al menos durante más tiempo del aconsejable se manejó en la inquietud de la mínima ventaja. Susaeta tuvo la sentencia a la hora de juego, pero la dejó pasar cuando el Zilina apenas hacía cosquillas. Y llegó el miedo. Sin sentencia, sin juego porque Beñat ya había desaparecido, sin ocasiones de gol que alertasen a los eslovacos, fueron éstos los que dieron un paso hacia delante en busca de la gloria. El último cuarto de hora se abrió con un disparo de Káčer que se fue cerca de la escuadra. Brotó el murmullo en la grada y casi de inmediato los eslovacos pidieron un penalti de De Marcos sobre Paur. Con las líneas arriba y el triunfo tan próximo el Zilina dejó de ser el tímido equipo del comienzo para convertirse en la amenaza de un sonado fiasco. No tuvo tino el Athletic para sentenciar a la contra, desacertado como estuvo con el balón casi toda la noche. Abonó así la incomodidad final de un marcador corto, de permitir un último testarazo de Škriniar que pudo dejarle sin premio. Pero incluso en ese decisivo instante que ya no tenía posibilidad de reparación el Zilina mostró que tenía la mecha corta.

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