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Un herido en el Rally: “Fue como si pasara una apisonadora”

David Villar García, copiloto de rallys y espectador herido en el accidente del sábado en A Coruña, cuenta como vivió la tragedia

Efectivos sanitarios de emergencias en el lugar del accidente.
Efectivos sanitarios de emergencias en el lugar del accidente.O.CORRAL (EL PAÍS)

Iba a competir en el Rally de A Coruña, una de las citas más esperadas en su primer año como copiloto con su hermano, que ya tiene algo más de experiencia en el mundo del motor. “Es un hobby”, anticipa David Villar García, de 23 años. Al final no reunieron el modesto presupuesto necesario para engrosar la lista de casi 140 participantes. “Muchos se hipotecan por competir. Nosotros tenemos claro que no lo haremos, es una afición”. Al final decidió ir al tramo más próximo a Carral como espectador y se encontró de frente la tragedia que dejó siete víctimas mortales y un reguero de heridos, entre ellos él y su padre, que le acompañaba y al que mañana operan en un hospital de A Coruña por una fractura de fémur. David reposa en su casa con un fuerte traumatismo en un tobillo.

Pregunta. ¿Qué recuerda?

Respuesta. Todo. Entró Sergio Tabeayo en la curva y el coche se le fue de atrás y al intentar enderezarlo metió las ruedas de delante en la cuneta. A partir de ahí vi cómo venía hacia nosotros e intenté apartar a mi padre como pude. Fue angustioso verlo debajo de mí tirado en la cuneta. Por la herida que tiene deducimos que le golpeó una rueda en la pierna.

P. ¿Dónde estaban ubicados?

R. A 70 metros de la curva y sobre un talud de metro y medio. Los coches no pasaban cerca sino a unos dos metros del borde de la carretera. No había nadie sentado en la cuneta. Era la zona más segura. La escapatoria natural si un coche se sale de la vía era hacia el otro lado.

P. ¿Había espectadores en esa parte?

R. Sí, pero antes de abrir el tramo pasó el coche con el director de la organización y se paró allí mismo para advertir a la gente que lo desalojase porque era peligroso. Hubo gente que hizo caso y cruzó hacia enfrente, a la zona en la que estábamos nosotros, pero otros se marcharon y al minuto regresaron. Algunos ni siquiera se tenían en pie y estaban fumando porros. Eran cinco individuos y estaban en sentido contrario al que venían los coches y hasta la gente se metía con ellos.

P. La desgracia golpeó a quienes sí respetaron las normas.

R. Así fue. Mala suerte. No es culpa ni de los pilotos ni de los aficionados. Tabeayo deslizó el eje trasero del coche y al intentar controlarlo lo que suele suceder es que las ruedas miran a la cuneta, aquí miraron hacia la gente. Luego lo que ya no sé es si el coche dio volcó o que pasó, solo pensé en proteger a mi padre y escapar.

P. Supongo que es complicado encontrar una explicación a lo sucedido incluso para usted que tiene experiencia en rallies.

R. Sin duda. Ayer fui hasta el lugar del accidente y hay árboles de tres metros que están partidos a unos dos metros del suelo. Es increíble que un coche haya podido llegar hasta ahí.

P. ¿Qué cree que ocurrirá a partir de ahora con los rallies más modestos?

R. Se tiene que trabajar más en temas de seguridad. Soy aficionado a este tipo de competiciones y compito en ellas y le aseguro que veo verdaderas animaladas que ponen en peligro no solo a quienes las cometen sino también a los espectadores que están en los tramos correctamente situados. Los pilotos más modestos nos encontramos muchas veces con que la gente se pone a andar por los tramos pese a que siguen pasando coches en competición por ellos. Se generan situaciones de muchísimo riesgo.

P. ¿Conocía la zona donde fue el accidente?

R. No. Iba a ir con mi padre a la salida, pero al final decidimos ir hacia el tramo. Suerte que mi madre estaba algo indispuesta, porque también iba a venir con nosotros y al final se quedó en casa. Un poco más arriba de donde fue el accidente no era una zona tan segura como lo parecía en la que estábamos. Nos pusimos en el interior, a 70 metros de una curva y en una zona con muchos árboles protegiéndola.

P. ¿Sin árboles habría habido más víctimas?

R. Seguro. Ahora mismo ves esos árboles y están todos aplastados. Fue como si pasara una apisonadora.

P. ¿Era un tramo demasiado largo y exigente para un campeonato autonómico?

R. En mi opinión sí. 17 kilómetros son muchos porque los coches venían de subir y bajar el Monte Xalo y varios pilotos y copilotos con los que he hablado me comentaron que llegaban con los frenos algo fatigados y que por suerte en algún punto no se quedaron sin ellos porque podrían haberse salido en puntos con mucha gente en su trayectoria. Yo he corrido como muchos tramos de 12 kilómetros.

P. ¿En qué más se podría mejorar la seguridad?

R. Básicamente en intentar estar lo más cerca posible de las medidas que se toman en los rallies puntuables para el campeonato de España. En los autonómicos son diferentes, pero del mismo modo que imagino que no es igual el despliegue de seguridad en la Vuelta Ciclista a España que en una carrera regional o local. Siempre hay peligro, pero no quiero que los rallies se acaben. Solo que se adecúen las medidas para que sean más seguros.

P. ¿Va a seguir compitiendo?

R. En esta temporada ya no y veremos a ver qué hacemos para la siguiente.

P. ¿Cuánto dinero hubieron necesitado para haber salido a competir en este rally?

R. Con 800 o 900 euros habría bastado.

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