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España gana a Macedonia

La Roja, otra vez irreconocible, vence con una carambola de Mata

José Sámano
Costa observa cómo entra el gol de Mata.
Costa observa cómo entra el gol de Mata.NIKOLAY DOYCHINOV (AFP)

Un churro de gol para un churro de partido. España sacó provecho de la nadería ante un rival con aire de sacamuelas y ya tiene a la vista Francia 2016. Lo de Macedonia nada tuvo que ver con el gran repunte mostrado ante Eslovaquia el pasado sábado. Fue una selección más atrofiada, muy parsimoniosa, más ancha que larga. Frente a una trama de camisetas macedonias, al equipo de Del Bosque le faltó profundidad por los costados, la ruta de evacuación abierta ante los eslovacos por Pedro, Juanfran y Jordi Alba. Tampoco la pelota fluyó al ritmo debido, sino al trote, sin parangón con el ingenio colectivo de la jornada precedente. Como resultado, tres puntos casi definitivos para alistarse a la Eurocopa de Francia y un peñazo de partido, fruto de una España espesa, algo tacañona y sin chicha.

MACEDONIA, 0; ESPAÑA, 1

Macedonia: Pacovski; Brdarovski, Sikov, Ristevski, Zhuta; Petrovikj, Gligorov; Radeski (Ibraimi, m. 84) Hasani, Askovski (Bardhi, m. 76); e Ivanovski (Trajkovski, m.69). No utilizados: Nikolov, Dimitrievski, Muarem y Ilijoski.

España: De Gea; Carvajal, Piqué, Ramos, Bernat; Busquets, Cazorla (Koke, m. 67), Isco (Iniesta, m.78); Mata, Silva; y Costa (Alcácer, m. 61). No utilizados: Casillas, Rico, Pedro, Alba, Bartra, Azpilicueta, Vitolo, Juanfran y Cesc.

Goles:  0-1. M. 7. Mata.

Árbitro: Paolo Tagliavento. Amonestó a Diego Costa, Busquets, Petrovic.

26.000 espectadores en el Arena Filipo II de Macedonia, en Skopje.

Del Bosque ordenó seis cambios respecto al equipo que se alineó en el Carlos Tartiere. Mantuvo el espinazo, con Ramos, Piqué, Busquets y Silva. Y, al frente, de nuevo Diego Costa en combate, cuerpo a cuerpo con los pedestres zagueros locales. De tanto fútbol de cuadrilátero, el jugador del Chelsea se ganó una tarjeta que le descarrila de la próxima cita, el 9 de octubre ante Luxemburgo en Logroño, fecha marcada en rojo por los españoles para sellar la clasificación definitiva. De tránsito hacia el torneo francés, el paso por Skopje no se rebobinará en la videoteca de la Roja. Como mucho quedará en la memoria de Mata, autor de un churrigol, en la línea del de Goicoetxea a Alemania en el Mundial 94, pero aún más rocambolesco.

Morosos con el balón

Antes de los diez minutos, Mata se propuso lanzar un centro desde la banda derecha. Bloqueado en su salida natural por la izquierda, arriesgó sin remedio a centrar con la pierna de palo en este zurdo cerrado. Pelotazo al área y a cruzar los dedos. El balón no obedeció al asturiano tras su mal toque, pero ya se sabe que el fútbol es el arte de lo imprevisto. Así que la pelota sacó la lengua a toda Macedonia, rebotó en el larguero y en su vuelo hacia el campo brincó sobre la coronilla del portero Pacovski. Un gol de comedia. A falta de juego, era el día para las chanzas. Cómo explicar si no que media hora después una asistencia de Carvajal desde el mismo lugar calcara la de Mata. Otra vez una pifia para burlar a Pacovski. Esas fueron las mejores y casi únicas ocasiones visitantes.

De carambola en carambola, no hubo dictado español. Cazorla, Mata e Isco, morosos con el balón, con demasiado protocolo, nunca dieron con la tecla adecuada para sacudirse la intensidad de Macedonia, la selección más débil del grupo, que al menos puso colmillo ante su gente.

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Un modesto convencido de que la gloria se puede improvisar. España le dio motivos para ello y Drulovic, su técnico, aquel sólido jugador del Oporto y Yugoslavia, también. Macedonia nunca se desfondó y puso el alma en cada disputa. Suficiente para inquietar a De Gea, que no jugaba un partido desde el 11 de junio, en algunos chispazos.

Con España gripada, Del Bosque echó el lazo a Paco Alcácer en sustitución de Diego Costa, el verso suelto del equipo: un gol en nueve partidos. No hay forma de que congenien él y la Roja. Si con Alcácer el seleccionador buscó producir algún remate, con Koke por Cazorla e Iniesta por Isco intentó encontrar el hilo al juego. Ni lo uno ni lo otro. Tres puntos, faena de aliño y mejor recordar el pulso con Eslovaquia y borrar el paso por Macedonia.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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