Agüero le arruina la fiesta a México

El entrenador interino de México, el brasileño Ricardo Ferretti, le imprimió al Tri en su amistoso de este martes en Dallas contra Argentina la misma estrategia de presión que le impuso al Tigres para llegar a la final de la última Copa Libertadores de América. Así es que consiguió dominar a la albiceleste. Le ganaba 2-0 hasta el minuto 39 del segundo tiempo, con tantos de Chicharito Hernández, que convirtió un penalty polémico, y Héctor Herrera, pero Sergio Agüero, que salió al campo sobre el final, descontó para los argentinos y asistió a Lionel Messi para que empatara el partido 2-2.

Lejos de replegarse como otras selecciones que enfrentan a la albiceleste, los de Ferretti molestaron bien arriba y ahondaron las permanentes dudas de la defensa del seleccionado de Gerardo Martino. Allá en el pasado ha quedado aquella zaga sólida que mostró la Argentina de Alejandro Sabella en el Mundial de Brasil 2014.

En un equipo urgido de renovación, en el que el único de menos de 25 años era el atacante Ángel Correa, de 20, a la defensa compuesta Facundo Roncaglia, Martín Demichelis, Nicolás Otamendi y Marcos Rojo le costaba salir ante el hambre de victoria de Andrés Guardado, Chicharito y Raúl Jiménez. México siempre quiere ganarle a Argentina, aunque sea un amistoso. Y así fue que el partido tuvo un ritmo acelerado, lejos de la tranquilidad de un partido en el que no importaban los puntos. Solo le faltaron las faltas duras para que pareciera un encuentro de competencia.

A los 9 minutos Otamendi se equivocó en un pase, le dio el balón a Guardado y Chicharito remató mal ante Nahuel Guzmán. En otro de los descuidos de la defensa argentina, Jiménez se escapó con el balón y Otamendi lo frenó en el área. El colegiado norteamericano Ricardo Zalazar cobró penalty, pero quedaron muchas dudas de que realmente el defensa del Manchester City derribara al atancante del Benfica. Otamendi pensaba que la había enviado al corner y se sorprendió con el fallo del árbitro. Chicharito no perdonó y ubicó la pelota abajo a la derecha, penalty inatajable para Guzmán. México ganaba 1-0 a los 19 minutos. A los 43, Fernando Gago, que había tenido algunas buenas asistencias en ataque, le regaló el balón al nuevo delantero del Bayer Leverkusen, que disparó por encima del larguero.

Fallaba la apuesta de Martino por combinar en el ataque a Lionel Messi, Carlos Tévez y Correa. No lograban definir las rápidas jugadas que intentaban hilvanar. Tanto es así que fue Rojo quien a los 35 minutos tuvo la oportunidad más clara para Argentina en el primer tiempo, pero remató desviado en un mano a mano ante Moisés Muñoz.

En el segundo tiempo el juego se equilibró. Estuvo tan cerca Argentina del empate como México del 2-0 en un contragolpe. Podía ser de Tévez o Messi o de Jiménez y Chicharito, pero todos fallaban en la definición. El partido entretenía al abarrotado estadio AT&T, con una hierba en lamentable estado. A los 24 en un contraataque Miguel Layún conectó el centro para Herrera, que marcó el segundo gol para los campeones de la Copa de Oro. Los mejores de América del Norte, Central y el Caribe se imponían con justicia a los subcampeones del mundo y de Sudamérica.

A partir del 2-0, México quedó más cerca del tercero que Argentina del descuento. Pero en el final Martino puso a Agüero, el amigo de Messi, en lugar de Tévez y así el atacante del Barcelona encontró un socio con el que entenderse mejor. El Kun marcó a los 39 el 1-2 y en el último minuto asistió a Lio, que la bajó de pechó y con una tijera anotó el empate. Ferretti aspira a que lo confirmen en la selección mexicana después del despido de Miguel Herrera, campeón de la Copa de Oro, en julio pasado tras insultar a un periodista, pero esta noche ha aprendido que no puede relajarse. Martino, a pesar de que el atacante del Manchester City lo rescató de una derrota, deberá preocuparse para las eliminatorias sudamericanas de Rusia 2018, que comienzan el mes próximo.