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Piqué defiende su antimadridismo y el vínculo con La Roja

El catalán descarta la vinculación entre sus posiciones políticas y los abucheos

Foto: atlas | Vídeo: VICENS GIMÉNEZ / VIDEO: ATLAS

Gerard Piqué (Barcelona, 28 años) terminó el trabajo y apareció en la sala de prensa de la ciudad deportiva con un lamento: “¡Como llueve!”. A partir de ahí, hizo una declaración de principios valiente y sincera, propia de quien se confesó siempre un descarado y que comenzó con una anécdota: “Estoy bien. Soy un tipo muy positivo. Ayer me fui a buscar setas y cogí tres cestos”, celebró. Piqué fue Piqué en toda la extensión de la palabra durante más de media hora en la que, lejos de defenderse, encaró con la osadía que le caracteriza, para bien y para mal, una situación que ha puesto en un brete al fútbol español muy a su pesar.

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Desmintió que al núcleo duro de La Roja le afearan sus declaraciones y no se le advirtió arrepentimiento alguno, además de negar que se le haya pasado por la cabeza tirar la zamarra de La Roja, por muchos pitos que reciba: “Es lo último que haría porque le daría la razón a los que me silban. Dure un día, un mes o dos años, mientras me convoquen, no voy a fallar. Voy a ir siempre, si me convocan”. Lamentó la situación, pero no por él. “A mí me da igual, en lo personal no me afecta”, especificó. “Me sabe mal por Del Bosque, por quien tengo un afecto brutal, por mis compañeros, que no están cómodos y por la selección, porque debemos ir todos a una”.

Matizó que nunca ha dicho nada en contra de la selección, pero reconoció “el derecho democrático de los aficionados a hacer lo que consideren oportuno”, antes de admitir que preferiría que la cosa fuera a menos y que de su parte pondrá a partir de ahora lo que pueda, para “darle la vuelta a la situación, pero no con palabras, porque no podré; lo haré con hechos, es decir, ayudando a ganar”.

Creo que todo viene por la rivalidad Barça-Madrid. El año pasado apoyé el derecho a decidir y después jugué con España, y nadie me pitó", dijo el central

Piensa que el origen de los pitos no tiene nada que ver con la política. “Creo que me pitan por la rivalidad Barça-Madrid”. Lo razonó: “El año pasado fui a la Diada a apoyar la consulta y el derecho a decidir catalán; después jugué con España y nadie me pitó. No creo que sea por la situación que se vive entre España y Cataluña”. En uno de los pocos momentos en que se le vio molesto dijo: “Mi compromiso con la selección siempre ha sido máximo. Me duele que se dude porque desde la sub-15 he ido siempre”. Llegados a ese punto, recordó que lleva 70 partidos con La Roja: “No hay dudas, lo he dado todo. No tengo que defenderme de nada. No dije nada malo de la selección”.

Como una cosa no quita la otra, también quiso dejar claro que como barcelonista no engaña a nadie: “Quiero que el Madrid pierda siempre. Siempre”. Eso sí, reitero que eso no significa que se lleve mal con los jugadores del Madrid, “al contrario”. Ni con Sergio Ramos, capitán del Madrid, que pareció afearle la conducta en sus últimas declaraciones: “Mi relación con él ha ido de menos a más. Ahora nos llevamos mejor que nunca”, explicó. Y desveló una anécdota con Casillas. “El día que nació Sasha [su segundo hijo] hablé con Iker [Casillas] para agradecerle que nos enviara unas flores. Ellos jugaban al día siguiente con el Atlético. Le di las gracias, pero le desee que le metieran cuatro; y le metieron cuatro. Y no pasa nada. Somos amigos, pero amo al Barça por encima de todo y ni lo puedo cambiar ni quiero”. Reconoce que hay cosas que no puede evitar. “Vine aquí y os dije que quería jugar la final de Berlín contra el Madrid. Pero vi la semifinal con la camiseta de Buffon puesta”.

En ese punto, Piqué no se cortó: “No me arrepiento de nada de lo que he hecho y no voy a cambiar. No voy a pedir perdón. Volvería a hacer mil veces lo que hice. Sé que no fui elegante, pero no siempre vas con traje y corbata; a veces vas con chancletas y bañador. A fín de cuentas, solo fue una broma pero, claro, la hice yo. No quise faltar el respeto a nadie”. Y, después de anunciar que hoy participará en la Diada — “como siempre”— y que “hay que escuchar a la gente el 27-S", dejó una frase lapidaria: “Que me piten en el Bernabéu. Para mi es una sinfonía”.

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