_
_
_
_
_

“Tamudo, leyenda”

El delantero, que anunció su retirada el lunes, se despide como es debido del Espanyol

Marta Trillo
Tanudo, con su hijo Eric en brazos.
Tanudo, con su hijo Eric en brazos. Alejandro García (EFE)

Raúl Tamudo anunció su retirada del fútbol profesional con 37 años el pasado lunes y este sábado recibió un homenaje en el Power8 Stadium para despedirse de toda su afición. La pancarta de la Curva dejaba muy claro la importancia del futbolista de Santa Coloma en la historia del Espanyol: Tamudo, leyenda, se podía leer. Su máximo artillero (129 goles vestido de blanquiazul) salió por última vez del césped entre lágrimas y con Éric, su hijo, en brazos. Con eso debió quedarse la gente de las gradas de Cornellà-El Prat antes de que Cristiano Ronaldo comenzara a disparar sin remedio y terminara contando hasta cinco tantos. Joan Collet, presidente de la entidad periquita, aseguró que pedirá a la Generalitat que le conceda al delantero la Creu de Sant Jordi.

Los goles de Tamudo, máximo artillero catalán de la Liga, fueron siempre fuente de alegrías para los aficionados pericos. Desde el doblete que arrebató una Liga al Barcelona en 2007, conocido como el Tamudazo, hasta el tanto de vaselina que encajó a Iker Casillas aquel mismo año, en la última victoria del Espanyol en casa frente a los blancos.

Tamudo aterrizó en el Espanyol en 1992, con 15 años y gracias a Josep Manel Casanovas, director técnico del club en su día, y militó varios años en las categorías inferiores. Debutó con el primer equipo el 23 de marzo de 1997 y no volvió a quitarse aquella camiseta hasta su salida, en 2010, exceptuando un par de cesiones al Deportivo Alavés y a la Unió Esportiva Lleida. Su primer gol con el primer equipo llegó el mismo año de su debut, contra el Hércules, rival directo del Espanyol para evitar el descenso. Un tanto que ya presagiaba la importancia de sus actuaciones para el club catalán. Militó 18 temporadas, conoció tres estadios diferentes (Sarrià, Montjuïc y Cornellà-El Prat), y dejó a sus espaldas dos Copas del Rey, un subcampeonato de UEFA (2006-2007) y 129 goles para el recuerdo que lo encumbraron como ídolo de la afición. Las dianas más importantes, sin duda, fueron las dos que significaron los dos títulos coperos de la entidad (2000 y 2006).

El ariete militó en el club 18 temporadas, conoció tres estadios diferentes, y dejó a sus espaldas dos Copas del Rey, un subcampeonato de UEFA y 129 goles

Sin embargo, el dorsal 23 no siempre fue valorado como a él le hubiera gustado. En 2009, Mauricio Pochettino le arrebataba el brazalete para dárselo a Dani Jarque. Una año aguantó Tamudo, que finalmente decidió abandonar el equipo de su vida por desavenencias con el consejo que en su momento presidía Daniel Sánchez Llibre, máximo accionista del club.

Lejos de Barcelona continuó su trayectoria en otros equipos: Real Sociedad, Rayo Vallecano, donde anotó uno de los goles más importantes de la historia del club que evitaron el descenso a Segunda, e incluso probó suerte en la liga mexicana con el CF Pachuca. El último gol de Tamudo en Primera División fue, de nuevo, contra el Barcelona, dejando su recado final al eterno rival.

Regresó a la ciudad condal en 2013 para fichar por el Sabadell FC, en Segunda División, pero una lesión en el menisco lo alejó de los terrenos de juego, y finalmente colgó las botas el pasado lunes no sin antes recibir la despedida final del Espanyol que siempre mereció.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_