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Las flores de la curva 7

Un año después, la F- 1 regresa a Suzuka, donde Bianchi sufrió el accidente que terminó con su vida

Oriol Puigdemont
Uno de los ramos de flores en honor a Bianchi.
Uno de los ramos de flores en honor a Bianchi.TORU HANAI (REUTERS)

A pesar de la lluvia que no dejó de caer en todo el día en Suzuka, la curva 7 del circuito amaneció este jueves con un ramo de flores en uno de sus arcenes. Allí, a los 25 años murió Jules Bianchi aquel fatídico domingo 5 de octubre, por más que el chico permaneciera en coma nueve meses, hasta el pasado mes de julio, cuando la familia comunicó su fallecimiento. Ha pasado un año y el recuerdo del piloto francés sobrevuela el paddock. Será un fin de semana especialmente doloroso para Manor, su escudería, pero la Fórmula 1 no se detiene, sigue su curso. Mucho más difícil le resulta seguir adelante a la familia Bianchi. “Es un momento complicado porque ha pasado un año del accidente. No es una buena semana para nuestra familia”, concedía Philippe Bianchi este mismo jueves en una entrevista en la BBC. “Aún no he podido volver a ver una carrera. Es demasiado duro, todavía no. Puede que en unos meses”, añadía el padre del corredor de Niza.

Bianchi fue la primera víctima mortal directamente relacionada con un gran premio después de aquel trágico domingo de 1994, en Imola, en el que murió Ayrton Senna. En ambos casos, las lesiones fueron demasiado severas como para albergar cualquier mínima esperanza, por más que los Bianchi trataran de agotar cualquier posibilidad. Con la perspectiva del tiempo, Philippe Bianchi reconoce ahora que seguramente estuvieron luchando contra un imposible. “Creo que en el impacto todo terminó, su cabeza y su cerebro, porque las lesiones –diagnosticada como axional difusa– fueron demasiado severas. Aquí hay que tener en cuenta dos factores: el neurológico y el físico. Y Jules estuvo en vida porque físicamente era muy fuerte”, zanja Philippe.

Se han colocado bandas de asfalto rugoso y desagües para drenar el agua en según qué zonas de la pista

Mientras toda la comunidad de la F-1 todavía llora su muerte, en Suzuka tratan de evitar que un accidente de aquellas características se repita. Hay que tener en cuenta que la desgracia tuvo lugar en unas condiciones meteorológicas muy adversas, bajo una tremenda cortina de agua y con muy poca visibilidad. Al margen de haber revisado los protocolos y de haber creado el coche de seguridad virtual, los responsables del trazado japonés han incorporado en algunas zonas delicadas unas bandas de asfalto especiales que drenan mejor el agua acumulada, además de desagües en los márgenes de la pista. Y en vez del tractor contra el que se estrelló el Marussia, ahora se empleará una grúa en caso de que alguien se salga por aquella escapatoria de la curva 7.

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