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El reto de La Pulga es llegar al clásico

El argentino estará de baja entre siete y ocho semanas por una lesión de rodilla

Messi se queja por el dolor de la lesión.
Messi se queja por el dolor de la lesión.Alex Caparros (Getty Images)

Si el fútbol es un estado de ánimo, hace mucho que el del Barcelona se mide en función de los biorritmos de Messi. Si La Pulga se constipa, el barcelonismo estornuda; si el rosarino se ríe, el aficionado culé se carcajea; y si Leo se echa la mano a la pierna, como ayer en el minuto tres de partido, cuando chocó con Bigas, al socio, sentado en la grada del Camp Nou o ante el televisor, le duele como si la rodilla fuera la suya.

En el campo, primero, se escuchó un suspiro de alivio cuando el doctor Pruna, que atendía al argentino tras la portería del Gol Sur, levantó el pulgar mirando al banquillo. No se suele equivocar, siempre tan certero en sus exploraciones a pie de campo. Pero ayer el galeno se coló: Messi continuó en el campo, pero solo aguantó cinco minutos. Resultó que a los ocho minutos trató de dar un pase y se tiró al suelo. Y enmudeció el Camp Nou otra vez. Leo pidió el cambio y se fue al hospital acompañado por su inseparable Pepe Costa, para someterse a una prueba que no dejó dudas: La Pulga está rota. En el mejor de los casos, no volverá a jugar antes de “siete u ocho semanas”, según el parte médico del Barcelona.

Del bíceps femoral a la rodilla

Messi sufrió una elongación en el bíceps femoral derecho contra el Atlético en la temporada 2005-2006. Fue la primera lesión que sufrió y le tuvo 15 días de baja. Más tarde, el 7 de marzo 2006, se rompió el mismo músculo y estuvo ausente del campo 79 días. No jugó la final de París.

Leo se fracturó a partir de entonces el quinto metatarsiano del pie izquierdo, tuvo una contractura en el isquiotibial derecho, otra rotura del bíceps femoral izquierdo, un esguince en el ligamento lateral interno y externo del tobillo derecho y una elongación en el bíceps femoral derecho. También un hematoma en el bíceps femoral izquierdo. La peor temporada fue la del 2012-2013, en la que no pudo competir con el Bayern de Múnich.

Nunca en 10 años había sufrido una lesión de rodilla.

Messi se perderá, seguro, los partidos contra el Bayer Leverkusen y los dos contra el BATE Borisov de la Champions, y los del Sevilla, Rayo Vallecano, Eibar, Getafe y Villarreal de Liga, así como la ida de la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Igualmente, no podrá jugar con Argentina los dos primeros partidos clasificatorios para el Mundial de Rusia 2018, contra Ecuador y Paraguay, en octubre, y está por ver si llegaría a tiempo de medirse en noviembre a Brasil y Colombia, el 13 y el 17 de noviembre. El reto es que Messi pueda reaparecer contra el Real Madrid en el Bernabéu el sábado 21 de noviembre.

“Hay que ser fuertes”

“Triste” se reconoció de entrada Luis Enrique, “como siempre que un jugador se lesiona. Nos ponemos en el sitio del que se ha lesionado y es desagradable”, añadió. Y si es Messi, seguramente, más, pero no lo dijo. Prefirió retar al equipo: “Las plantillas deben saber superar esto y estoy seguro de que rendiremos a buen nivel. Así es la vida. Cuando todo fluye es muy fácil conseguir un buen rendimiento. Esto mide de qué madera está hecho el equipo”, añadió. No quiso personalizar en quién debe dar un paso al frente para suplir a Leo. “Siempre que hay una baja es el equipo el que debe superarlo”. Tampoco se apuntó a la idea de que, dada la situación, con tanto lesionado, de lo que se trata es de sobrevivir hasta enero, cuando podrán incorporarse Arda Turan y Alexis Vidal. “No, no compro eso de sobrevivir. De eso nada. A ver si lo ganamos todo y luego lo perdemos todo. Es una motivación superar estos momentos”. El técnico negó, igualmente, que se le pase por la cabeza modificar la idea de juego del Barça por la ausencia de su referente absoluto: “No tenemos que jugar distinto, vamos a jugar a lo mismo. Hay aspectos en los que Leo nos liberaba. Nos tendremos que reforzar en aspectos colectivos, pero no vamos a jugar a otra cosa”.

“Cuando vimos que se quejaba, supimos que algo iba mal, porque no acostumbra a lamentarse”, explicó Busquets al comentar la jugada en la que Leo se lesionó. Y reconoció que el equipo “va a notar su ausencia, pero hemos de superarlo; ya no tiene remedio”. “Solo podemos hacer una cosa: estar más unidos que nunca, hacer piña”, dijo Bartra, instando a “ser positivos porque no queda otra. Hemos de ser más fuertes que nunca”. “Será difícil, pero hemos de sobreponernos”, ahondó Sergi Roberto, que explicó que el equipo había arropado a Leo en el vestuario. “Está triste”, reconoció el canterano al hablar del estado de ánimo La Pulga, abatido por una rotura del ligamento colateral interno de su rodilla izquierda.

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