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Munir hace de Neymar

En ausencia de Messi, el canterano revolucionó un partido en el que se echó de menos a la mejor versión del brasileño

Munir celebra junto a sus compañeros el primer gol del Barcelona.
Munir celebra junto a sus compañeros el primer gol del Barcelona.Manu Fernandez (AP)

La ausencia de Messi, que lesionado acudió al estadio con muletas, obligaba al equipo a dar un plus con la idea de sobreponerse a su ausencia. Imposible responsabilizar a un jugador en la tarea de hacer olvidar al mejor del mundo. Así lo dijo Luis Enrique, consciente de que era el momento de ver de qué madera está hecho este equipo. Llegaba el Bayer Leverkusen, muy valiente, para marcar la reacción del Barça ante la magnitud del reto. El asturiano apostó por dar entrada a Sandro, delante y como titular, para remplazar a la Pulga.

Sin embargo, la esperanza del hincha estaba depositada en Neymar, como no podía ser de otra manera, y quien más quien menos llegó ayer al campo con la necesidad de verle dar un paso adelante. Muchos de los 68.694 asistentes volvieron a casa con la sensación de que dio uno par atrás, como un cangrejo, y que lejos de aumentar su presencia en el juego del equipo, cuando tanto se le necesitaba, esta disminuyó. Al final, el partido lo desequilibró, otra vez, un zapatazo de Suárez y lo desequilibró Munir, un canterano al que no se le podía pedir más de lo que hizo, que fue mucho

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Ahogado el equipo en el centro del campo, del brasileño poco se supo en la primera parte hasta que en el minuto 36 se ganó una tarjeta amarilla por simular una caída en el área. Demasiado evidente el piscinazo. A partir de ahí, lució más su rapada que su juego, pero se le descubrió sobre el césped. Su juego tuvo más burbuja que poso y si no cuajó como extremo, tampoco lo hizo como mediapunta.

Futbolistas de la talla de Ney o Luis Suárez se dejan siempre la piel”, aseguró Luis Enrique

Cuando Luis Enrique modificó el dibujo del equipo en el entreacto y dejó la banda. Se juntaron Suárez y Sandro por delante y el brasileño pasó a jugar a su espalda, de enganche. Por ahí caracoleó mucho pero siempre fue de farol, porque no terminó nada, ni siquiera tuvo puntería: una que cazó dentro del área y remató a la media vuelta salió rozando el palo derecho de la portería alemana, y minutos después, sacó una falta lejana que tampoco encontró objetivo.

Tuvo que ser la presencia de Munir, que sustituyó a Sandro mediada la segunda parte, la que rompiera el partido. Valiente, el hispano marroquí se la jugó siempre, desbordó más y mejor que el 11, y encontró todos los espacios que no había visto nadie hasta entonces. Fue él quien vio a Suárez para que el uruguayo clavara el balón por la escuadra. Justo lo que no supo hacer Neymar en todo el partido. Sin Messi, se le esperaba, pero no acudió a la cita. “El problema de algunos medios de comunicación es ese: que cuando falta un jugador como Messi piensan que los demás tienen que ser mejores. Eso no es así, porque siempre dan el máximo”, le defendió Luis Enrique cuando se le pidió por ello. “Futbolistas de la talla de Ney o Luis Suárez se dejan siempre la piel”, zanjó el asturiano.

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