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Cristiano Ronaldo iguala a Raúl

El portugués, con 323 tantos en 308 partidos, se convierte en el máximo goleador de la historia del Real Madrid junto al excapitán. Valdano, Cappa y Santillana analizan la voracidad goleadora del delantero luso

Eleonora Giovio
Cristiano celebra el primer gol ante el Malmoe.
Cristiano celebra el primer gol ante el Malmoe.ANDERS WIKLUND (EFE)

Su último gol con la camiseta del Real Madrid fue un 24 de abril. Era 2010. Raúl marcó el 0-1 a pase de Cristiano. En La Romareda, el mismo estadio en el que había debutado una noche de octubre de 1994, el delantero crecido en La Fábrica festejó su gol número 323 con la zamarra número siete. La que ese verano, después de su marcha a Alemania, heredaría Cristiano Ronaldo. “En mi cabeza nunca existió la palabra rendición porque así entiendo el Real Madrid”, dijo Raúl el día de su despedida del Bernabéu. Sacó unos apuntes del bolsillo para no equivocarse, él que nunca necesitó de ningún librito. El olfato le guiaba en la cancha.

741 partidos empleó para marcar los 323 goles que lo convertían en el máximo goleador del club blanco. Su promedio en sus 17 años en el Madrid es de 0,43 por partido. El de Cristiano 1,05 por partido. El portugués le igualó con sus dos tantos ante el Malmoe este miércoles. Llegó en verano de 2009 y ha anotado 323 goles en 308 partidos.

“¡Hugo Sánchez marcó 39 en una temporada [1989-90] y nos parecía que era de otra galaxia! Y ahora ha llegado esta bestia futbolística llamada Cristiano que ha acabado con todos, incluido con Raúl. Estaba fuera de todo pensamiento que lo consiguiera… , pero es que mírele, tiene una facilidad pasmosa para marcar”, dice Carlos Santillana, 290 goles con la camiseta del Real Madrid. “Si es que en mi época esa cantidad de goles era impensable, con 20 eras pichichi”, añade.

Cristiano Ronaldo, en los siete años que lleva en Chamartín, nunca ha bajado de los 30 por temporada. La campaña que menos tantos festejó fue la de 2009-10: se quedó en 33 goles. Se perdió, eso sí, casi dos meses de competición por lesión. En todas las demás temporadas siempre ha estado por encima de los 50: 53 en la 2010-11, 60 en la 2011-12, 55 en la 2012-13, 51 en la 2013-14 y 61 en 2014-15.

“Cristiano es un rematador de época”, le describe Jorge Valdano. El técnico que hizo debutar a Raúl en 1994 conoce bien a ambos. A Raúl le entrenó durante dos años. Con Cristiano coincidió en sus dos temporadas como director general del club blanco. “En competitividad son iguales. Los dos están a la altura de las exigencias del Real Madrid. Y por competitividad me refiero a ambición, mejora continua y obsesión por el trabajo”, explica Valdano.

¿Diferencias? “Las hay en cuanto a carácter y estilos futbolísticos. Cristiano es más un líder técnico. Si liderar es influir en un partido, no hay nadie que durante los 90 minutos cree un impacto más grande entre los compañeros. Además, intimida a los rivales. Raúl era más de sentido colectivo: su esfuerzo contagiaba al público y a los compañeros y además influía en el vestuario. A veces con una mirada, a veces con una palabra”, analiza Valdano.

Raúl llevó el brazalete durante siete años (2003-2010). Luis Villarejo escribía en su libro Capitanes: “Raúl es siempre el último en salir del vestuario tras los partidos, no importa si el equipo juega como local o visitante. Le sirve para ver el vestuario vacío. Metafóricamente es una imagen de supervisión, de ser una especie de padre de familia que cuida hasta el último detalle. Es el que cierra la puerta de casa y quien se asegura de que todo esté bien cuidado”.

La casa de Cristiano son los goles, el trabajo diario y el cuidado de sus músculos. “Le pega bien con las dos piernas, de cabeza. Tiene la obsesión de los goleadores. Cuando los demás se ponen a descansar, él busca el gol. Juega para el partido pero también para la historia. Raúl era un goleador pero también un estratega. Tenía más sentido del colectivo. Le han subestimado su enorme inteligencia táctica. Aparte de que olía la sangre, sabía leer muy bien los partidos”, abunda Valdano. “Cristiano es el mejor rematador del mundo”, le define Santillana.

En ello coincide también Ángel Cappa, ayudante de Jorge Valdano en el Madrid (1994-96). “Cristiano es un goleador aplastante. El mayor goleador que he visto en mi vida. Raúl era un jugador que además hacía goles. Tenía mucha más relación con el juego, ocupaba más lugares en la cancha. Si las cosas iban mal, se juntaba con los volantes para intentar arreglarlas”, le describe Cappa. Y añade: “Es muy difícil hacer goles, inclusive en tu barrio con los amigos, y Cristiano los va marcando de tres en tres. Te asombra cada vez que pasa el tiempo”.

Tiempo es lo que, precisamente, a sus 30 años Cristiano tiene de sobra para seguir ampliando su botín goleador.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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