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Benzema, el toque del bailarín

Una genialidad de francés desatasca un partido espeso del Real Madrid

Diego Torres
Benzema (en el medio) pelea un balón aéreo.
Benzema (en el medio) pelea un balón aéreo.JONATHAN NACKSTRAND (AFP)

La principal preocupación de Rafa Benítez parecía ser la posición de Benzema. De pie en la zona técnica del estadio del Malmoe, el técnico del Madrid asistía a dos desgracias en los primeros minutos del partido. Por un lado, las penurias que ponían de manifiesto los jugadores locales cuando querían tocar y no podían porque eran muy limitados técnicamente; por otro las dificultades que evidenciaban los madridistas cuando no sabían qué hacer con tanta calidad. Unos eran solamente ordenados; los otros eran únicamente hábiles.

Al margen del lío, Benítez se pasó un rato buscando el modo de decirle a Benzema que abandonara el área y bajase para ayudar a sus compañeros. Porque Kroos, Kovacic y Casemiro andaban como desorientados. Llegados a un punto sus maniobras se desvanecían en la empalizada de Adu y Lewicki.

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Andaba agitado el entrenador hasta que Benzema, sea porque le vio o porque intuyó la necesidad, bajó hasta la raya del mediocampo. Estaba allí de espaldas a la portería cuando le cayó un balón sin dueño, lo amansó y se lo puso de cara a Kovacic. Pudo aguantarlo, pudo devolverlo a Casemiro, o trasladarlo. Pudo hacer mil cosas pero eligió dárselo a Kovacic con un toque preciso y elegante, como de bailarín de ballet. Y Kovacic se quedó solo. Con dos segundos para pensar y habilitar a Isco, que burló al central y asistió a Cristiano. El portugués se llevó la gloria mientras Benzema corría sonriente y desapercibido hacia el montoncito de compañeros dichosos.

Faltaban un par de minutos para la media hora de partido y el 0-1 brillaba como una sentencia. Pero Benítez, tenso, dedicó el momento de celebración a tareas de inteligencia. Llamó a Arbeloa y le dio instrucciones para el francés. Durante un minuto agarró al lateral por el brazo y con la mano le dibujó movimientos en el aire explicándole las cosas que debía hacer Benzema para ordenar y desequilibrar. Y Arbeloa fue y le dijo a su colega lo que ya sabía para que hiciera lo que ya había hecho.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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