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Rutenka, un legado de oro

El jugador, clave para el balonmano español, se va a Catar tras sumar 25 títulos con el Barça y tres Champions y dos Ligas con el Ciudad Real

Rutenka celebra un gol con el Barcelona.
Rutenka celebra un gol con el Barcelona.MARIUS BECKER (DPA)

Siarhei Rutenka ya es una leyenda en el FC Barcelona, al que dejó de pertenecer la semana pasada. El lateral bielorruso (Minsk, 1981) se desvinculó del club blaugrana tras llegar a un acuerdo que invalidó el contrato que expiraba en junio de 2016. Se marcha un jugador que cambió la tendencia de un equipo sumido en una dinámica perdedora, huérfano de títulos y de referentes tras la convulsa etapa de Manolo Cadenas en su banquillo. “Es de los jugadores más importantes que hemos tenido en los últimos años. Para mí significó el punto de inflexión en el cambio del balonmano español”, mantiene Xavi Pascual. El entrenador blaugrana y el lateral bielorruso iniciaron en 2009 una época dorada que culminó con el pleno de títulos la temporada pasada. Cuando llegaron Rutenka y Pascual, el club acumulaba tres años sin conquistar la Liga Asobal y cuatro sin alzar la Copa de Europa, una racha anormal para una sección acostumbrada a coleccionar títulos.

A partir de entonces, todo cambió. Rutenka se va tras haber levantado 25 títulos, entre los que destacan dos Copas de Europa (2011 y 2015), cinco Ligas seguidas entre 2011 y 2015 y dos Mundiales de clubes (2013 y 2014). El bielorruso siempre destacó por una facilidad portentosa para anotar, incluso en momentos en los que a la mayoría de jugadores les quema el balón. A su facilidad para el gol se le une su capacidad para jugar en diversas posiciones, llegando a actuar incluso de pivote cuando Xavi Pascual buscaba variantes en el juego. En sus últimas temporadas también dio un salto en el apartado defensivo, lo que le llevó a ser un jugador completo en ambos lados de la cancha.

Es de los jugadores más importantes que hemos tenido. Para mí,  el punto de inflexión en el cambio del balonmano español” Xavi Pascual

El bielorruso contribuyó de forma decisiva con goles, pero sobre todo con una voracidad competitiva que era contraproducente cuando se convertía en agresividad. En su etapa en el Ciudad Real tuvo que abandonar la concentración en 2008 por responder de malos modos a Talant Dujshebaev, fue expulsado en el partido que enfrentaba a España y Bielorrusia en el pasado Mundial por propinar un manotazo a su compañero de equipo Viran Morros y, por último, fue excluido de la final de la Copa de Europa frente al Veszprem por excederse en las protestas pese a no jugar por lesión. Episodios que, en ocasiones, eclipsaron un talento descomunal. La efervescencia de Rutenka cambió la mentalidad de un equipo debilitado entonces por las derrotas. “Siarhei es el gran culpable del cambio de carácter del equipo. Llegó aquí en un momento muy complicado para nosotros. El club hizo una inversión para ficharle del Ciudad Real y nos aportó hambre, deseo de ganar, mala leche, nos aportó muchas cosas y eso caló en el vestuario”, subrayó Pascual.

El Barcelona pagó la cláusula de rescisión, un millón de euros, al Ciudad Real para hacerse con los servicios de Rutenka. Había llegado al equipo manchego en 2005, procedente del Celje, con el que había ganado una Copa de Europa. En sus cuatro años con el equipo entrenador por Talant Dujshebaev ganó tres Champions (2006, 2008 y 2009) y tres Ligas. Rutenka obtuvo la doble nacionalidad y en 2008, tras un informe del Comité Olímpico de su país, logró la luz verde para poder competir con la selección española. Posteriormente decidió defender los colores de Bielorrusia. 

Rutenka abandona el balonmano español por diversos motivos. El más evidente es su pérdida progresiva de protagonismo ante la llegada de Jicha y la pujanza de Jallouz. Además, la oferta económica que le llegó del Lekhwiya catarí era difícilmente rechazable teniendo en cuenta que el lateral bielorruso se encuentra en la fase final de su carrera. “Tuve una charla muy clara con él cuando comenzó la temporada y le dije que tendría por delante a Jicha y Jallouz. Me dio las gracias por ser tan sincero y aparecieron ofertas para que siguiese su carrera en otro lugar. Estamos encantados de darle la oportunidad de salir a un jugador que nos lo ha dado todo. Le deseamos lo mejor”, explicó Pascual. Se separan las vidas del Barça y Rutenka, pero el legado del número 22 quedará para siempre.

Nos aportó hambre, deseo de ganar, mala leche, nos aportó muchas cosas y eso caló en el vestuario”

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