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Bryan Habana: “El deporte nos ha unido más que a ninguna otra nación”

El máximo anotador de ensayos en un Mundial agradece a Mandela que le inspirara en 1995 durante el viaje que le mostró con 13 años el valor del rugby para Sudáfrica

Bryan Habana culmina un ensayo ante EE UU.
Bryan Habana culmina un ensayo ante EE UU.Shaun Botterill (Getty)

Tras doce años sorprendiendo al mundo, Bryan Habana habla hasta el infinito de competir, de ponerse siempre a prueba. Sentado en un cómodo sillón del Lensbury Hotel está el máximo anotador de ensayos en los mundiales. Igualó la semana pasada las 15 marcas de Jonah Lomu, pero dice no poder compararse con la manera en que la leyenda neozelandesa cambió el rugby. De su permanente sonrisa y sus largas respuestas, usando las pausas necesarias para encontrar el término exacto, sobresale su agradecimiento al destino por haber convertido a un adolescente soñador en un mito nacional. El ala, de 33 años, se mide este sábado (17.00) a Gales en los cuartos de final, el último capítulo de una historia que empezó dos décadas atrás cuando su padre le sacó de la escuela para hacer un viaje kilométrico y ver a los Springboks levantar la copa en su casa.

Pregunta. ¿Cómo definió aquel viaje de 1995 su personalidad?

Fue un momento muy importante de mi vida. Había estado jugando al fútbol durante mi infancia; el rugby siempre estaba ahí, pero no era algo que me llamara la atención. Ese viaje, salir de la escuela, tener la oportunidad de ir a Ciudad del Cabo para experimentar por primera vez la vida, lo que el rugby significaba para Sudáfrica en un régimen democrático tan nuevo… Fue algo increíblemente inspirador. Inspiró el sueño dentro de mí. Algún día yo quiero hacer lo mismo, ojalá pueda ponerme esa camiseta verde y dorada. No es algo que te marque inminentemente el camino porque pasas momentos muy duros, pero tener el honor de llevar esa camiseta es algo que nunca daré por hecho. Estoy muy agradecido al equipo del 95 y al presidente Mandela por ser capaces de convertirse en un símbolo de esperanza y por inspirar a un chico de 13 años para que quisiera hacer lo mismo.

Respuesta. ¿En qué consistió esa inspiración?

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Lo primero, coger el rugby y hacerlo lo más importante de mi vida. Han pasado 20 años, llevo 12 jugando internacionalmente y he tenido el privilegio de conocer el mundo, hacer amigos para toda la vida, vivir éxitos que no creía posibles. Experimentar lo que viví en el 95 como parte del equipo que en 2007 trajo de vuelta esa inspiración al país fue algo que nunca pensé. Con el tiempo he descubierto la esperanza que la camiseta lleva consigo. Como dijo Mandela, el deporte tiene esa capacidad increíble para romper barreras y superar cualquier problema social o económico. Me siento muy afortunado de haber recorrido ese camino desde la inspiración a ser la inspiración. Ojalá pueda seguir haciendo, devolviendo lo que recibí.

P. Han pasado ocho años desde aquel título. ¿Qué legado ha dejado en Sudáfrica?

R. Hubo auténticas leyendas jugando como Os du Rant, Pierce Montgomery, John Smith, Victor Matfield, Buth James, Jean de Villiers [lesionado en el partido inicial]… El gran legado es que todos hemos convivido con ellos y su experiencia. Ojalá la gente de Sudáfrica siga creyendo que todo es posible y podamos seguir devolviendo inspiración a un país que realmente lo necesita. El deporte nos ha unido más que a ninguna otra nación en el mundo. El Mundial de 2007 prolongó la inspiración para muchos que no pudieron vivirlo en el 95, como Handré Polard o Siya Kolisi, que eran unos bebés entonces. Hay que trabajar muy duro para llegar a los Springboks, por eso hay que entender el significado especial que tiene.

P. ¿Cómo se adapta uno de los jugadores más rápidos de la historia del rugby al paso del tiempo?

R. Hay diferentes maneras y significados a la hora de hacerte mayor. Te haces mucho más honesto, más listo. No sé si me he vuelto más lento o si sigo igual porque no he hecho tests de velocidad en los últimos seis u ocho años [corrió en 2007 contra un guepardo para alertar de su peligro de extinción]. Así es la vida, tienes que ser capaz de adaptarte y seguir adelante. Todo ha sido exigirme a mí mismo para ser uno de los mejores del mundo y he tenido la suerte de estar en equipos ganadores a lo largo de toda mi carrera, desde los Bulls a lograr ahora dos campeonatos de Europa y del Top-14 [francés] con Toulon. Estar en entornos donde se compite permanentemente por ser el mejor me ha ayudado a dar más y adaptarme lo más rápido posible a las exigencias del deporte internacional.

P. ¿Piensa más en el campo?

R. Creo firmemente que hasta que no cuelgas las botas no puedes juzgar adecuadamente qué jugador eres. Definitivamente, he crecido y madurado durante los últimos 12 años, ya no soy aquel joven que debutó en 2004. He querido juntarme con esas leyendas, los mejores del mundo, he podido conseguir tres títulos a mejor jugador del año, anotar ensayos para equipos ganadores... Cuando lo deje seré capaz de evaluar; hasta entonces quiero contribuir con cada equipo, ya sea anotando ensayos o placando.

P. ¿Cómo cree que el rugby sudafricano debe definir su estilo en el futuro?

R. Creo que está en un momento verdaderamente excitante, con unos jóvenes magníficos que están llegando desde toda Sudáfrica. Tenemos grandes jugadores en este equipo, gente que no llega siquiera a los 25 años. Hay una gran riqueza, ojalá pueda ser gestionada y entrenada debidamente para que el rugby sudafricano se mantenga fuerte mucho tiempo.

P. ¿Recomendaría a esos jóvenes probar en Europa como usted ha hecho con Toulon?

R. Lo que haga cada jugador siempre será una decisión única para un individuo particular. Yo podía haberlo hecho en 2007, o en 2009, pero creo que mi experiencia en Toulon realmente me ha hecho un mejor jugador, más maduro. Que se vayan con 21 años o con 31 no es mi decisión, es algo que debe hacerse por las razones adecuadas. Yo sí se lo recomendaría en algún punto de sus carreras, poner todo el énfasis en trabajar increíblemente duro para conocer una cultura diferente y probarte en un nuevo entorno. La razón del hundimiento de muchos jugadores es que se atascan en la comodidad.

P. Después de todo lo que ha sucedido en su carrera, ¿qué significaría ganar este Mundial?

R. Para mí sería la cima, ganar dos mundiales es algo que no puede decir cualquiera. No quería ser parte de este equipo si no creyera que podemos hacerlo. Después de la derrota con Japón hemos pasado por los momentos más bajos que he vivido en mi carrera, y eso nos ha fortalecido.

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