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Los Chicago Cubs contra la maldición de la cabra

El equipo, que ha debutado en la serie final de campeonato de Grandes Ligas, busca romper con una sequía de más de 100 años

Billy Sianis (a la derecha) y su cabra, al ser expulsados del estadio de los Chicago Cubs el 6 de octubre de 1945.
Billy Sianis (a la derecha) y su cabra, al ser expulsados del estadio de los Chicago Cubs el 6 de octubre de 1945.Billy Goat Tavern

Billy Sianis, un inmigrante griego de 17 años, llegó a América en 1912 y se buscó la vida. Abrió una taberna, justo frente al estadio de los Chicago Cubs. Se convirtió en un fiel seguidor del equipo y no se perdía sus partidos. Pero Sianis tenía otro amor: una pequeña cabra que había rescatado frente a su bar y a la que le tuvo tanto cariño que bautizó el negocio en su honor. El 6 de octubre de 1945 acudió a la taquilla para ver a su equipo jugar la Serie Mundial y compró dos entradas: una para él y otra para la cabra. Pero, una vez en Wringley Field, el resto de los asistentes no se lo tomaron tan bien y se quejaron del olor del animal. Personal de seguridad del estadio echó a Sianis. No se quedó callado. “Perderán esta Serie Mundial y nunca volverán a ganar otra”. Los Chicago Cubs perdieron esa Serie Mundial y no han ganado otra desde 1908.

Sam Sianis y su hijo Tom, acompañados de su cabra, llegan a Wrigley Field en 2003.
Sam Sianis y su hijo Tom, acompañados de su cabra, llegan a Wrigley Field en 2003.Anne Ryan (AP)

Sianis era un personaje tan conocido en la ciudad que la anécdota de la cabra y su expulsión fue publicada en el Chicago Sun del día siguiente. Su negocio, The Billy Goat Tavern, sigue abierto al día de hoy. Al pasar de los años, el estadounidense de origen griego se arrepintió e incluso intentó echar atrás la maldición en 1969, un año antes de su muerte. De poco sirvió.

En 1984, un sobrino de Sianis acudió al estadio acompañado de una cabra (descendiente de la que fue expulsada, según la familia) y el estadio los recibió con todos los honores. Sin éxito. Los Cubs perdieron contra los Padres de San Diego. Cinco años después, repitieron el rito. Nada, más derrotas. En 1994, durante una de las peores temporadas del equipo, los hinchas comenzaron un cántico: “Let the goat in!” (Permitan que entre la cabra).

En la postemporada de 2003, en el sexto partido de la serie para ganar el campeonato nacional, los Cubs estaban a un paso de la victoria. Bastaban cinco outs. Pero, en uno de los incidentes más esperpénticos en la historia del béisbol, el aficionado Steve Bartman —a la postre, hincha de los Cubs— arrebató la pelota al cátcher Moisés Alou y rompió su racha ganadora. El equipo perdió la serie que tenía casi ganada y Bartman explicó avergonzado que estaba tan atrapado en el momento que nunca vio que había colaborado, sin intención, a la derrota de su equipo. Se ha negado a dar entrevistas después del incidente y nunca ha vuelto a pisar el estadio. 

Esta noche, los de Chicago han vuelto a encontrarse con el fantasma de la cabra. Han perdido en el primer partido por el pase a la Serie Mundial por cuatro carreras a dos contra los Mets de Nueva York, otro equipo con sus propias leyendas, siempre a la sombra de los poderosos Yankees. Los aficionados de los Cubs, sin embargo, aseguran que este año las estrellas se han alineado. 2015 es el año de la Cabra según el calendario chino y en la segunda entrega de Back to the future, situada el 21 de octubre de 2015, aparece un letrero felicitando a los Cubs por un hipotético triunfo en la Serie Mundial. El calendario de los playoffs indica que ese día los Cubs jugarán su cuarto partido contra los Mets. Y lo harán en Chicago, en el mismo estadio al que no se le permitió la entrada a una cabra.

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