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La tendencia Neymar

Ausente Messi, el delantero brasileño del Barcelona se ofrece más desde el costado y se exhibe como punto final del equipo

Jordi Quixano
Neymar festeja un gol ante el Rayo.
Neymar festeja un gol ante el Rayo.ALBERT GEA (REUTERS)

Aunque el Rayo le discutió y superó en cuanto a posesión, el Barça tenía claro que Neymar debía participar del juego más que nunca porque sin Messi el desequilibrio y hasta el punto final, generoso como es Luis Suárez, corre de su parte. “Está enchufadísimo”, sostiene un canterano del vestuario; “y genera peligro con una facilidad pasmosa”. Lo mismo entendió Luis Enrique: “Está eléctrico y cuando se mete en el área con esa velocidad, o lo paran con penalti o consigue goles”. Neymar es ahora la tendencia del Barça y responde con goles, pichichi de la Liga con ocho tantos.

Para Luis Enrique la exigencia de sus delanteros no varía por más que el 10 esté en la enfermería. “Es imposible que un entrenador le pida a un jugador que dé un paso adelante. Neymar tiene que seguir siendo Neymar”, resumió. Pero el equipo no juega a lo mismo porque Messi es el resorte que acciona el fútbol ofensivo del Barça. Así, sin Leo sobre el tapete, el equipo mezcla menos en la zona ancha y se define un tanto más vertical con Luis Suárez como referencia —que valida las segundas jugadas— o directamente hacia Neymar, que dinamita con sus carreras. Una inclinación acentuada hacia la izquierda porque Sandro no se salió airoso de sus envites por la derecha y Munir, cuando juega, da goles pero no es un foco de creación. De ahí que frente al Rayo fuera Neymar quien más participó en las acciones del equipo: 80, seguido por Piqué (74) y Mathieu (64). Pero la conexión de los dos delanteros, que se regalaron un gol por cabeza, quedó patente en Luis Suárez, que le dio nueve balones al 11 y sólo dos a Jordi Alba, el siguiente en la estadística de pases recibidos por el uruguayo. También Sergi Roberto buscó al brasileño más que a ningún otro (10).

“Marcar sólo se puede hacer con la ayuda y el trabajo de todos”, dice el brasileño

Ataviado con un sombrero negro, ropa holgada y una cadena que recordaba más a un rapero que a un futbolista —quizá por eso del baile en la banda tras el hat-trick—, Neymar compareció ante los medios con el balón firmado por sus compañeros. Pero el delantero se expresa en ese perfil bajo o modesto que asumió al llegar al Camp Nou, supeditado al rol de Messi, también a la importancia del equipo ante todo. “Ha sido uno de mis mejores partidos desde que llegué”, convino; “pero marcar sólo se puede hacer con la ayuda y el trabajo de todos”.

La eficacia de Neymar en el Barça, en cualquier caso, supera a la que consiguió con el Santos. En el equipo brasileño firmó 70 goles en 134 partidos (0,5 por duelo) mientras que de azulgrana contabiliza 62 en 101 (0,6). Suma el delantero 44 remates en lo que va de curso (se contabiliza la Liga y Europa), aunque sólo 18 han ido a portería. Pero si va entre los palos, la mitad entran a gol. “Es determinante”, le define Luis Enrique. Sobre todo si hace cuatro goles como ante el Rayo, cifra que ya había logrado en otros cuatro partidos: con el Santos frente al Atlético Paranaense y al União Barberense; además de con Brasil en el Sub-20 contra Paraguay y en un amistoso ante Japón. Su mayor registro fue contra el Guaraní (Copa de Brasil), con cinco tantos. “Messi es insustituible”, convino Luis Enrique. Pero la tendencia Neymar también responde.

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