Sepang, bola de partido para Rossi, es terreno Honda

En cuanto la Honda empezó a rodar en circuitos europeos lo tuvieron claro. Tenían un problema. Aquella RC213V se había construido en base a las referencias que se tenían de los entrenamientos de pretemporada en Sepang, Malasia, y aquel es un trazado muy peculiar, nada que ver con el resto de pistas del calendario. Allí (aquí, donde este fin de semana puede disputarse una de las pruebas que sentencie este emocionante Mundial) es donde los equipos sacan las conclusiones definitivas, tras el primer test oficial del curso, en noviembre en Valencia, y antes de ultimar detalles en Qatar, cuando ya es tarde para hacer cambios estructurales, pues apenas queda poco más de una semana para que arranque la temporada.

En el trazado malayo (donde se celebran dos tests a principios de año) es donde la Honda voló, donde Marc Márquez cerró los entrenamientos con tiempos de récord e hizo pensar a todos que, otra vez, dominaría el Mundial con la facilidad con la que lo había hecho el curso anterior. Pero se equivocaron. Las características del circuito –muy ancho, que exige un desarrollo largo, muy caluroso (se alcanzaron los 50 grados) y muy húmedo, condiciones todas que hacen que el rendimiento del motor sea peor– les confundieron.

Y han estado acusando desde entonces las decisiones tomadas a partir de aquellos tests. Honda hizo un motor demasiado agresivo, que ha empeorado la frenada y que afecta a la aceleración y la tracción a la salida de las curvas; que ha condicionado la regularidad de sus pilotos en carrera, pues les cuesta mantener el ritmo con una máquina que se mueve tanto y les exige mucho en lo físico: son capaces de hacer una vuelta rápida, pero es muy difícil mantener la constancia en esas condiciones.

Todo eso, que ha marcado su temporada, y que, salvo en honrosas ocasiones como la del pasado fin de semana con la victoria de Márquez en Phillip Island, o el anterior con la de Pedrosa en Motegi, hace pensar que regresar al escenario en el volaron hará que los problemas vuelvan a esfumarse. Claro que no es una cuestión matemática. Y la Honda que salió de Sepang en febrero no es la misma que regresará este octubre. Los equipos de Márquez y Pedrosa y los técnicos japoneses han trabajado muchísimo para contrarrestar el carácter del motor a través de la electrónica, han traído basculantes y chasis nuevos para que sus pilotos mejoren en frenada y ahora es todavía una incógnita si eso les ayudará o no a ir bien en Sepang.

De una manera u otra, y tal como pasó en el GP de Australia, lo que sean capaces de hacer las Honda (incluso las Ducati, que también se espera puedan ser muy competitivas en el trazado malayo) afectará a la lucha por el título entre Rossi, el líder con 11 puntos de ventaja, y su compañero de equipo, Lorenzo.

A ellos, aunque ambos afirman que el circuito se cuenta entre sus favoritos, las características del mismo no les benefician expresamente. Dos largas rectas y cuatro curvas lentas ponen a prueba a la M1, que siempre se perfiló mejor en los trazados de curvas rápidas (que también las hay en Sepang), donde la manejabilidad vence a la potencia. No es el de Malasia su trazado. Aunque la Yamaha ha mejorado mucho en aceleración en los últimos dos años, se impone la velocidad punta en la contrarecta. Y la última curva acaba siendo mortífera.

Aunque les gustaría, ninguno de los dos cuenta con ganar una carrera en lo que saben que es terreno de Honda, pero son conscientes de que el resultado puede ser definitivo. Rossi, por ejemplo, sirve su primera bola de partido. En Malasia tendrá ya opciones matemáticas (aunque algo remotas) de ganar el título. Lo lograría si, por ejemplo, ganara la carrera y Lorenzo fuera sexto o peor. Su compañero de taller, que pese a ceder la victoria en Australia en la última vuelta dejó el continente satisfecho y optimista (pues el cuarto puesto de Valentino le dio más puntos de los que pensaba), se marca como objetivo quedar por delante de aquel. Cree que es la única manera de poder jugársela en la última carrera en Valencia. Todo lo que no sea restarle puntos a Rossi será servirle el Mundial en bandeja.

Los resultados de los favoritos los últimos años en Sepang

Desde el 2008, año del debut de Lorenzo en MotoGP, el mallorquín todavía no ha sido capaz de ganar el GP de Malasia en la categoría reina. Eso sí, desde el 2010 cuenta por podios cada una de sus participaciones: tiene dos segundos puestos y dos terceros.

Rossi, sin embargo, ha ganado dos veces desde que lograra la victoria aquel 2008. Repitió en 2010, el mismo día en el que su compañero se proclamaba campeón del mundo. Además, suma otros dos podios, en 2009 y 2014, cuando fue segundo.

Los cálculos de Lorenzo

El piloto español no renuncia a la victoria en Malasia, pero sabe que se estima muy difícil. Aún así, cree que sus opciones de título pasan por subir al podio y quedar por delante de su rival, Rossi. Eso llevaría la lucha por el Mundial a Valencia, a donde él llegaría a siete y ocho puntos de diferencia del líder. Para ganar su tercera corona en la última carrera necesitaría ganar la carrera y que Rossi fuera tercero o peor.