Griezmann, mucho más que un correcaminos

Mucho de lo que actualmente padece el recién llegado Vietto lo vivió hace menos de un año Antoine Griezmann. El cansancio, la quemazón interna, la falta de oxígeno... Toda esa combinación de calamidades que traen por la calle de la amargura ahora al argentino durante los exigentes entrenamientos que diseña el profe Ortega las vivió en su día Griezmann, hoy convertido en el jugador más en forma de la plantilla.

Él también debió pasar por ese periodo de adaptación a un método de trabajo que no entiende de nombres (al menos en origen) y que exige a todos los jugadores unas cuotas incuestionables de sacrificio. “Al principio me faltaba el aire y las piernas me pesaban”, aseguró en una entrevista para EL PAÍS al poco de aterrizar en Madrid. Hoy es otro jugador. Aunque mide lo mismo que entonces (176 centímetros), es un jugador más grande, más afilado, es más que un correcaminos. Además, está a punto de ser padre. Fue a su futuro hijo a quien le dedicó en Anoeta el gol ante la Real.

Su desparpajo a la hora de enfilar la portería le ha valido para firmar su mejor arranque con la camiseta rojiblanca. En los primeros diez partidos de la temporada (ocho de Liga y dos de Champions), el francés ha anotado seis goles. A estas alturas, en la 2014-2015 sumaba cuatro, lo que demuestra que su fichaje por el Atlético (30 millones de euros) continúa revalorizándose.

Es un jugador maravilloso y fantástico. Por eso es del Atlético" Enrique Cerezo, presidente del Atlético

“Griezmann es un jugador maravilloso y fantástico. Por eso es del Atlético. Si no lo fuera, no sería jugador del Atlético”, confió el presidente Cerezo. “Lo veo incorporándose cada día más al trabajo del equipo. Lo veo bien”, añadió Simeone tras su exhibición en Anoeta. Sin embargo, la ubicación de Griezmann sobre el campo varía en función del equipo al que se enfrente. Su posición de delantero en una línea de tres en la que intercambia habitualmente su lugar, se transforma en la de extremo derecho si el rival presenta batalla en la posesión del balón y es necesario reforzar el centro del campo. Ocurrió en los partidos ante el Real Madrid y el Barcelona, dos de los más comprometidos, lo que penalizó su frescura a la hora de pisar el área.

Cuando se siente libre vuela. Lo hace gracias a su potencia de piernas y a un preciso control de balón. Virtudes que ha potenciado esta temporada con una mayor templanza a la hora de definir. “Lo remata todo”, le alaba su entrenador. Algo que no hacía tanto en la Real Sociedad, donde ocupaba un perfil más regateador, a pesar de que en la temporada 2013-2014 estableció su mejor registro goleador con 21 tantos. Pronto quedaron en el olvido puesto que los 25 goles del curso pasado superaron ampliamente todas las expectativas.

La agonía de Jackson

Si bien el partido de esta noche en el Calderón ante el Astana (20.45, beIn Max 1) se presenta como el más plácido de toda la fase de grupos para los rojiblancos, el inesperado pinchazo ante el Benfica dota al encuentro de una mayor dosis de relevancia. Aun así, es probable que Simeone haga varios cambios en el once, sobre todo teniendo en cuenta que el Valencia aguarda el domingo, aunque mantendrá a Griezmann en ataque para que continúe alimentando su colecta. Volverá a acompañarle arriba Jackson Martínez, peleado de momento con el gol, hasta ahora el fichaje que peor se está aclimatando al juego del Atlético. La agonía del colombiano por anotar ha contagiado en ocasiones al equipo, llevándole a una situación de estrés de la que hoy espera deshacerse ante un rival cuando menos asequible.

“Jackson es un jugador impresionante y estamos encantadísimos con él”, le defendió Filipe Luis. El lateral izquierdo brasileño presumiblemente ocupará el banquillo en favor de Siqueira. Ese sitio del que escapó pronto Griezmann y en el que ya no se le espera.