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El COI, sobre el escándalo de Sochi: “Un terremoto, una noticia muy triste”

El movimiento olímpico anuncia la expulsión de Lamine Diack

C. ARRIBAS
Lamine Diack, durante una rueda de prensa en agosto.
Lamine Diack, durante una rueda de prensa en agosto.GREG BAKER (AFP)

Unos cuantos números pueden dar idea de la eficacia del sistema ruso de dopaje de Estado y sus resultados benéficos para el éxito de su atletismo, y para contradecir a las autoridades rusas de todos los niveles que han negado la mayor parte de las acusaciones y recordado que lo que ellos hacen no es diferente de lo que hacen otros países.

El COI ha pedido a la AMA que asuma toda la maquinaria de los controles antidopaje y de las sanciones a los tramposos

En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando el sistema ruso en connivencia con la IAAF estaba en pleno apogeo, el atletismo ruso logró 17 medallas (ocho de oro, cuatro de plata y cinco de bronce), el mismo número que un año después, en agosto de 2013, en los Mundiales de Moscú. En agosto de 2015, en los Mundiales de Pekín, dos años más tarde, justo después de que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) comenzara su investigación, lo que desembocó en el fin del sistema de sobornos y en que en estos momentos haya nada menos que 217 atletas rusos suspendidos por dopaje, las medallas rusas se quedaron en cuatro (dos de oro, una de plata y una de bronce). Y, desmantelado el centro de Saransk, donde aún en junio pasado, según el informe de la AMA, Víktor Chegin, su director, aún desarrollaba programas de dopaje con sus marchadores, ni un solo marchador participó en las pruebas de Pekín.

Pese a todos estos indicios, al Comité Olímpico Internacional (COI) le sorprendió sobremanera la verdad. “Este informe shock es un verdadero terremoto y una noticia muy triste para el mundo del deporte”, dijo el COI, presidido por el alemán Thomas Bach, en un comunicado en el que también informa de que procederá a expulsar al expresidente Lamine Diack del movimiento olímpico siguiendo la recomendación de su Comisión Ética de despojarle de la condición de miembro honorario en reconocimiento a sus más de 10 años de pertenencia (de 1999 a 2014). El COI también informa de que ha pedido a la AMA que asuma, quitándosela a las federaciones tan corrompibles, toda la maquinaria de los controles antidopaje y de las sanciones a los tramposos.

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Sobre la firma

C. ARRIBAS
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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