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Nacho, el multiusos de acero

El zaguero, que no se ha lesionado desde que ingresó en el Madrid con 12 años, convence a Del Bosque por su fiable versatilidad

Ladislao J. Moñino
Nacho, en un entrenamiento con España en Kiev en octubre.
Nacho, en un entrenamiento con España en Kiev en octubre. G.SAVILOV (AFP)

De Nacho Fernández (Madrid, 20 años) lo que le gusta a Vicente del Bosque es su sobriedad y su eficacia. Tanto, que alguna vez ha llegado a decirle que, a nada que juegue en el Madrid, tendría un puesto en la selección. En ese sentido, a ojos del seleccionador, está en la misma línea que Bartra, aunque este entra de primeras en las listas de convocados sin ser tampoco titular en el Barcelona. Nacho ha sido convocado por Del Bosque en las dos últimas ocasiones por las lesiones de su compañero de equipo Sergio Ramos. Un mal del que Nacho parece inmune. En el Madrid no le conocen una baja por lesión desde que ingresó en el club con 12 años. En su entorno hablan de un jugador que se cuida con celo, que es el primero en llegar a Valdebebas y el último en abandonar las instalaciones.

Con el problema para encontrar centrales que tiene Del Bosque, Nacho es un alivio al que recurrir. El cuerpo técnico de la selección ve en él a uno de esos futbolistas cumplidores de toda la vida. Un perfil humilde, un tradicional jugador de equipo con el oficio bien interiorizado. Bueno para el grupo y bueno para el entrenador cuando necesitan tirar de él sea cuál sea la posición de la defensa en la que le toque desempeñarse.

Nacho se siente central y no lo oculta, aunque últimamente le toca jugar de lateral. Esta misma polivalencia ya causó un fuerte enfrentamiento entre José Mourinho y Alberto Toril, por entonces técnico del Castilla. El entrenador portugués le prefería como lateral, mientras Toril le alineaba de central. "Toril sabe que Nacho conmigo nunca será central, es él quien debe decidir si es más importante terminar quinto o décimo o ayudar a la progresión del jugador", llegó a advertir Mourinho.

Ofertas rechazadas

Es precisamente esa versatilidad lo que le ha permitido a Nacho sobrevivir en el primer equipo del Real Madrid. Tanto Carlo Ancelotti como Rafa Benítez han apreciado poder contar con un futbolista de ese perfil cuando aparecen las lesiones. Él también asumió este verano como un reto personal quedarse en el Madrid. Al menos contaba con cinco ofertas de importantes clubes europeos y las rechazó todas convencido de que a la mínima que tuviera una oportunidad no la desaprovecharía. Este curso lleva cinco partidos como titular (cuatro de Liga y uno de Liga de Campeones) y en otros tres ha salido desde el banquillo.

Su gol al París Saint Germain, que le dio al Madrid la victoria, en el primer balón que tocó tras sustituir al lesionado Marcelo le ha supuesto un espaldarazo moral. No tuvo inconveniente en reconocer que el gol fue un accidente, un centro que le salió mal y que terminó entrando en la portería de Trapp. En la derrota en Sevilla fue titular y estuvo a punto de marcar otro tanto. Conectó un zurdazo imponente que se estrelló en el palo de Sergio Rico.

Desde que subió al primer equipo no se le conocen grandes errores, aunque en el partido del Pizjuán le ganara la espalda Immobile en el gol del empate. La temporada pasada sufrió mucho en el derbi del Calderón (4-0) en el que compartió el eje de la defensa con Varane. Fue abrumado por Mandzukic, en el que fue el mejor partido del croata de rojiblanco.

Los enfrentamientos contra Inglaterra y Bélgica pueden ser una piedra de toque que pueden ayudarle a garantizar su presencia en la Eurocopa de Francia. Su mayor amenaza es la recuperación de Javi Martínez, que está jugando ya a un gran nivel en el Bayern tras su grave lesión de rodilla.

Nacho puede verse las caras en estos dos partidos con los ingleses Rooney y Barday y con los belgas Lukaku y Benteke si juega como central. Si lo hace de lateral le esperan Sterling, De Bruyne o Hazard.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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