_
_
_
_
_

Luis Suárez no para

El delantero uruguayo lleva seis encuentros seguidos marcando, bate por dos veces a la Roma y suma 19 goles en 21 partidos

Jordi Quixano
Luis Suárez rodeado por defensa de la Roma.
Luis Suárez rodeado por defensa de la Roma.VICENS GIMÉNEZ

Luis Suárez decidió en el Ajax que quería tener un símbolo distintivo para festejar sus abundantes goles. Por eso se plantó delante del espejo de casa y practicó distintos guiños hasta que se quedó con el de pistolero. “Los niños luego me hacían el gesto por la calle y ya me lo quedé”, reconocía entonces el delantero, que no perdió su olfato ni su caracterización en el Liverpool. Tampoco en el Barça, donde le ha cogido el gusto a desenfundar porque en los últimos seis encuentros ha cantado bingo en todos para festejar 10 tantos. Nada nuevo, en cualquier caso, porque desde que comenzara el curso casi sale a gol por encuentro, toda vez que contabiliza 19 dianas —11 en la Liga, cinco en Europa, dos en la Supercopa de España y otro en la europea— en 21 duelos.

Aunque el uruguayo no es un virguero con el balón en los pies, se esmera en jugar de primeras como requiere el fútbol azulgrana

Contento por la defensa adelantada de la Roma y por los sucesivos desmarques de Messi y Neymar hacia dentro o en profundidad, que requerían las coberturas de los centrales, el 9 se las tuvo que ver en muchas ocasiones con un único zaguero. Jauja para un ariete que entiende el balón y la parcela como una necesidad, como una obligación. Y aunque Rudiger y Manolas son físicos y rápidos, también tienen poca armonía entre ellos y son torpes en el marcaje, por lo que padecieron anoche la cantidad de metros que tenían a sus espaldas. Así, rompió Alves por el costado derecho —por donde Messi ya había hecho un par de descosidos— y centró raso a un Suárez que estaba donde requería la jugada para completarla. Fue la primera asistencia de gol del brasileño en toda la temporada y el 9 fue directo a abrazarle. No era, sin embargo, su punto final al partido.

Aunque no es un virguero con el balón en los pies, se esmera en jugar de primeras como requiere el fútbol azulgrana, que siempre se agita en los últimos metros por la velocidad y habilidad de sus compinches de línea. Lo que no pierde, sin embargo, es su profundo instinto de delantero centro, pues tras un rechazo a disparo de Neymar, engatilló una volea de aúpa que batió a Szczesny, su segundo gol de la noche. Y, ya de paso, participó en los otros tantos del partido a excepción del penalti, fallado por Neymar pero reconvertido por Adriano. Todo un pistolero que no para.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_