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La sucesión a Blatter está reñida

La división del voto asiático amenaza la condición de favorito de Gianni Infantino para presidir la FIFA. El suizo visitó Papúa Nueva Guinea para recabar el apoyo de Oceanía

Ladislao J. Moñino
Issa Hayatou, presidente interino de la FIFA, durante la presentación de las reformas.
Issa Hayatou, presidente interino de la FIFA, durante la presentación de las reformas.Philipp Schmidli

Envuelto en un abrigo oscuro, con señales de agotamiento en su rostro, Gianni Infantino, el secretario general de la UEFA y candidato a la presidencia de la FIFA, se encamina hacia la terraza del elitista hotel Baur au Lac de Zúrich. Cuatro mercedes oscuros de alta gama y un flamante y señorial Rolls Royce, propiedad del hotel, pero puesto al servicio de la FIFA, ocupan la entrada a la lujosa residencia que alberga a los pocos dirigentes del fútbol mundial que aún no se han visto envueltos en los escándalos de corrupción. Dos de ellos, Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, y Alfredo Hawit, su homónimo de la Concacaf, pasarían a engrosar horas más tarde la lista negra al ser detenidos por la justicia suiza acusados de recibir coimas millonarias por la venta de los derechos de televisión de torneos en Sudamérica y Centroamérica, así como de partidos de clasificación para los mundiales.

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En su caminar, a Infantino se le suma, Sheikh Ahmad Al-Fahad, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, y a la vez peso pesado en el Comité Olímpico Internacional, en el balonmano mundial y en el fútbol asiático. presidente de la Confederación Asiática de la Confederación. En el habitáculo exterior, ya con una parte acristalada y acondicionado con estufas por la llegada del invierno, una coqueta y apetecible casa de bizcocho y chocolate, ornamentada con dulces y golosinas, es testigo del encuentro entre dos potenciales aliados en las elecciones a la presidencia de la FIFA. Sheik Ahmad apoya a Seik Salman, presidente del fútbol asiático y uno de los candidatos a reemplazar a Joseph Blatter el próximo 26 de febrero.

En las últimas semanas, Infantino ha recabado el mismo apoyo incondicional de la Conmebol del que gozaba Platini. Incluso ahora que Napout también ha pasado a engrosar la lista de corruptos a ojos del FBI y la justicia suiza, cuenta con los 10 votos de la Conmebol. Wilmar Waldez, que asumirá esta semana la presidencia, ha trabajado mano a mano con Infantino en el Comité de Reformas de la FIFA que ha elaborado la batería de medidas más en contra de la cultura Blatter para regenerar la cuestionada institución. “Infantino es mas un ejecutivo que una figura representativa. La FIFA necesita más trabajo que representación y él está capacitado para asumir esa regeneración”, asegura Waldez.

Posible ruptura

Pese a ese poyo del fútbol suramericano (10 votos) Infantino y su equipo intuyen una batalla más reñida de lo esperado porque Asia (46 votos) no parece tan dispuesta a apoyar en bloque a Salman. No solo la candidatura del príncipe de Jordania Ben Ali puede ser un elemento de ruptura, también emerge Qatar de fondo, que apoyará al candidato que no trate de quitarle la organización del Mundial 2022.

La suma de los votos asiáticos más los europeos (53) que prácticamente asegurarían la presidencia de Infantino si se suman los de la Conmebol no parece tan clara. “Asía puede estar más dividida de lo que pensamos”, admite un asesor de Infantino. El suizo estuvo hace dos semanas en la India para tratar de lograr el mayor número de votos posible del fútbol asiático que le ayuden a superar la mayoría simple sobre los 209. En esa gira agotadora que denota su rostro, también incluyó una visita a Papúa Nueva Guinea para recabar algunos los 11 votos de Oceanía, territorio histórico de Joseph Blatter que heredarían alguno de los dos candidatos que parecen más cercanos al dirigente suizo inhabilitado, el francés Jerome Champagne, y el surafricano Tokyo Sexwalle. Oceanía no estaba con Platini, pero Infantino, según miembros de su equipo, les causó una buena impresión. “En general, el feedback que está recibiendo de sus reuniones está siendo positivo”, aseguran. Las cuentas de Infantino pasan por asegurar el mayor número de votos de Asia, arañar los máximos posibles de África (54) y de la Concacaf (35).

La imagen del presidente en funciones de la FIFA, el camerunés Issa Hayatou, medio dormido, las detenciones de Napout y Hawit y los 16 nuevos acusados que anunció la fiscal estadounidense Loreta Lynch hicieron pasar a un segundo plano la aceptación de las reformas que deben ser aprobadas por el Congreso de la FIFA el 26 de febrero. En la exposición que primero hizo Hayatou y después el presidente del comité reformador, Francois Carrard, amigo de Blatter, planeó la sombra de la vieja FIFA. Tanto uno como otro hicieron hincapié en que ese proceso estaba ya puesto en marcha desde 2011 y que algunas de las medidas ya habían sido propuestas. Había una intención meridiana por dejar constancia de que Blatter había iniciado ya una regeneración que, sin embargo, no ha empezado a aplicarse hasta que no han saltado los escándalos.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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